Este 2015, los países ricos han aumentado sus fondos de Ayuda Oficial al Desarrollo un 6,9%, según las cifras de la OCDE. Pero ese incremento no se ha dejado sentir sobre el terreno de los países pobres en la misma magnitud: gran parte de ese crecimiento responde al dinero que los países donantes miembros del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) han invertido, en su propio suelo, en la acogida de refugiados. Ante la crisis humanitaria de asilo actual, los países ricos casi duplicaron la partida de atención a demandantes de asilo en su territorio. Si no consideramos esta inversión, el aumento en AOD en 2015 se reduce a un 1,7%.
Incluir el gasto de la atención a refugiados en los países ricos como Ayuda al Desarrollo es una posibilidad que el CAD ofrece desde hace años. Pero, ante la mayor crisis humanitaria de refugiados desde la II Guerra Mundial, ahora las cifras se han disparado: si en 2010, esa partida suponía un 2,7% del total de la ayuda, este 2015 ha ascendido hasta el 9,1%. En 2014, fue del 4,8%.
Esa inversión durante los 12 primeros meses de estancia de los refugiados –solo así puede incluirse como AOD–, es bienvenida por las ONG, pero consideran que no debería contarse como Ayuda al Desarrollo. “Estamos computando como ayuda al desarrollo un dinero que no llega a los países de origen. Se está desviando dinero a la cooperación dentro de las fronteras de países ricos. Además, es un poco una trampa que se hacen los donantes porque los problemas en origen continúan: la pobreza, los conflictos de los que huyen miles de personas”, critica Marco Gordillo, vocal de Incidencia Política de la Coordinadora Española de ONG para el Desarrollo.
Oxfam Intermón también denuncia la inclusión de estos gastos como AOD. “Aunque se hace desde los 70, y nunca se consideró como una buena práctica desde las ONG, ahora ha aumentado mucho. Tradicionalmente estaba en el 3%. Vemos que la tendencia es clara: estos fondos ganan muchísimo peso dentro del presupuesto de la AOD de los países donantes y hemos potenciado la voz en contra de esta práctica, que está basada en unas reglas de hace 40 años y que deben cambiarse”, explica Leonardo Pérez Aranda, del departamento de Campañas de Oxfam Intermón.
En las cifras de 2015 destacan algunos países que, a pesar de presentar cifras globales de aumento de ayuda al desarrollo, la realidad es que su apuesta se reduce sin el presupuesto destinado a los refugiados. Es el caso de Austria (que pasa de un 15% de incremento a un -7,4%). Y el de Dinamarca: de un 0,7% a un -6,8%, entre otros.
Los países europeos han aumentado mucho sus partidas de gasto ante la llegada de refugiados. Alemania destinaba en 2014 un 1% del total de AOD a los asilados dentro de sus fronteras; en 2015, ha ascendido hasta un 16,8%. Grecia ha pasado de un 8% a más de un 20%. En el caso de España –con un número de refugiados muy inferior al de Alemania o Grecia–, el incremento ha sido de un 1% a un 2%: 32 millones de dólares en 2015; 18 en 2014, según el CAD.
Los países ricos incumplen sus promesas
Uno de los problema, destacado por las ONG, es que no todos los países cuentan como AOD los mismos gastos de asistencia a refugiados. Fuentes de la Secretaría General de Cooperación Internacional para el Desarrollo precisan a eldiario.es que “13 estados miembros del CAD, entre ellos España, manifiestan que estos fondos son 'adicionales' a la AOD, es decir se computan como ayuda pero los gastos no se cubren con presupuesto de AOD, sino que existe un presupuesto específico para ello”, apuntan.
Otros países, sí restan los gastos en su propio suelo del presupuesto general de Ayuda. Y Australia, Korea y Luxemburgo no incluyen estos gastos en sus datos de Ayuda.
En cualquier caso, todos los países miembros quedan mejor retratados con la cifra total resultante, en un momento en el que incumplen sus compromisos en esta materia. El objetivo fijado por Naciones Unidas desde hace años –y que deberían haber alcanzado los miembros del CAD en 2015– es una Ayuda al Desarrollo del 0,7% de la renta nacional bruta. Solo han llegado a esta cifra seis países: Suecia, Noruega, Luxemburgo, Dinamarca, Holanda y Reino Unido. La media de los miembros del CAD es del 0,3%. España es el cuarto país que menos apuesta, según su renta, con un 0,13%.
“Si ya las cifras a la cooperación son mínimas, no se puede desviar fondos para los países ricos”, condena Marco Gordillo. Pablo José Martínez Osés, especialista en Cooperación al Desarrollo, indica que existe “una presión muy grande de muchos países por meter algunos gastos en la AOD y no mostrar cifras tan ridículas y lejanas el 0,7%”.
Temor a financiar políticas fronterizas
Los refugiados que han llegado a Europa, a través de un peligroso (y muchas veces mortal) viaje por el Mediterráneo, han sido recibidos en muchas ocasiones por políticas más cercanas al control de fronteras que a la asistencia humanitaria. Por gases lacrimógenos, vallas, incluso pelotas de goma, que han intentado evitar su entrada a suelo comunitario. El temor de las ONG, y así lo destacan desde la Coordinadora de ONGD y Oxfam Intermón, es “que la AOD esté pagando a los policías, las rejas, la seguridad...”, afirma Gordillo.
El portavoz de Oxfam Intermón también indica que, aunque aún no ha dado tiempo a estudiar las cifras, existen temores de que el dinero para reducir la pobreza esté financiando las políticas fronterizas de algunos países. Con el pacto de la UE y Turquía, la lógica del control de fronteras se ha impuesto a la de la acogida por parte de la UE y los temores de las entidades sociales aumentan.
En la Secretaría General de Cooperación Internacional para el Desarrollo aseguran que en “la aportación adicional de AOD no se incluye ningún tipo de gasto policial de Ceuta y Melilla”. Sí se incluyen, según estas fuentes, “la prestación de asistencia sociosanitaria en los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta y Melilla”. Entre los gastos detallados por la Secretaría a este medio no figura ninguno propio del control fronterizo. “Las únicas actividades de la policía que computan como AOD (aquí y en otros casos) son los cursos de formación”, añaden.
El CAD permite añadir en esta partida los gastos de repatriaciones voluntarias de demandantes de asilo. Aunque España no incluye estos costes, según indican en la Secretaría de Cooperación, otros países sí lo hacen: como Austria, Bélgica, República Checa y Noruega, entre otros países.
“Hasta ahora estaba muy claro la intersección las políticas de seguridad y las de cooperación al desarrollo. En ningún caso el coste asociado de políticas fronterizas, de seguridad, de vigilancia debía incluirse. Si se produce es impresentable, y además, supone seguir limitando la escasísima ayuda de una forma perversa”, condena Pablo Martínez Osés.