La preocupación de los ciudadanos por la inmigración cae seis puntos coincidiendo con su menor presencia en medios
La preocupación de los ciudadanos por la inmigración ha bajado seis puntos en un mes. El 9,5% de los encuestados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en octubre la sitúa como uno de los tres principales problemas de España, frente al 15,6% registrado en septiembre. Los resultados coinciden con la menor presencia de los asuntos migratorios en los medios de comunicación, así como en las declaraciones políticas.
El descenso de de la inquietud de los ciudadanos en relación a la inmigración rompe con la tendencia al alza surgida desde el pasado julio, cuando el 11,1% de las personas entrevistadas reflejaron su preocupación frente al 3,6% detectado en junio. El CIS había realizado las encuestas tras el ascenso de Pedro Sánchez al poder y la acogida del Aquarius, con las correspondientes reacciones del Partido Popular y Ciudadanos ante un posible “efecto llamada”.
Tras un verano caracterizado por el aumento de las llegadas de pateras a las costas españolas, su mayor presencia en los medios, así como el auge del discurso del miedo difundido por el Partido Popular y Ciudadanos, la percepción de la inmigración como un problema volvió a ascender entre la ciudadanía en septiembre. Un 15,6% de los entrevistados reconocían entonces su inquietud al respecto, el porcentaje más alto registrado por el CIS desde febrero de 2010.
Los resultados del barómetro del CIS correspondiente al mes de octubre reflejan la caída de la percepción de la migración como uno de los tres problemas principales de España. El 9,5% de los entrevistados han mostrado su preocupación al respecto, frente al 15,6% registrado el mes anterior. Sin embargo, la intranquilidad sobre esta asunto supera en seis puntos la reflejada por el mismo estudio en junio de este año.
Las encuestas que nutren el último estudio sociológico fueron desarrolladas entre el 1 y el 9 de octubre. Iniciado el curso político, el foco mediático se empezó a trasladar a otros menesteres. Aunque el número mensual de llegadas de migrantes a las costas españolas se mantiene en niveles similares a los meses de verano, los asuntos migratorios han dejado de ocupar el lugar destacado en los medios de la época estival. Así, los representantes políticos han rebajado el uso de la inmigración en sus discursos como arma arrojadiza.
En agosto, el líder del PP, Pablo Casado, afirmó que “no es sostenible un Estado de bienestar que pueda absorber a los millones de africanos que quieren venir a Europa”, entre otros alegatos contra la llegada de migrantes. Por su parte, Ciudadanos ha extendido el discurso del miedo desde la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, con campañas sobre la supuesta inseguridad ciudadana que genera, por ejemplo, el top manta.
Las ONG y organismos internacionales, como Acnur, mostraron entonces su preocupación en diferentes ocasiones ante el posible efecto que los discursos políticos de alarma ante la inmigración pueden tener sobre la percepción de esta como un problema por parte de la ciudadanía, así como la sobredimensión de las cifras de llegadas de migrantes a las costas españolas.
