El Sindicato de Manteros denuncia que la muerte de Mame Mbaye es “el desenlace de una persecución policial constante”
Sienten que han puesto en su boca “muchas versiones e informaciones falsas” y han convocado a los medios de comunicación para expresar, una vez más, su versión de los hechos. La organización considera que la muerte de su compañero Mame Mbaye el pasado jueves en Lavapiés “no es un caso aislado” sino que, apuntan, es “el desenlace de la persecución constante que sufren por la venta ambulante” por lo que solicitan la despenalización de la manta, la “revisión de los protocolos policiales” y la modificación de la Ley de Extranjería que, a su juicio, aboca a muchos migrantes en situación irregular a vender en la calle.
Según el relato del Sindicato, este jueves, Mbaye estaba vendiendo por la tarde en la Puerta del Sol de Madrid cuando comenzó una persecución de la Policía Municipal contra los manteros que se encontraban desplegados en la plaza. “Hubo una persecución brutal. Salieron muchos de los compañeros que venden en la manta, varios, incluido el fallecido Mame, salieron corriendo desde Sol a la Plaza Mayor”, explica Serigne Mbaye, portavoz del colectivo. “Mame dijo a sus compañeros que ya no podía mas y, al llegar a la calle Oso, se desplomó en el suelo. El testigo estuvo reanimándolo hasta que llegó la Policía”. Mbaye murió a causa de un infarto, después de que varios agentes policiales tratasen de reanimarle sin éxito.
Su versión de los hechos, por tanto, coincide con la difundida por el Ayuntamiento de Madrid, que reconoce la existencia de un control policial anterior a la muerte, que finalizó en Plaza Mayor. El delegado de Seguridad del Consistorio, Javier Barbero, afirmó que la Policía ya no perseguía a Mbaye en el momento del infarto en la calle Oso, pero confirmó que hubo una persecución 20 minutos antes del desfallecimiento del joven aunque insisten en que, hasta la visualización de las grabaciones de las cámaras de seguridad, no pueden confirmar la presencia del joven senegalés en las cercanías de dicho control.
Sin embargo, para el Sindicato de Manteros, la muerte de Mambe Mbaye no se hubiese producido si no hubiese tenido lugar la persecución policial, independientemente de que esta hubiese finalizado en el lugar donde el ciudadano senegalés falleció o, tiempo antes, en la Plaza Mayor.
“Vamos a seguir diciendo que ha habido una persecución anterior a la muerte de Mame que le llevó a desplomarse. Él siempre ha estado viviendo bien y nunca ha tenido este problema de salud”, añade. Cada una de las intervenciones de los portavoces del Sindicato han despertado los aplausos y gritos de apoyo de la decena de compañeros manteros que acudieron a la convocatoria.
Desde la muerte de Mbaye, los colectivos de migrantes y manteros han reclamado “transparencia” en las investigaciones ya que, por el momento, no han dado acceso a las autopsias a los amigos ni familiares del mantero fallecido. El resultado de esta, que ha sido filtrada a los medios, concluye que el senegalés sufría una enfermedad congénita del corazón.
Los manteros unidos en el Sindicato destacan el “riesgo” ligado a los controles de la Policía Municipal que terminan en carreras en pleno centro de Madrid. “Mambe se ha muerto porque estaba cansado después de la persecución y se ha caído, pero podría ser cualquiera. Hemos vivido anteriormente roturas de piernas, roturas de brazos, agresiones policiales”, apunta Malick Gueye, otro portavoz de la asociación, quien asegura haber entregado una queja a la Defensoría del Pueblo con una serie de “agresiones policiales” documentadas.
El Sindicato ha pedido al Ayuntamiento poner fin a las persecuciones policiales y una investigación de la muerte de Mame Mebaye. Según aseguran, las actuaciones policiales en relación con la venta ambulante han aumentado desde la llegada de Ahora Madrid al ayuntamiento. “Llevamos muchos años denunciándolo. Concretamente, los últimos tres años hemos tenido la oportunidad de hablar con el Ayuntamiento y hacerle estas demandas. Nunca ha tenido la voluntad de hacer algo”, señala Gueye. Según sus datos, desde enero de este año las actuaciones policiales han aumentado un 43% en 2017 contra los manteros.
“La policía debe garantizar la seguridad de todas las personas que nos encontramos en la calle. Hemos sabido que una ciudadana francesa se cayó al suelo durante la persecución policial del jueves y quedo lesionada: hay niñas y niños, hay personas mayores y la manera en la que se llevan a cabo estas persecuciones ponen en peligro a estas personas”, ha indicado Marta Herrero de Pablo, letrada de la Asociación Sin Papeles de Madrid (ASPM).
Los manteros y lateros, recuerda el portavoz senegalés, “tienen este oficio porque se chocan con la barrera de la Ley de Extranjería -que les impide regularizarse hasta, como mínimo, los tres años de estancia en España-, que les acorrala y ningunea y no tienen ninguna alternativa, solo dedicarse a la venta ambulante”.
“Mame era nuestro amigo, nuestro compañero. Llevaba 13 años en España y nunca tuvo la oportunidad de hacer lo que sabía hacer. Era un artista, pintaba nuestros carteles y siempre nos cocinaba. Ha pedido los papeles y nunca se los han dado. Ha tenido que vivir en la clandestinidad. Todos los días se levantaba y le perseguía la Policía, hasta este jueves”, añade Malick, despertando, de nuevo, los aplausos de apoyo de sus compañeros.