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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Preguntas y respuestas para entender la crisis del Aquarius

Con el Aquarius y los dos buques italianos rumbo a Valencia, son muchas las preguntas surgidas ante una decisión sin precedentes. ¿Quiénes son las personas que llegarán este fin de semana? ¿De dónde vienen? ¿Cómo van a ser acogidos? ¿Podrán acabar encerrados en un CIE? ¿El cierre de los puertos es ilegal?

A continuación, tratamos de responder a algunas de ellas.

¿Cómo fueron rescatados y por qué institución?

Las 629 personas que están a bordo de Aquarius fueron rescatadas durante la noche del sábado 9 al domingo 10, cuando el buque de SOS Mediterranée y Médicos Sin Fronteras (MSF) llevó a cabo seis operaciones de rescate y transferencia en el lapso de nueve horas, todas bajo las instrucciones de la Coordinación de Rescate Marítimo Italiano (IMRCC), según han explicado desde MSF.

El rescate de dos botes de goma se complicó cuando un bote se rompió en la oscuridad, dejando más de 40 personas en el agua. En total, SOS Mediterranée socorrió a 229 personas de estos barcos. Posteriormente, la IMRCC de Roma solicitó al Aquarius que aceptara la transferencia de un grupo de personas que fueron rescatadas por la Marina italiana y la Guardia Costera el 9 de junio. El barco de la ONG aceptó y recibió finalmente a 400 personas más.

Según explica la tripulación del Aquarius, el Centro de Coordinación de Rescate Marítimo italiano coordinó coordinó todas estas acciones “desde el principio y asumió la responsabilidad del rescate de todas estas personas”. Sin embargo, posteriormente el Gobierno italiano se negó a aceptar su desembarco en sus puertos, a pesar de que incluso algunos de los supervivientes habían sido rescatados por buques de la Guardia Costera italiana.

¿Por qué dice Italia que los ha rechazado?

Para el ministro del Interior italiano, el ultraderechista Salvini de claro corte xenófobo, la Unión Europea lleva años dejando sola a Italia en la gestión migratoria, por lo que el nuevo Ejecutivo arremete contra muchos gobiernos europeos que, a su juicio, “defienden sus fronteras” y “se preocupan de sus intereses”. Con el cierre de sus puertos a los buques de rescate de las ONG, Salvini intenta forzar a los Estados miembros a hacer cambiar su política migratoria y apoyar a Italia a través de un sistema de reparto más equitativo.

Sin embargo, el discurso del líder de la Liga italiana es contradictorio: mientras pide una mayor solidaridad europea en la gestión migratoria, apoya las posiciones de los países del Este, precisamente aquellos que rechazaban participar en el proceso de reubicación de refugiados.

¿El Gobierno italiano ha cerrado sus puertos a todos los barcos que lleven migrantes?

No, solo a los buques de rescate de ONG. Tras la crisis del Aquarius, el Ejecutivo italiano ha aprobado el desembarco de una nave de la Marina italiana con 937 personas rescatadas a bordo, que llegaron este miércoles a Catania.

¿Por qué solo a ellas?

Se trata de un paso más en la estrategia de Italia de evitar las operaciones de las organizaciones que han lanzado misiones de salvamento en el Mediterráneo, cada vez más incómodas en la estrategia de la Unión Europea y el Gobierno italiano de reducir las llegadas a través la ruta más peligrosa.

Desde el acuerdo alcanzado entre Italia y las autoridades libias, el ejecutivo italiano, con el apoyo de la Unión Europea, trata de delegar la mayor parte de las labores de rescate a los guardacostas de Libia, a pesar de los abusos que han sido denunciados en sus operaciones de detección de migrantes en alta mar.

¿La decisión italiana es ilegal?

Cualquier Estado soberano tiene control sobre sus aguas y puertos, pero la legislación internacional y la Constitución italiana obligan a los Estados a socorrer a aquellas personas que puedan encontrarse en peligro en el mar, como era el caso de las personas rescatadas por el Aquarius.

¿De dónde son las personas rescatadas?

Los 629 rescatados proceden de una veintena de países diferentes. Estas son las nacionalidades declaradas: Afganistán, Mali, Costa de Marfil, Níger, Pakistán, Camerún, Nigeria, Bangladesh, Sudán, Argelia, Ghana, Eritrea, Argelia, Senegal, Togo, Gambia, Guinea Bissau, Marruecos, Guinea Conakry, Sierra Leona, República Democrática del Congo, Liberia, Somalia, Sudán del Sur, Togo, Comoras y Chad.

¿Van a ser refugiados en España?

Toda persona que pisa suelo español tiene derecho a solicitar asilo, por lo tanto, las personas rescatadas por el Aquarius podrán pedir protección en el caso de que lo necesiten por sufrir un temor fundado de persecución en sus países de origen. Entre las nacionalidades declaradas por los rescatados del Aquarius se encuentran algunas como Congo, Sudán del Sur, Eritrea, Somalia, o Afganistán, con una alta posibilidad de ser admitidas a trámite y ser resueltas de forma positiva. Otras, como Marruecos, Senegal, Ghana o Argelia, lo tendrán más complicado.

El Gobierno ha autorizado la concesión de un permiso estancia legal en España de un mes a los migrantes rescatados del Aquarius en el que podrán recuperarse y realizar los trámites oportunos de Extranjería o Asilo, en función de sus circunstancias particulares, según ha confirmado eldiario.es. La medida, contemplada en la Ley de Extranjería, será aplicada de forma “excepcional” y “por razones humanitarias” a los rescatados por el Aquarius.

El Ministerio del Interior es el encargado de admitir o denegar la petición. Posteriormente, deberá resolver de forma individual cada solicitud de asilo, aunque la respuesta puede alargarse durante años. El plazo máximo para responderlas es de seis meses pero, en la práctica, el Gobierno suele tardar hasta dos años en contestar. Para quienes inicien los trámites, el procedimiento aseguraría para quienes su residencia legal en España hasta la resolución de su petición.

¿Qué pasará con quienes no pidan asilo? ¿Podrán ser deportados?

Durante el mes de residencia legal, las personas rescatadas podrán quedarse en España y descansar tras la dura travesía sin la preocupación de una posible inmediata expulsión para llevar a cabo los trámites derivados de sus circunstancias personales, informan desde Interior. Así, los recién llegados tendrán más garantías para ser informados de su derecho de solicitar asilo y acceder a asistencia letrada para, en caso de no necesitar pedir protección internacional, pueda estudiar su derecho a permanecer en España de forma legal por razones humanitarias, un permiso reservado para perfiles vulnerables.

A aquellos que no hayan pedido asilo o su solicitud haya sido rechazada y no hayan obtenido un permiso de residencia por razones humanitarias, explican desde Interior, su autorización de estancia legal expirará, por lo que la Policía Nacional podrá iniciar sus trámites de expulsión, como marca la Ley de Extranjería. Es el primero paso para iniciar un procedimiento de deportación aunque no significa que la devolución acabe produciéndose.

Algunas de las personas que llegarán este fin de semana a Valencia son nacionales de países con los que España cuenta con acuerdos de devolución, como Argelia y Marruecos, a los que el Ejecutivo suele expulsar en un corto periodo de tiempo cuando llegan en patera a las costas españolas. El Gobierno no ha confirmado que vayan a ser devueltos, pero sí lo ha contemplado como una posibilidad.

¿Podrán acabar en un CIE?

Sí. Si expirado el permiso legal de un mes, la Policía inicia los trámites de expulsión de quienes no han solicitado asilo, no han sido reconocidos como refugiados o no han recibido un permiso de residencia por razones humanitarias, algunos de los migrantes del Aquarius podrían ser encerrados en Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), cuyo objetivo es la deportación.

¿Serán recibidos de la misma manera que las personas que llegan en patera a España?

No. Aunque el Gobierno ha asegurado que recibirán un tratamiento “idéntico” al que quienes llegan en patera en España pero, al tratarse de un desembarco de tres buques con un total de 629 personas a bordo, la Generalitat Valenciana y el Ejecutivo central han organizado un dispositivo de emergencia en coordinación con ONG y otras comunidades autónomas y ayuntamientos, que no es habitual, pues en la recepción de las pateras que arriban a las costas españolas suele primar la “arbitrariedad”, según ha denunciado Acnur. La respuesta y coordinación dependen, critican desde la ONU, del puerto al que lleguen, por lo que llevan meses solicitando un protocolo común.

¿Cómo se va a gestionar su acogida?

El Ministerio de Trabajo y Migraciones es la institución que tiene la competencia sobre las dos redes de acogida oficiales: aquella destinada a solicitantes de asilo o refugiados y la dirigida a migrantes vulnerables en situación irregular. El Ejecutivo tiene disponibles, a través de gestión propia y ONG, centros o viviendas para estas personas.

Sin embargo, según confirmó la ministra de Trabajo a este medio, los recursos de acogida de los que dispone su cartera son “limitados”, por lo que se está coordinando con la Generalitat valenciana y otras comunidades autónomas y ayuntamientos, que han ofrecido distintos recursos para atender a las 629 personas del Aquarius.

¿Italia es la única responsable de la crisis del Aquarius?

Son muchas las ONG y expertos que opinan que no. Italia es responsable de cerrar sus puertos a una embarcación en peligro, en contra del derecho internacional. Sin embargo, la dejadez de los Estados miembros para alcanzar acuerdos con el objetivo de apoyar a los países que reciben más migrantes debido a su posición geográfica ha influido, defienden, en que haya calado en parte de la sociedad un discurso ultraderechista como el de Salvini.

Italia, como país destino de la que ha sido la principal ruta migratoria a la UE durante años, se ha sentido abandonada en la gestión de las llegadas. Tras la tragedia de Lampedusa de 2013, el Gobierno de Italia, con Angelino Alfano como ministro del Interior, lanzó de forma independiente un operativo de salvamento y rescate, Mare Nostrum, que rescató a 189.741 personas en 2014. Pidió ayuda a la UE, pero nunca la recibió, hasta que se vio obligada a suspender la operación. Este es uno de los ejemplos más clarificadores de cómo ha ido influyendo la falta de apoyo comunitario hasta llegar a la crisis del Aquarius.

¿Son tan altas las llegadas de migrantes a Italia?

Italia ha sido la principal ruta migratoria a la UE durante años. También la más mortífera. Sin embargo, en 2018 las llegadas han caído en picado. 14.286 personas han alcanzado suelo italiano en lo que va de año, un 76% menos que las que lo hicieron hasta mayo del año pasado, cuando arribaron algo más de 60.000 migrantes, según los datos más recientes de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur). Solo en junio del año pasado lograron cruzar la frontera italiana más de 23.000 personas, casi el doble de las que lo han hecho este año.

Las llegadas irregulares a territorio italiano contabilizadas en los últimos meses se acercan además, por primera vez en los últimos cuatro años, a las registradas por otro de los países fronterizos de Europa, España. A fecha de 11 de junio, un total de 11.308 migrantes han logrado pisar suelo español por tierra y por mar, casi 3.000 personas menos que Italia.