Cada vez que Fernando Grande-Marlaska habla sobre la tragedia de Melilla, suele repetir su habitual argumentario sin detallar los hechos: nadie murió en España, la Guardia Civil actuó de forma proporcional y toda su actuación cumplió con la legalidad vigente. Pero los pilares de la versión oficial se tambalean y el ministro del Interior tendrá aún más complicado defender su relato de los hechos durante su comparecencia en el Congreso de este miércoles, en la que tendrá que dar explicaciones sobre la muerte de 23 personas el pasado 24 de junio en la frontera.
A las conclusiones de los diputados y del Defensor del Pueblo tras el visionado de las imágenes oficiales se ha sumado la nueva investigación publicada este martes por el consorcio de medios Lighthouse Reports, entre los que está El País. El trabajo, que constata que al menos hubo una persona fallecida en suelo español, desmiente el relato de los hechos del Ministerio del Interior.
Estos son los puntos clave sin aclarar a los que tendrá que enfrentarse Grande-Marlaska durante su comparecencia.
Dónde murieron
A pesar de la nueva investigación, Fernando Grande-Marlaska ha insistido siempre en que ninguna de las muertes tuvo lugar en suelo español, pero ha evitado dar detalles concretos de los hechos. Según los diputados que han tenido acceso a las imágenes oficiales, el documental de la BBC y la última investigación de Lighthouse Reports, el momento más dramático tuvo lugar en el lado marroquí de la puerta que conecta Marruecos con España en el puesto fronterizo de Barrio Chino. Durante la estampida, varios cuerpos cayeron a ambos lados de la alambrada. Un agente marroquí y un superviviente de la tragedia señalaron que al menos uno de ellos falleció en suelo español, según el trabajo publicado este martes en varios medios europeos. Se llamaba Abdul Aziz Yacoub, según el testigo, amigo de la víctima. Interior, sin embargo, asegura que se trata de “especulaciones periodísticas”.
Marlaska ha reiterado que “ningún hecho trágico” tuvo lugar en suelo español, pero las imágenes muestran a varias personas, aparentemente inconscientes, tiradas en el lado español de la frontera. En un primer momento, Interior dijo que esa zona se trataba de un área operativa conjunta pero no era suelo español. Ahora, fuentes de Interior reconocen a elDiario.es que esa parte del puesto fronterizo es España.
Falta de auxilio
Vídeos de los hechos, la investigación preliminar del Defensor del Pueblo y los testimonios de los testigos recogidos por elDiario.es apuntan a la falta de asistencia recibida por los refugiados durante la tragedia. Las informaciones publicadas a partir de las imágenes oficiales indican que no se prestó atención sanitaria ni las personas atrapadas en el interior de la alambrada durante la estampida ni a aquellos que lograron sortear la valla por completo y fueron devueltos en caliente a Marruecos.
Por un lado, el ministro no ha dado explicaciones detalladas sobre por qué ni los agentes españoles ni los servicios sanitarios entraron al paso fronterizo a socorrer a las personas que quedaron atrapadas en la avalancha humana desencadenada en la puerta que conecta Marruecos con España. Al menos dos de las personas que estaban tiradas en el lado español del paso fronterizo fueron trasladadas a Marruecos por gendarmes alauíes sin que las fuerzas de seguridad españolas interviniesen.
Por otro lado, los supervivientes que consiguieron saltar la totalidad de la alambrada denuncian haber sido devueltos en caliente a pesar de encontrarse heridos. Dos de ellos aseguran que se quedaron inconscientes en suelo español y recuperaron la consciencia antes de ser devueltos, sin recibir asistencia médica. Otro dice haber sido retornado a Marruecos cuando no tenía conocimiento.
Según el Defensor del Pueblo, los vídeos oficiales muestran una ambulancia parada a cierta distancia de los vehículos de la Guardia Civil que no llega a intervenir en ningún momento. Fuentes de Interior han confirmado que la ambulancia permaneció “a unos 100 metros de distancia” y no se aproximó a la zona “por riesgo de ser alcanzados por los objetos y piedras que lanzaban los inmigrantes”.
Imposibilidad para pedir asilo en Melilla sin saltar la valla
Cuando el ministro del Interior es preguntado por la tragedia de Melilla, suele destacar la supuesta agresividad empleada por los refugiados en su intento de entrar en la ciudad por la valla. Más allá de que empleasen la violencia en este salto, para Marlaska, saltar la alambrada es una forma de entrada “violenta” en sí misma y siempre la ha diferenciado de las llegadas en patera, una vía clandestina que, sin embargo, es más arriesgada y más costosa.
De lo que no habla Marlaska es de la imposibilidad con la que se chocan los solicitantes de asilo negros para pedir protección en el paso fronterizo de las ciudades autónomas. Los migrantes subsaharianos son atosigados por las autoridades marroquíes y no pueden acceder a las oficinas de asilo existentes en las fronteras con España. La mayoría de personas que saltaron la valla durante la tragedia de Ceuta eran sudaneses, una nacionalidad que tiene un altísimo porcentaje de peticiones aceptadas de protección internacional en España.
Este mismo martes, tras una visita a la ciudad autónoma, la comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa se lo ha recordado al ministro: “En la práctica, no parece haber otra forma de entrar en Melilla y solicitar protección a las autoridades más que nadando o saltando la valla, arriesgando la vida”.
Devoluciones en caliente
470 personas fueron devueltas en caliente durante la tragedia de Melilla, según las cifras oficiales publicadas por el Defensor del Pueblo. Ángel Gabilondo concluyó que Interior incumplió la legislación nacional e internacional y recordó al Gobierno que, para practicar el “rechazo en frontera” recogido en la Ley de Seguridad Ciudadana debe realizar un estudio individualizado de cada caso, como concluyó el Tribunal Constitucional.
Según los testimonios de las personas devueltas recogidos por elDiario.es, entre los devueltos por la Guardia Civil había refugiados –algunos incluso reconocidos por Acnur–, menores y heridos.
Pese a todo, Marlaska continúa defendiendo la legalidad de estas prácticas.
La entrada de agentes marroquíes en España
Gendarmes marroquíes entraron en suelo español durante el operativo desplegado en la frontera para responder a la entrada de migrantes. Los agentes del país vecino lanzaron piedras contra los migrantes desde una garita coronada con una bandera española, pero también fueron más allá, sorteando la totalidad del perímetro fronterizo, para recoger y devolver a algunos de los refugiados que entraron en Melilla, como reflejan las imágenes de Javier Bernardo adelantadas por Público el 25 de junio.
El ministro tachó de “falsedad” la entrada de gendarmes de Marruecos a España, pero ante la evidencia de las imágenes, reculó y defendió que la actuación se había ajustado a la legalidad.