Hace tres años una brutal espiral de violencia entre milicias Seleka y Anti Balaka dejó miles de muertes y abrió una profunda herida para la población que aún no se ha cerrado
A pesar de las elecciones presidenciales, la violencia no ha cesado y 2,3 millones de personas siguen en extrema necesidad de asistencia humanitaria
Batangafo, un pueblo enclavado en medio de la selva en el noroeste del país, representa claramente el sufrimiento de aquellos que lo perdieron todo