Turquía devuelve en masa a refugiados, incluidos niños y embarazadas, a Siria

Cientos de refugiados, incluidos niños y mujeres embarazadas, han sido expulsados por las autoridades turcas al país en guerra del que huyen, Siria, según nuevas investigaciones de Amnistía Internacional. La ONG reúne varios testimonios de refugiados afectados por las deportaciones, que se ejecutan en las provincias de la frontera sur de Turquía “casi a diario desde mediados de enero”, denuncia la organización. La UE está ultimando los detalles para aplicar su pacto de expulsiones de refugiados a Turquía, que entró en vigor el pasado 20 de marzo

M. Z., un hombre sirio de 30 años que llevaba en Turquía desde principios de 2015, llamó por teléfono a Amnistía Internacional (AI) desde Siria para denunciar que había sido víctima de una de estas expulsiones. Él y otros cuatro miembros de su familia, incluidos tres niños (de 11, 10 y 9 años), fueron detenidos por policías turcos cuando iban al parque a jugar, según su testimonio.

M. Z. explicó que los metieron a los cinco en un autobús y los llevaron al paso fronterizo de Cilvegözü / Bab al Hawa, en la provincia de Hatay. Había un total de “siete autobuses”, explicó, con unas 30 personas cada uno, en su mayoría familias. “Lo que supone hasta 210 personas refugiadas sirias”, alerta AI, que fueron expulsadas al país sumergido en una guerra civil desde hace más de cinco años. Esto ocurrió “en torno al 20 de febrero” de este año.

Expulsiones de embarazadas

Otros dos hermanos sirios también informan del mismo mecanismo de expulsiones, que afectó a otro hermano, K. A., y la esposa de éste, B. Q. K. A., que está embarazada. Según los dos hombres, fueron devueltos a Siria en un furgón, por el mismo paso fronterizo de la provincia de Hatay, junto con otros siete furgones que transportaban a personas refugiadas sirias. “Al parecer, cada furgón transportaba a unas 14 personas, lo que representa unos 112 refugiados sirios”, apunta la ONG. Esto ocurrió “El 3 de marzo de 2016”.

Todas estas personas expulsadas están ahora en el campo de Atma (Siria), al otro lado de la frontera turca. Según sus testimonios, las condiciones del campo son pésimas, “sin agua corriente ni saneamiento, y con un suministro de alimentos totalmente inadecuado”. Los niños de la familia de M. Z. han contraído enfermedades cutáneas desde que están en este centro. B. Q. K. A. está ahora embarazadas de nueve meses.

AI ha alertado en un comunicado de que la semana pasada, a lo largo de tres días, un equipo de investigación recopiló múltiples testimonios como estos de devoluciones en gran escala desde la provincia de Hatay. La mayor parte de los afectados son personas que no se habían registrado en Turquía, pero también hay casos como el de M.Z., que tenía sus papeles en el país.

Sobre las posibilidades de registro en suelo turco, AI alerta de que han aumentado las dificultades para hacerlo en las provincias de la frontera sur. “El registro es necesario para acceder a servicios básicos”, recuerdan desde la organización humanitaria. Además, algunas personas que han acudido a registrarse han sido detenidas y expulsadas. “Amnistía Internacional habló con una familia de refugiados sirios no registrados en la provincia de Hatay que habían optado por permanecer en su apartamento en lugar de intentar registrarse, por temor a ser devueltos a Siria”.

“Turquía no es un país seguro”

La organización denuncia que Europa está haciendo la vista gorda con estas y otras vulneraciones de derechos humanos –como los asesinatos a tiros por policías turcos de refugiados sirios que intentan cruzar su frontera–, en su pacto para devolver refugiados a Turquía. 

“En su desesperación para sellar las fronteras, los líderes de la UE han ignorado a propósito el más simple de los hechos, que Turquía no es un país seguro para los refugiados sirios”, señaló el director para Europa y Asia Central de la organización, John Dalhuisen, en un comunicado emitido desde su sede en Londres.

La Comisión Europea (CE) ha reiterado que prevé iniciar el próximo lunes el mecanismo pactado con Ankara por el cual se devolverán a Turquía los refugiados que alcancen suelo griego, según informa EFE.

“Es un acuerdo que solo puede ser implementado por los corazones más duros, con una enorme indiferencia por la legalidad internacional”, sostuvo Dalhuisen. “Lejos de presionar a Turquía para que mejore su protección a los refugiados sirios, la Unión Europea está incentivando lo contrario. Es altamente probable que Turquía haya devuelto a Siria a varios miles de refugiados en las últimas nueve semanas”, indicó.

Si el acuerdo se pone en marcha, “hay un riesgo muy real de que algunas de las personas que la Unión Europea envíe a Turquía acaben sufriendo el mismo destino”, apuntó el responsable de AI.