La periodista rusa Marina Ovsyánnikova que interrumpió un telediario con una pancarta en contra de la invasión de Ucrania ha huido del país y se encuentra bajo la protección de un estado europeo, según ha informado su abogado a la agencia Reuters. La periodista se encontraba en prisión domiciliaria desde agosto, acusada por la Justicia rusa de difundir “información falsa” sobre el Ejército.
El abogado de Ovsyánnikova, Dmitry Zakhvatov, ha afirmado este lunes que la periodista está actualmente “bajo la protección de un estado europeo”, aunque ha declinado dar más detalles por razones de seguridad.
Ovsyánnikova, periodista del Canal Uno de Rusia, interrumpió el 14 de marzo la emisión en directo del telediario nocturno (Vremia) mientras sujetaba un cartel contra la invasión rusa de Ucrania. “Paren la guerra. No os creáis la propaganda, os están mintiendo”, decía el cartel.
Antes de aparecer en el plató, Marina Ovsyánnikova había publicado un vídeo en sus redes en el que explicaba que había trabajado desde hacía años en el canal ruso: “He estado haciendo propaganda del Kremlin y me avergüenzo de ello”. En esas imágenes, culpaba al presidente de Rusia, Vladímir Putin, de la guerra en Ucrania: “La responsabilidad de esta agresión reside en un hombre: Vladímir Putin. Mi padre es ucraniano, mi madre es rusa, y nunca han sido enemigos”.
La Justicia rusa declaró entonces culpable a la periodista por la organización o celebración de un acto público sin notificación y le impuso una multa de 30.000 rublos (unos 520 euros). Ovsyánnikova empezó a colaborar con el diario alemán Die Welt, trabajo que dejó a principios de julio, según el medio independiente ruso Meduza.
Después de aquel incidente, la periodista volvió a ser detenida por las autoridades rusas en julio. La policía la retuvo cerca de su casa y la envió durante unas horas a comisaría supuestamente por protestar contra la invasión rusa de Ucrania. A las pocas horas quedó en libertad, según publicó ella en su página de Facebook. “Salí a dar un paseo con los perros, y nada más salir de la puerta, personas de uniforme se me acercaron”, explicó ella en su primer mensaje, donde decía que estaba detenida en una comisaría de Moscú.
Horas después, Ovsyánikova volvió a escribir en la red social: “Ya estoy en casa. Todo bien. Fue una primera advertencia. Ahora sé que de casa hay que salir con un bolso y con documento de identidad. Le doy las gracias al vecino que en ese momento estaba cerca. Me trajo las cosas y llamó a mi abogado y a amigos”.
No obstante, uno de sus abogados, Dmitri Zajvatov, señaló a la agencia oficial rusa RIA Nóvosti que la detención de Ovsyánnikova podría estar relacionada con una protesta que había realizado días antes en un puente cerca de las murallas del Kremlin con una pancarta y dos muñecas con pintura roja en el rostro y la ropa en el suelo, según un vídeo colgado ese día en su canal de Telegram. En la pancarta, la periodista había escrito: “Putin es un asesino, sus soldados fascistas. 352 niños han muerto. ¿Cuántos más tienen que morir para que usted pare?”.
En agosto, un tribunal de Moscú decretó el arresto domiciliario para la periodista y ordenó el registro de su vivienda en el marco de un proceso judicial sobre información “falsa” acerca de la actuación del Ejército ruso en Ucrania. “El tribunal satisfizo la solicitud de la Fiscalía para decretar arresto domiciliario como medida cautelar a Marina Ovsyánnikova”, indicó entonces el servicio de prensa de la corte Basmanni. La periodista, de 44 años, se podría llegar a enfrentar por ese proceso a una pena de hasta diez años de cárcel.
El 5 de octubre, Ovsyánnikova había publicado un mensaje en sus redes en el que informaba de que se había fugado de su casa, aunque no aportó más detalles, y desde entonces se desconocía su paradero. De acuerdo con la información de su abogado, la periodista ha huido con su hija, mientras que su otro hijo se ha quedado en el país. Zakhvatov ha asegurado que en breve darán más información: “Necesitamos un poco de tiempo”.