Frontex reconoce que el salvamento de inmigrantes no es su objetivo tras otra tragedia en Lampedusa

Tras la muerte de cerca de 300 personas el pasado miércoles en varios naufragios cerca de Lampedusa, las ONG lo advirtieron una vez más: Europa no está haciendo lo suficiente para salvar vidas en el Mediterráneo. En declaraciones a eldiario.es, el director adjunto de la Agencia de Fronteras de la Unión Europea (Frontex), Gil Arias, les ha dado la razón: el objetivo de Frontex es “impedir las entradas clandestinas”, asegura, dado que “no tiene mandato para hacer salvamento marítimo”. Sin embargo, tras la sustitución de la operación italiana 'Mare Nostrum' por la europea 'Tritón', no existe ningún dispositivo con este objetivo como bandera.

“Cuatro lanchas. Rescatada 1 de 4. Una está desaparecida. Al menos 300 personas han muerto”. La frialdad del mensaje del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) a través de Twitter contrastaba el pasado 11 de febrero con la crudeza del testimonio de algunos de los nueve inmigrantes que consiguieron alcanzar la isla de Lampedusa y que relataron a la Guardia Costera la muerte de sus compañeros.

La del pasado miércoles fue la mayor tragedia en número de muertes acaecida en las aguas que separan el norte de África del sur de Europa desde que Italia decidiera cancelar la operación de rescate “Mare Nostrum”, en octubre de 2014. Europa la sustituyó por el dispositivo de vigilancia del Frontex, ''Tritón“. En el total de 300 fallecidos que ha contabilizado la agencia de la ONU se incluyen los 29 inmigrantes que murieron el lunes por hipotermia a bordo de un barco de la Guardia Costera, después de ser auxiliados. Los 105 inmigrantes que viajaban en la lancha hinchable rescatada se habían enfrentado durante su travesía a olas de ocho metros y temperaturas bajo cero, según el cuerpo de rescate italiano.

“La UE ha optado por cerrar los ojos y sellar las fronteras”, apunta Virginia Álvarez, responsable de Política Interior y Derechos Humanos de Amnistía Internacional. Según dice, no está claro que el aumento de muertes en aguas mediterráneas sea una causa directa de la retirada de “Mare Nostrum”, pero ambos hechos “están relacionados”. La propia alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, dijo pocas horas después de conocerse la tragedia que Tritón no servía para nada y pidió que se restableciese “Mare Nostrum” de inmediato.

Diferencias entre Tritón y Mare Nostrum

La operación de rescate italiana fue cancelada en octubre por el primer ministro, Mateo Renzi, quien alegó motivos económicos. Para el Gobierno, 114 millones de euros en un año resultaban excesivos, más si la carga no era compartida por la Unión Europea, a la que se pidió apoyo económico en más de una ocasión para la financiación de la operación. Los datos de la Marina Italiana muestran que “Mare Nostrum” pudo rescatar en el transcurso del año a un total de 189.741 personas.

En su lugar, la Unión Europea a través del Frontex ha puesto en marcha el dispositivo de protección de fronteras “Tritón”. Más allá de la denominación –'rescate/protección de fronteras'–, las diferencias entre ambas son evidentes. Según Amnistía Internacional, la operación Tritón “no está dedicada a la búsqueda y al rescate, no opera habitualmente en aguas internacionales y tiene una escala significativamente reducida”.

La primera tenía un radio de actuación que alcanzaba hasta la frontera de las aguas internacionales; la actual opera dentro de un radio de 30 millas desde la costa italiana. El presupuesto aporta otra clave: los 9 millones al mes de Mare Nostrum por los cerca de tres destinados a Tritón, un 38% costeados por el Gobierno de Renzi.

Desde la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) admiten cierto vacío dejado tras la eliminación de Mare Nostrum. “Mare Nostrum tenía un objetivo claro y único que era el salvamento marítimo. Pero ni la Unión Europea ni Frontex tienen un mandato para hacer Salvamento Marítimo”, confirma Gil Arias, director adjunto del organismo. Su objetivo es, recuerda, “impedir entradas clandestinas”.

Arias recuerda que, aunque no sea la prioridad de la agencia europea que dirige, sus operaciones “acaban convirtiéndose casi a diario en operaciones de salvamento” dadas las circunstancias. La Agencia, matiza, “tiene una misión de apoyo a los estados miembros que hacen frente a situaciones de presión desmesurada o de presión de la inmigración irregular”.

“Tritón no tiene la prioridad de salvar vidas ni está pensada para ello, su misión es controlar fronteras y servir como red de trabajo de inteligencia para obtener datos sobre las mafias”, sentencia Álvarez que entiende que el nuevo dispositivo europeo no se está dedicando a la búsqueda de posibles barcos a la deriva en alta mar, como sí hacía “Mare Nostrum”.

Por su parte, el director adjunto del Frontex ha mostrado sus dudas ante la posibilidad de que Mare Nostrum pudiera haber salvado la vida de los inmigrantes ahogados. “Es posible que con barcos más grandes el rescate se hubiera producido, pero tampoco Mare Nostrum es una garantía porque las condiciones meteorológicas eran muy adversas”, ha explicado.

Arias subraya que la decisión de desmantelar “Mare Nostrum” y de iniciar “Tritón” fueron independientes. “Tritón es la sustitución de dos operaciones anteriores que coordinaba la Agencia en las costas del sur de Italia: la operación ”Hermes“ en el sur de Sicilia y la operacion Eneas en las costas cercanas a Calabria”, ha detallado el director de Frontex, quien ha destacado que fueron las autoridades italianas las que decidieron el cierre de la operación de rescate.

“El efecto llamada”

Uno de los principales argumentos de los detractores de “Mare Nostrum” desde su inicio fue que una mayor protección del mar podría generar un 'efecto llamada' de inmigrantes. Según este argumento, estas personas, sintiéndose protegidas por los servicios de rescate, tendrían menos miedo a cruzar el mar en barco. El número de inmigrantes que han perdido su vida en aguas del Mediterráneo se multiplicó por cuatro desde enero a octubre del año pasado en comparación con los datos de todo el 2013. Pero este incremento, explica Acnur, no vino motivado por la puesta en marcha de la operación de rescate sino por el recrudecimiento de los conflictos en Siria, Irak o Libia.

El director adjunto del Frontex reconoce que, si bien al comienzo de la operación “el flujo de llegadas se incrementó de manera notable”, ahora “hay razones para dudar de que ese efecto se esté produciendo” ya que, según sostiene, el número de llegadas ha bajado de forma muy ligera en los últimos dos meses en los que “Mare Nostrum” ha dejado de funcionar.

Los mismos datos de Acnur muestran que el número de inmigrantes que intentaron alcanzar Europa a través del Mediterráneo aumentó en más de un 60% en enero de 2015 en relación al mismo mes del pasado año. John Dalhuisen, director del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional, afirmó la pasada semana que “mientras el número de personas que toma esta peligrosa ruta marítima aumente y los recursos dedicados a la búsqueda y el rescate disminuyan, más personas morirán”. Calificó además de “ridículas” las insinuaciones de que una operación como “Mare Nostrum” pudiese animar a los inmigrantes a tomar esa “peligrosa ruta”.

La experta de AI coincide con Dlahuisen: “No existe ningún efecto de llamada ni de salida, lo que les empuja a cruzar el Mediterráneo es la situación de los países de origen”. La guerra de Siria, desde donde parten decenas de miles de refugiados, el conflicto en Irak o la situación actual en Malí son algunas de las causas del incremento de llegadas pero el hambre y la falta de expectativas en los países africanos siguen siendo una de las principales razones de migración.

Según las informaciones de Acnur, más de la mitad de los que viajaron la semana pasada provenían de Costa de Marfil, Malí o Níger además de otros países del África subsahariana en conflicto como la República Democrática del Congo o la República Centroafricana. “No olvidemos que la inmigración de uno supone la supervivencia de toda una familia allí”, recuerda Álvarez al tiempo que alerta de que la crisis humanitaria actual es la “más grave” desde la Segunda Guerra Mundial.

“La inmigración es un fenómeno multifactorial”

“No es fácil hablar de soluciones porque éste es un fenómeno multifactorial”, comenta por su parte Álvarez. Expertos, ONG y diferentes personalidades entre las que se incluye el Papa Francisco han insistido en que la raíz del problema de la inmigración está en los lugares de origen. No obstante, Álvarez sostiene que debe existir una política de solidaridad por parte de la UE que dé prioridad al rescate y no al cierre de fronteras.

“Acnur viene reclamando desde hace tiempo unos programas de reasentamiento y de visado humanitario acordes con la realidad”, añade. AI también está pidiendo que se abran más vías de acceso legal a la Unión, las cuales se han reducido de forma considerable en los últimos años.

A finales de 2014 la organización ya redactó un informe sobre la situación en la frontera sur europea y concretamente en el mar Mediterráneo en el que, entre otros puntos, instaba a los estados miembros de la UE a garantizar la admisión en su territorio a los inmigrantes que precisen protección internacional.

Acnur ha mostrado su preocupación ante el reciente naufragio y ha pedido a la UE que cree una misión robusta para rescatar inmigrantes a la deriva en el mar Mediterráno por considerar que la actual 'Operación Tritón' carece de los recursos y el mandato necesarios para salvar vidas. Urgen a la búsqueda de soluciones políticas a los conflictos y a la “prestación de alternativas seguras y legales” a las travesías por mar así como a un fortalecimiento de los sistemas de desembarque e “identificación de las personas que son refugiadas y aquellas que no lo son”.

Mare Nostrum tampoco era suficiente

A pesar de que en los últimos días las críticas han apuntado en dirección a la decisión de suprimir “Mare Nostrum”, esta operación tampoco resultó suficiente mientras estuvo vigente durante 2014 -2.200 inmigrantes murieron durante el pasado verano en aguas del Mediterráneo-. Ya en octubre, Amnistía Internacional en su informe Lives Adrift alertaba de otros problemas que sobrepasaban la acción de las operaciones de rescate.

Uno de ellos es la ausencia de convenios eficaces en materia de salvamento ya que el convenio de Sistema de Búsqueda y Salvamento Marítimo (SAR), vigente también en aguas del Mediterráneo, presenta numerosas incongruencias: los límites en el que los SAR de cada país deben actuar no están claros, muchas zonas se solapan y otras quedan en una especie de limbo. Otro de los puntos problemáticos en este sentido es la progresiva reducción de los fondos en materia de salvamento.