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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

DATOS

Segregación de inmigrantes en España: así se concentra la población extranjera en barrios pobres de las ciudades

Cuando a Lily Calzado le preguntan dónde vive y ella responde, suele despertar cierta sorpresa entre sus interlocutoras: “¿En Las Rozas? ¡Ah, entonces tú eres rica!”, le han contestado en más de una ocasión. “No, ¡en Las Rozas pobre! ¡No en la rica!”, corre a aclarar entre risas esta mujer dominicana de nacionalidad española. Vive en el centro del municipio madrileño, uno de los puntos donde se concentra un alto porcentaje de población extranjera en comparación con sus alrededores, plagados de chalets y urbanizaciones de lujo.

Aunque no el único, la renta es uno de los factores clave que explica la segregación de extranjeros no comunitarios en ciertas áreas de España. La concentración de inmigrantes en las zonas más pobres es una tendencia que se repite en prácticamente todas las grandes urbes españolas, según los datos analizados por eldiario.es.

Desde Madrid a Barcelona, pasando por Bilbao o Sevilla. En las secciones censales del 10% más pobre de Madrid, el porcentaje de residentes nacido fuera de la Unión Europea triplica al de las áreas más ricas de la capital. En Barcelona, este porcentaje pasa del 37% en las secciones de menos renta al 13% en las más adineradas.

En Vigo, la proporción de inmigrantes en zona pobre-zona rica es 12%-8%, en Murcia 19%-5%, en Palma 26%-10%, en Bilbao 17%-6%. Los expertos destacan entre algunos factores que explican la segregación de inmigrantes el precio del alquiler, las políticas migratorias, la presencia de redes de protección o la discriminación racial.

“Te vas a vivir allí donde puedes vivir. Si su capacidad económica es baja acudirá a aquellos sitios donde el precio del alquiler en teoría es más bajo”, apunta Juan Carlos Checa profesor de Geografía y Humanidades en la Universidad de Almería, experto en segregación residencial.

La primera vez que Calzado vivió en Las Rozas lo hizo en, como ella dice, “Las Rozas rica”. “Cuando llegué a España, vivía con mi hermana en Campamento, por los precios. Luego, me vine aquí a trabajar como interna”, explica la mujer, quien después ha trabajado en otras casas por horas y en restaurantes de la zona. Paga 425 euros por un estudio de una habitación, donde reside con su marido y sus dos hijos. “Es más barato que en los alrededores, pero está subiendo”, apunta.

Más allá de la renta, la concentración de las personas extranjeras está atravesado por otro criterio: la discriminación. “Hay inmigrantes que podían vivir en otro lugar, pues cuentan con la capacidad económica para ello, pero el propietario en muchas ocasiones prefiere a una familia española, aunque ambas ganen lo mismo”, describe el profesor Checa. Los prejuicios racistas disminuyen las posibilidades de las personas extracomunitarias, por lo que acaban acudiendo a esas zonas donde saben que los arrendadores no imponen obstáculos a la población extranjera.

Uno de cada tres españoles evitaría o rechazaría (36%) alquilar un piso a migrantes o llevar a su hijo a un colegio donde haya muchos niños hijos de inmigrantes (30%), según los datos del último barómetro del CIS sobre actitudes hacia la inmigración de 2017. Un porcentaje similar se negaría o trataría de evitar “vivir en el mismo barrio en el que viven muchos inmigrantes”.

El experto de la Universidad de Almería cita la llamada teoría de la “fuga de blancos”, creada en EEUU por la Escuela de Chicago. “Según sus estudios, cuando en un barrio la población inmigrante supera un 22%, la gente blanca empieza a irse”, sostiene Checa, quien apunta que, además del racismo social, se suma el institucional, debido al “deterioro de la inversión pública que suele venir después” del aumento del volumen de la población inmigrante en ciertas zonas.

¿Hay excepciones? Pocas, pero sí. Por ejemplo, en Las Palmas de Gran Canaria hay más proporción de inmigrantes en las zonas más ricas cercanas al puerto de la capital que las secciones de menos renta. El retorno de emigrantes canarios que se desplazaron a Cuba y Venezuela durante la primera y segunda mitad del siglo XX explica estas diferencias.

También la segregación se reduce en las ciudades en las que hay poca presencia de población migrante. Apenas el 3,4% de la población en la ciudad de Córdoba nació en África, Asia o América. Un porcentaje que distribuye de forma equilibrada a las personas inmigrantes entre las distintas zonas de la ciudad por nivel de renta.

Córdoba no es un caso aislado: los datos señalan que la segregación de inmigrantes en las zonas pobres aumenta en las ciudades donde hay más extranjeros. Si cogemos los municipios de más de 20.000 habitantes con menos de un 5% de residentes nacidos fuera de la UE, este porcentaje se mantiene bastante similar entre zonas ricas y pobres. Si cogemos las ciudades con más de un 15% de inmigrantes, la proporción de extranjeros sube hasta el 32% en las zonas de menos renta y baja hasta el 12% en las áreas más ricas.

Isla de inmigración en Los Remedios (Sevilla)

En Sevilla, destaca una 'isla' de renta baja en la que un 31,6% de los vecinos son extranjeros en medio de Los Remedios, uno de los barrios más ricos de Sevilla. La zona con mayor concentración de población inmigrante se encuentra entre el 16% más empobrecido de Andalucía, pero está rodeada por viviendas que se sitúan entre las más ricas de la comunidad (2%-10%). En estas otras, la presencia de extranjeros se desploma del 31% hasta, como mínimo, el 8,3%.

Se trata de una zona con casas bajas y de peor calidad que contrasta con el resto del barrio, con bloques de pisos, muchos de ellos de gran tamaño, así como una zona de oficinas próxima. Un ejemplo: mientras en una de las calles de esta isla, Santo Ángel, se alquilan apartamentos por cerca de 500 euros, en otras calles de Los Remedios situadas a no más de cinco minutos a pie hay alquileres que rondan los 800 euros.

“Hay quien habla de esta barriada como la de las 'casas baratas'. Por el tipo de edificación, parece de finales de los años 50 o principios de los 60. Es la típica construcción de viviendas sociales de la época, que en su origen costaban muy poco. Lo raro que tiene es que está en el barrio de Los Remedios, una de las zonas de la clase media y alta de la ciudad. Porque la vivienda social de aquella época se concentraba en otras zonas”, apunta Iban Díaz, investigador del departamento de Geografía Humana de la Universidad de Sevilla. Según el experto, el hecho de que sean viviendas “relativamente baratas tanto para alquilar como para comprar” es uno de los factores que explican la mayor concentración de población inmigrante en ese conjunto de calles.

“Cuando la población extranjera empieza a asentarse en Sevilla al principio del siglo XXI elige este tipo de barriadas tradicionalmente obreras, que eran más asequibles”, señala. También destaca, entre otras condiciones, el acceso a puestos de trabajo.

El Raval, símbolo de la segregación en Barcelona

Si un barrio está asociado a la segregación en Barcelona, tanto la que afecta al origen de sus vecinos como a su renta, este es el Raval. Con cerca de un 50% de la población de origen extranjero -principalmente de Pakistán, Bangladesh y Filipinas-, esta zona céntrica en la que viven unas 50.000 personas (más que la mayoría de capitales de comarca catalanas) linda con algunos barrios que están muy lejos de sus problemáticas.

La frontera más acusada es la que separa este barrio del distrito del Eixample. A un lado de las rondas Sant Pau y Sant Antoni, los vecindarios del Raval concentran porcentajes de inmigración de hasta el 59% y rentas cercanas a los 20.000 euros anuales, sobre todo en la parte sur. En el Eixample, la tasa de extranjeros justo al lado del Raval no supera el 30% y la renta media, va de los 30.000 euros hasta los 48.000.

Junto a otras zonas céntricas del Gòtic y la Barceloneta, el Raval sufre además una presión añadida. Sus calles son un foco de atracción turística e incluso comercial y cultural, lo que provoca que en ellas convivan ciudadanos que viven en la pobreza más severa con hoteles de cinco estrellas, bares de moda y teatros de referencia.

Zaragoza: la “frontera” entre tranvía y canal

El parque que rodea el Canal imperial de Aragón se convierte en una suerte de frontera física entre un área empobrecida con destacada presencia de población inmigrante y el resto del pudiente barrio zaragozano de Casablanca. En esta zona, conformada por viviendas bajas más degradadas que las de su alrededor, entre el 18,8 y el 23,3% de sus habitantes nació fuera de la UE. Las rentas, de alrededor de 22.000 euros por hogar, colocan a sus viviendas en el 27% más pobre de España, el 14% más humilde de la comunidad autónoma.

Todo cambia al otro lado del canal y la explanada verde que dibuja uno de sus límites. Las características se modifican también al traspasar las vías del tranvía ubicadas en Vía Ibérica, rodeada en uno de sus laterales por un muro que cerca un hospital militar. En esos otros extremo, las rentas se disparan. Sus hogares, que en algunos casos alcanzan los 84.000 euros anuales, se colocan en el 2% más rico del país. Los salarios escalan al mismo ritmo que desciende la población extracomunitaria de estas zonas de Casablanca, que gira en torno al 3 y el 5% de sus habitantes, en función de la sección censal. La arquitectura también muestra la diferencia: las casas bajas y calles estrechas son sustituidas por urbanizaciones con piscina o zonas verdes, edificios más altos y ubicados en amplias avenidas.

El casco urbano de Las Rozas y Majadahonda

En el norte de la Comunidad de Madrid, varios municipios atraen a familias de altas rentas que buscan tranquilidad en casas unifamiliares o grandes urbanizaciones equipadas con piscina, zonas verdes o pistas de padel, extendidas por los alrededores de sus cascos urbanos. Majadahonda, Pozuelo de Alarcón o Las Rozas son algunos ejemplos.

En estas zonas periféricas, de viviendas de mayor calidad y rentas medias situadas en torno al 1 y 9% más rico de España, los residentes extracomunitarios se sitúan en torno al 5% y el 13%. Sin embargo, su concentración aumenta en las viviendas localizadas en el centro de estos mismos municipios, con residencias más humildes y baratas situadas más cerca de los comercios y servicios, y fácil accesibilidad en transporte público. En algunas secciones censales del casco urbano de Majadahonda, la población nacida fuer a de la UE asciende hasta el 44% y su renta baja hasta instalarse en el 37% más pobre de la Comunidad de Madrid, aunque se mantiene en la media de la región en algunas secciones censales.

En el casco de las Rozas, el volumen de inmigrantes extracomunitarios sube al 35%, y la renta de algunas áreas se encuentra en torno a los 32.000 euros que, aunque se encuentra en la media de la comunidad, cae con respecto a los alrededores del municipio, donde la población extranjera es inferior y los ingresos superan en algunos hogares los 89.000 euros.

Carrús, el barrio más pobre de España

Catalogado como el barrio más pobre de España entre los municipios de más de 200.000 habitantes, según un informe de la Agencia Tributaria, el barrio ilicitano de Carrús acoge en sus casas, la mayoría viviendas antiguas de más de medio siglo, a toda una amalgama de culturas, entre las que predominan la sudamericana, el Magreb, África Central y china.

Esta población extranjera, que en zonas concretas, como Carrús Este, roza el 30% del total, con una renta por hogar por debajo de los 17.000 euros anuales, convive con la española, comunidad a su vez formada por andaluces, castellano-manchegos y murcianos que acudieron a esta localidad al sur de Alicante para trabajar en el sector del calzado en la década de los años 60.

En la actualidad, este barrio, el más poblado de Elche con 80.000 habitantes, cuenta con un 50% de vecinos nacidos fuera, ya sea porque proceden de otra comunidad autónoma o de otro país. La convivencia suele ser la protagonista, descontando el ataque racista de 2004 cuando unos manifestantes incendiaron una nave de calzado chino en el polígono de Carrús. La prueba la encontramos en Ahmed y María Eugenia, un matrimonio musulmán que desde hace once años da de comer sobre todo a familias españolas sin recursos en su comedor social situado en el corazón de Carrús.

Tetuán: barrio multicultural junto a la rica Castellana

Las viviendas bajas y las calles estrechas de Tetuán aumentan su altura y anchura una vez sorteada la frontera invisible dibujada por la Calle del Poeta Joan Maragall, paralela al Paseo de la Castellana que marca el límite del acaudalado Salamanca. Es uno de los barrios madrileños, junto a Lavapiés y Usera, donde reside más población extracomunitaria. Entre el 20% y el 44% de sus habitantes, en función de la sección censal, nació fuera de la Unión Europa.

El barrio conforma una isla de precios bajos de alquiler que ha atraído durante años a población extracomunitaria. Algunas de sus viviendas se sitúan entre el 29 y 40% más empobrecidas de la región, niveles económicos que contrasta con los ingresos de uno de sus barrios más próximos, el de la Castellana. En esta zona de calzadas anchas y fuerte presencia de oficinas, muchas de sus viviendas superan los 89.000 euros anuales, localizándose en torno al 1% y el 6% más adinerado de España. En Tetuán, la renta cae al mismo tiempo que empeora la calidad de las viviendas donde parte de sus habitantes viven con cerca de 28.000 euros al año.

Los tres barrios clave en A Coruña

Agra do Orzán, Sagrada Familia y Os Mallos son los tres barrios de A Coruña en los que vive un mayor porcentaje de población migrante, fundamentalmente procedente de Latinoamérica. Agra do Orzán es un barrio muy masificado -de hecho, el de mayor densidad de población de la ciudad- y en algunas zonas más del 20% de los vecinos ha nacido fuera de la Unión Europea. En Sagrada Familia y Os Mallos, que comparten también con Agra do Orzán ser zonas envejecidas, ocurre algo similar: la presencia de personas de otras nacionalidades varía entre un algo más del 10% hasta el 23%, dependiendo de la sección censal.

En estos barrios se marca una frontera clara con las zonas del centro urbano y el casco histórico, donde se concentran las rentas más elevadas. En cambio, buena parte de Agra do Orzán, Sagrada Familia y Os Mallos está entre el 30% más pobre de toda Galicia. En Agra do Orzán se encuentra la sección censal de menor renta por hogar de la ciudad con poco más de 17.000 euros, lo que la sitúa entre el 1% más pobre de la comunidad.

Inmigrantes en la periferia de Palma

Tiendas de alimentación, locutorios y varias cafeterías pueblan las zonas comerciales del barrio de Son Gotleu en Palma. En este barrio se ubican algunas de las secciones censales más pobres -por debajo de los 20.000 euros por hogar- de la capital balear. Coincide también con ser una de las zonas con mayor proporción de inmigrantes: casi la mitad de los residentes nacieron fuera de Europa.

Una fotografía de un barrio en proceso de degradación que contrasta con la proporción de población extranjera en las zonas cercanas al puerto, en el centro de la ciudad. En Sant Jaume, con rentas superiores a los 50.000 euros por hogar, los nativos son mayoría. Menos del 12% de los residentes nacieron en países de América, África o Asia.