Los refugiados de Lesbos rechazan el nuevo campo del Ejecutivo griego y piden ser trasladados a la parte continental
Las más de 12.000 personas que se han quedado sin techo debido al incendio que arrasó la semana pasada el campo de Moria, en la isla de Lesbos, Grecia, se resisten a instalarse en el alojamiento temporal que está construyendo el Gobierno. Kará Tepé, el nombre de este nuevo campo, situado a tan solo dos kilómetros de Mitilene, la capital de la isla, no atrae a nadie, a pesar de que el Gobierno insiste en que allí van a estar mejor que en la calle.
De momento se han instalado 5.000 camas, ha informado este lunes el ministro de Migración, Notis Mitarakis, que prometió que a mediados de la semana habrá alojamiento para todos. Por ahora no hay instalaciones sanitarias ni agua corriente. Un portavoz del citado ministerio ha señalado este lunes a Efe que “está previsto que lo haya”, aunque no ha podido precisar cuándo.
Con agua o sin ella, los refugiados no quieren entrar en este nuevo campo. Para ellos es una prolongación de su infierno anterior. Quieren marcharse de la isla cuanto antes. Mitarakis ha sido claro al respecto: “¡Que se olviden de ello!”, ha dicho. La lentitud con la que se está llevando a cabo el alojamiento se debe más a ese rechazo que a las complicaciones del proceso en sí, según el portavoz.
“El proceso de registro y de las pruebas necesarias de COVID-19 marchan sin ningún problema, el problema son las reticencias de muchos migrantes”, ha dicho el ministro desde Lesbos en conversación telefónica con Efe. Hasta el momento se han detectado 14 casos positivos. “La instalación en la nueva estructura no es opcional. Es obligatorio. Cuando alguien ha entrado en nuestro país, está obligado a respetar sus leyes. Cualquier presión no cambiará esta política”, ha declarado en una entrevista para la radio Parapolitika FM 90.1.
Esta mañana, Mitarakis ha intentado presionar con un caramelo que muchos considerarán envenenado: solo el que se registre y entre en el nuevo campo tendrá la oportunidad de que se le tramite su solicitud de asilo y, por tanto, posibilidades de abandonar en algún momento la isla. Mitarakis ha prometido que a partir del próximo lunes comenzará a funcionar con normalidad la actividad del servicio de asilo en la isla. Muchos de los refugiados de Lesbos provienen de Afganistán y Pakistán y, por tanto, tienen pocos visos de que se les reconozca el estatus de refugiado. A ello se añade la falta de información o la información errónea que llega a sus oídos.
Preguntado sobre si el Gobierno tiene previsto informar a los refugiados de los planes para el campo y de que sólo podrán optar a salir de la isla si entran en él, el ministerio de Migración ha asegurado hoy que “está previsto” que “hoy mismo” se repartan las correspondientes instrucciones entre los migrantes.
La salud empeora por momentos
Pero a medida que pasan los días, la situación de los refugiados empeora. La directora de Médicos Sin Fronteras (MSF), Christina Psarra, ha explicado que muchas personas que estaban sanas, ahora están enfermando y las que estaban enfermas, empeoran.
“Ahora estamos viendo las primeras consecuencias de la tragedia del incendio. Se están dando infecciones, problemas dermatológicos, deterioro de la salud mental, muchos están al límite de sus fuerzas... hay muchas mujeres embarazadas y muchos bebés. No hay acceso a agua potable, ni a instalaciones sanitarias. No tienen cocinas y ni siquiera pueden preparar un biberón”, explica.
Con la destrucción de Moria, muchos pacientes que estaban en tratamiento por problemas cardíacos o diabetes ahora deambulan por la calle y están desatendidos. MSF ha podido volver a poner en marcha el hospital de campaña que tenía instalado en el exterior del campo de Moria, y además ha podido abrir un segundo punto de tratamiento junto a Kará Tepé.
Para la entidad humanitaria, un campo como Kará Tepé, sin embargo, no puede ser la solución: “No hay posibilidad de ofrecer condiciones de vida y salud dignas en este tipo de campos...Esperemos que Europa lo haya entendido esta vez”, añade Psarra.
Por su parte, el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis ha reafirmado este domingo que el Gobierno griego instalará un campo permanente en Lesbos -el plan es que sea cerrado, con salidas controladas- y que solicitará el apoyo de Europa para que ondeen las banderas de Grecia y la UE en este nuevo lugar.
De momento, todavía no hay un terreno para ello, pues las autoridades y la población local se han resistido, pero en los últimos días se han sucedido las advertencias por parte de varios ministros, quienes han dejado claro que el campo se construirá, sin miramientos.
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