Devoluciones en caliente, abusos policiales en las fronteras, disparos de pelotas de goma cerca de migrantes mientras intentan nadar, cuchillas. A pesar de las vulneraciones de derechos fundamentales documentadas a lo largo de diferentes legislaturas, cuando los partidos políticos hablan de la gestión de fronteras de Ceuta y Melilla suelen destacar la necesidad de respetar los derechos humanos, el cumplimiento de los tratados internacionales, la “proporcionalidad” de la violencia. Una vez que se acercan las elecciones ¿qué medidas concretas reflejan sus programas electorales?
Las principales formaciones, excepto el Partido Popular, abogan por la retirada de dos medidas que han sido defendidas por el Gobierno durante la última legislatura: la retirada del alambre de cuchillas en las vallas de Ceuta y Melilla y el cese de las devoluciones en caliente de migrantes en ambos puntos fronterizos, según aparece reflejado en sus programas electorales. PSOE, Podemos y Unidad Popular (a través del programa de Izquierda Unida) lo incluyen en sus programas. Ciudadanos no lo cita en su documento electoral aunque su líder, Albert Rivera, ha mencionado en distintas apariciones públicas su oposición a este elemento cortante. En La Sexta afirmó que “seguramente” las quitaría.
Los socialistas incluyen la eliminación de las concertinas y de las expulsiones en caliente aunque durante el Gobierno de José Luis Rodriguez Zapatero llevaron a cabo estas prácticas: las cuchillas fueron colocadas en las alambradas en 2005 y las devoluciones en caliente se producían en las fronteras de forma clandestina durante esta época.
Devoluciones en caliente
El intento de regulación de las expulsiones inmediatas por parte del Gobierno del Partido Popular, a través de la creación de la figura del “rechazo en frontera”, provocó el rechazo en bloque de prácticamente toda la oposición. El PP incluyó a última hora una disposición incluida en la Ley de Seguridad Ciudadana que permitía la devolución inmediata de los migrantes que saltasen la valla, lo que suponía en la práctica una reforma de la Ley de Extranjería que hasta ese momento obligaba a la apertura de un procedimiento de expulsión que incluía una serie de garantías, como el acceso al derecho al asilo.
Los programas electorales reflejan este rechazo. PSOE, Podemos y Unidad Popular especifican de forma clara que, en el caso de gobernar, derogarán la reforma de la Ley de Extranjería con la que el Gobierno busca amparar las devoluciones en caliente.
Ciudadanos, por su parte, promete “una reforma de Ley de Extranjería” con el objetivo de “evitar las devoluciones en caliente que impidan el derecho al asilo”. Según tratados internacionales como el Convenio de Ginebra, todas las expulsiones en caliente imposibilitan de facto el acceso a la protección. eldiario.es se ha puesto en contacto con el partido de Albert Rivera para preguntar si su propuesta se refiere también a la eliminación de la figura del “rechazo en frontera” en la Ley de Seguridad Ciudadana, pero por el momento no ha recibido respuesta.
El PP es el más ambiguo a la hora de explicar sus propuestas en materia migratoria y, según lo especificado en su programa, apuesta por mantener la línea mantenida durante esta legislatura. “Continuaremos impulsando una política de gestión de fronteras que combine la máxima seguridad con la mayor agilidad y facilitación del movimiento fronterizo” y defienden “un enfoque integral para la política migratoria que ponga el acento en la solidaridad de España y en la cooperación con otros países en el control de nuestras fronteras, especialmente con la Unión Europea”.
Sin embargo, durante los últimos cuatro años las vulneraciones de derechos humanos en las vallas de Ceuta y Melilla han quedado reflejadas en imágenes de medios de comunicación y ONG. Uno de los episodios más dramáticos tuvo lugar en febrero de 2014, cuando 15 migrantes murieron en un intento de entrada a Ceuta a nado, disuadido con el lanzamiento de botes de humo y pelotas de goma por parte de la Guardia Civil.
Alambre de cuchillas
Las cuatro formaciones también se alían contra el refuerzo de las vallas de las ciudades autónomas con alambre de cuchillas, un material muy cortante que provoca profundas heridas en los migrantes que tratan de sortearlas. El Partido Popular anunció en 2013 la inclusión de más concertinas en la parte superior de las vallas de Ceuta y Melila y conllevó un fuerte rechazó de la oposición y ONG.
El Partido Socialista ya había colocado este material en ambas fronteras en 2005, aunque las heridas causadas a los migrantes que trataban de cortarlas motivaron dos años después la retirada de una parte de las situadas en Melilla. Las de Ceuta permanecieron. Ni PP ni Ciudadanos hacen mención alguna a la retirada de este material, que causó la muerte en 2009 de Sambo Sadiako, un senegalés de 30 años, tras sufrir un desgarro en un intento de salto de la alambrada de Ceuta. Albert Rivera ha declarado que “seguramente las quitaría”.
Uso de la fuerza en las vallas
A pesar de que todos los principales partidos incluyen una referencia a su compromiso con respetar los derechos humanos en las fronteras, pocos citan medidas concretas para garantizarlo. Las imágenes del uso de la fuerza por parte de la Guardia Civil sobre personas situadas en lo alto de las vallas han cuestionado el respeto a la “proporcionalidad” que exigen los tratados internacionales de derechos humanos.
En este sentido, además de la eliminación de las cuchillas, Podemos promete “poner fin a las vulneraciones de derechos humanos que se producen en la frontera sur” para lo que se compromete a “promover la adopción de un protocolo de actuación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado” en las vallas de Ceuta y Melilla. También proponen la revisión del tratado bilateral con Marruecos.
Por su parte, Unidad Popular, sin entrar a detallar, propone “establecer las medidas para garantizar el respeto de los derechos humanos en el control de fronteras e impedir la pérdida de vidas humanas en las mismas, evitando la violencia y retirando dispositivos que ponen en peligro la vida de las personas migrantes y refugiadas como las concertinas”.
Ciudadanos y PSOE prometen garantizar el respeto a los derechos humanos en cuanto a la gestión migratoria sin citar iniciativas específicas.