“En la zódiac había dos posibilidades: o alcanzábamos nuestro destino y volvíamos a tener una vida, o moríamos ahogados”. Ahlan Adrubi, refugiada siria, “nunca había tenido que enfrentarse a tantas dificultades” como en los dos meses que vivió en Turquía con su familia. Se jugó la vida para llegar a Grecia, pero la felicidad de pisar suelo europeo se esfumó cuando le dijeron que las fronteras estaban cerradas. Pasó cuatro meses en Idomeni, en la frontera con Macedonia. Su marido y su hija llegaron a Alemania después de caminar 25 días. Su esperanza es poder reunirse con ellos.
Ahlan es una de las 25 personas migrantes, refugiadas, profesionales y activistas que protagonizan la nueva campaña que ha lanzado este lunes. Médicos del Mundo. Personas que se mueven dibuja, a través de sus relatos en primera persona, la ruta del Mediterráneo.
El objetivo: visibilizar la lucha de las personas que migran y buscan refugio y su “aporte enriquecedor” a las sociedades europeas. Todo ello en una semana en que se cumplen seis años del comienzo de la guerra en Siria y un año de la entrada en vigor del acuerdo entre la UE y Turquía.
La iniciativa también trata de recordar “la historia de la humanidad es la historia de 'personas que se mueven”. “Aunque ahora lo veamos como uno de los grandes asuntos del siglo XXI, es algo consustancial al ser humano. La migración y la búsqueda de refugio es la normalidad, la anormalidad es el trato que les estamos dando”, denuncia José Félix Hoyo, presidente de la organización humanitaria.
El proyecto se articula en una web, personasquesemueven.com, que recoge todos los materiales audiovisuales, entre ellos, varias herramientas pedagógicas para sensibilizar y formar a los jóvenes, así como a los profesionales de la salud.
El viaje y las fronteras centran la campaña, pero también hay espacio para quienes ya viven en España. “Además de garantizar que puedan venir, hay que garantizar los derechos de quienes ya están aquí”, añade Hoyo. Es el caso del periodista Mammadou Audiosuk, que solicitó asilo en España por la persecución que sufría en su país, Guinea Conakry, y lleva 8 meses en Melilla esperando una resolución.
Personas que se mueven también son, dice la ONG, “las que actúan para la construcción de un mundo más justo”. Por eso recoge la visión de voluntarios y defensores de derechos humanos como el activista José Palazón, con los que pretende “visibilizar el hecho de que la ciudadanía va por delante de los gobiernos”.
El objetivo final de esta campaña es, precisamente, “contrarrestar el auge de discursos xenófobos y racistas” y exigir al Gobierno español “el cumplimiento de los compromisos internacionales para garantizar la debida protección y condiciones de acogida a través de rutas seguras y legales”, concluye Médicos del Mundo.