[Video publicado en la cuenta de Facebook “Döbeln wehrt sich”, borrada por Facebook por racismo].
“Nosotros somos el pueblo” y “fuera extranjeros” grita un grupo de personas enfurecidas a los ocupantes de un autobús que salen del mismo atemorizados. Al encontrarse la estampa, varios refugiados, algunos niños, descienden del vehículo hacia su centro de acogida llorando y consolando unos a otros. La página de Facebook “Döbeln se rebela – mi voz contra la extranjerización” publicó las imágenes con el comentario “Clausnitz nos muestra cuál es el camino”.
En Döbeln, una ciudad del Estado Libre de Sajonia en la que viven unas 20.000 personas, este jueves unos desconocidos pintaron cruces gamadas en las paredes del asilo para refugiados que existe en la ciudad. En el autobús que aparece en el video podía leerse la palabra “Reisegenuss”, que es la marca de autocares y significa “placer de viajar”, lo que contrasta con la escena.
Mientras tanto, en la localidad vecina un grupo de unas treinta o cuarenta personas bloqueaban una carretera con un tractor que llevaba una pancarta en la que podía leerse un lema anti-refugiados. Este grupo acompañó al autobús hasta la entrada en el albergue. La página que publicó el vídeo ha sido bloqueada por Facebook por tratarse de contenido racista. En su descripción, este grupo escribía que “miles de millones se van al extranjero. Millones de refugiados vienen a Alemania, mientras que miles de alemanes viven en la pobreza. Nosotros nos rebelamos y decimos no”.
Por el contrario, en los comentarios del vídeo muchas personas escribían mensajes del tipo “no todos alemanes en Sajonia somos así”.
Los refugiados: un dilema para Merkel
La discusión sobre la llegada de los cientos de miles de refugiados al país es tema de conversación constante en los medios de comunicación y en la calle. La política interna alemana casi se ha reducido a esta cuestión en los últimos meses. Durante la mañana de este viernes tenía lugar en el parlamento un debate sobre el endurecimiento de la ley de extranjería, que ha sido modificada varias veces en pocas semanas. Ulla Jelpke, portavoz de Die Linke (La Izquierda) resumía la actuación del gobierno y en especial de la canciller Angela Merkel con las palabras: “Está pasando de una cultura de la bienvenida a una cultura del rechazo”.
Uno de los puntos más controvertidos es el que aplaza las reagrupaciones familiares hasta 24 meses, ya que las familias se ven obligadas a separarse de forma forzosa. Menores que llegaron solos se ven atrapados, pues no pueden reunir a su familia en Alemania, ni tampoco piensan en volver a Siria, donde la guerra sigue asolando el país y corren peligro.
Mientras las críticas de la oposición son de esperar, Merkel recibe cada vez más tirones de orejas de sus propias filas por su política de puertas abiertas. El vicepresidente del grupo parlamentario de la canciller en el parlamento alemán Hans-Peter Friedrich pedía este viernes más mano dura aún en el periódico Bild, donde defendía el envío de los refugiados a la frontera.
Estas críticas y el descontento popular en el manejo de la crisis humanitaria llevan a que una parte de los alemanes deseé una política más represiva a semejanza de las iniciativas lanzadas por Hungría. El partido extremista y xenófobo Alternativa por Alemania se encuentra en las encuestas para las próximas elecciones regionales en el estado federado de Sajonia-Anhalt a un punto de los socialdemócratas, y con toda seguridad entrarán en el parlamento por primera vez. Las encuestas le dan un 17% de los votos.