Más de 100 guardias nepalíes, que arriesgaron sus vidas para proteger al personal de la embajada británica en Afganistán antes de que los talibanes tomaran el control de Kabul, fueron deportados a Nepal en contra de su voluntad en un operativo secreto poco después de haber sido trasladados por vía aérea a un lugar seguro en Reino Unido, según ha revelado The Guardian.
Cientos de ciudadanos nepalíes —y un número menor de ciudadanos indios— que protegían instituciones clave en Kabul fueron trasladados a Reino Unido en un vuelo de la Real Fuerza Aérea británica durante la caótica evacuación de la capital afgana llevada a cabo por países occidentales en agosto de 2021, cuando las fuerzas talibanas llegaron a la ciudad.
Ahora ha salido a la luz que, días después de su llegada a Reino Unido, más de 100 de los ciudadanos nepalíes evacuados fueron enviados a la fuerza a sus países de origen, a pesar de que a muchos de ellos se les habían expedido visados de seis meses tras su llegada.
The Guardian ha entrevistado a algunos de los deportados, que creen que sus vidas corren peligro en Nepal. Algunos fueron expulsados a la fuerza de habitaciones de hotel en Reino Unido, en zonas como Northampton, Reading, Oxford y Swindon, incluso antes de completar la cuarentena de 10 días en un hotel, requisito obligatorio entonces para los recién llegados a Reino Unido a causa de la pandemia de COVID-19.
Cuando los antiguos guardias fueron repatriados en 2021, Nepal era uno de los países que integraba la lista roja con la que el Gobierno británico advierte el riesgo de viajar allí. Algunos de los nepalíes deportados han conseguido volver a Reino Unido y han solicitado asilo.
Detenidos por orden de Interior
En marzo, al menos 10 guardias nepalíes que protegían al personal de la embajada británica en Kabul y seguían viviendo en Reino Unido fueron arrestados durante una redada en su hotel del oeste de Londres y detenidos por orden del Ministerio del Interior.
Tras conocerse las detenciones, Interior emitió un comunicado en el que declaraba que las expulsiones de los detenidos habían quedado en suspenso “a la espera de una nueva revisión”. El comunicado decía que los evacuados habían sido trasladados en avión desde Kabul como “gesto de buena voluntad”, con el acuerdo de que debían retornar a sus países de origen.
Más de 100 de los nepalíes expulsados de Reino Unido han escrito a Rudra Dhakal, residente británico de ascendencia nepalí que les presta apoyo, con copia al Ministerio del Interior, el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ministerio de Defensa, el gobierno nepalí y ACNUR. La carta se titula “Llamamiento urgente para una mayor protección humanitaria en Reino Unido”.
“Las fuerzas de seguridad fronteriza de Reino Unido nos engañaron. Nos deportaron a la fuerza a Nepal contra nuestra voluntad. Al momento de nuestra deportación, nunca nos dieron la opción de permanecer en Reino Unido para seguir recibiendo protección humanitaria”, escribieron los guardias deportados.
“Los utilizaron”
Dhakal continúa ofreciendo apoyo a los guardias. “Estos veteranos, los más valientes entre los valientes, dijeron que proporcionaban seguridad en primera línea... pero acabaron siendo dejados atrás. Los utilizaron en la primera línea de la guerra”, critica.
Uno de los deportados es Deepak Punmagar, de 42 años. “En Afganistán vivíamos bajo amenaza”, dice a The Guardian. “No sabíamos si sobreviviríamos. Cuando llegué a Reino Unido me sentí seguro, pero me deportaron a Nepal el 17 de agosto”, indica.
A algunos de los guardias nepalíes evacuados de Kabul en 2021, que realizaban en Afganistán un trabajo casi idéntico al de los expulsados por la fuerza, se les concedió permiso indefinido para permanecer en Reino Unido, incluidos dos de los diez detenidos en marzo, que permanecen en centros de detención para inmigrantes.
Jamie Bell, del bufete de abogados Duncan Lewis Solicitors, que representa a algunos de los detenidos que continuan detenidos, afirma: “Estos valientes hombres fueron evacuados de Afganistán y, posteriormente, fueron preparadas y tramitadas sus solicitudes de residencia permanente en Reino Unido. Nunca se les habló de ningún gesto de buena voluntad y no existió nunca el acuerdo de que podrían ser expulsados, y mucho menos detenidos tras una redada matutina en su hotel. Resulta alarmante ver cuántos se han visto afectados por esta terrible situación”.
Un portavoz del Ministerio del Interior responde: “Mantenemos nuestro compromiso de ofrecer protección a las personas vulnerables y en situación de riesgo que huyen de Afganistán y hasta ahora, hemos puesto a salvo a unas 24.500 personas en Reino Unido”.
“Como gesto de buena voluntad, se evacuó de Afganistán a varios ciudadanos nepaleses que no cumplían los requisitos del programa de reasentamiento de ciudadanos afganos. Esto se hizo con el entendimiento de que, una vez en Reino Unido, estas personas organizarían el viaje de regreso al país de su nacionalidad y que se les ofrecería apoyo para el mismo”, asegura. Se ha solicitado información a la embajada de Nepal en Reino Unido.
Traducción de Julián Cnochaert.