El excomandante ugandés Dominic Ongwen, el primer condenado en la Corte Penal Internacional por el crimen “embarazo forzado”
La Corte Penal Internacional (CPI) declaró este jueves culpable al excomandante ugandés del Ejército de Resistencia del Señor (ERS) Dominic Ongwen, de 61 crímenes de guerra y de lesa humanidad. Entre los delitos cometidos por Ongwen, que escuchó el veredicto sin inmutarse, se encuentran ataques contra la población civil, asesinato, tortura, persecución, esclavitud, matrimonio forzado, embarazo forzado y reclutamiento de niños soldado.
El juez de la CPI Bertram Schmitt necesitó casi dos horas para la lectura pública de la sentencia y narró las atrocidades del ERS entre 2002 y 2005, años en los que Ongwen ascendió en la cadena de mando del grupo armado. El ERS atacó, en su lucha contra el gobierno del presidente Yoweri Museveni, campamentos de desplazados internos localizados en el norte de Uganda que, supuestamente, eran defendidos por el Ejército. El magistrado Schmitt, que leyó en voz alta los nombres de decenas de víctimas, explicó que en los ataques del grupo armado, sus miembros “también dispararon contra civiles. Tenían orden de dispararles en la cabeza y en el pecho para asegurarse de que morían”.
Es la primera vez que la CPI considera culpable a un acusado por “embarazo forzoso”, sufrido por dos mujeres a las que había previamente secuestrado.
“Mantuvo sexo por la fuerza con cuatro de ellas”, dijo el juez, que recordó las palabras de una testigo cuando señaló que las violaciones ocurrían “cuando Ongwen quería”.La primera de ellas prestó declaración de forma anónima como la testigo P-0101 y fue reclutada a la fuerza por el ERS en el norte de Uganda. El condenado la nombró como una de sus “esposas” y la obligó a mantener sexo “de forma repetida y siempre que Dominic Ongwen quisiera”, se dice en el veredicto.
En su primer encuentro sexual con el entonces comandante del ERS, la victima tenía quince años. En un principio se negó a entrar a su tienda de campaña, pero fue forzada a hacerlo por guardias de seguridad.
Tras ser amenazada con un arma por el propio Ongwen, la menor dijo que nunca había mantenido relaciones sexuales. Los escoltas del líder militar “la tomaron de las manos mientras Dominic Ongwen la sostuvo por la fuerza” y la violó, mientras ella “lloraba y sangraba”. Como consecuencia de las violaciones, la adolescente tuvo un niño en 2004 y una niña en 2005.
La misma testigo añadió que los miembros del ERS cometían abusos sexuales contra niñas que tenían “entre once y doce años” y “las convertían en esposas a edades muy tempranas”.
La otra víctima del crimen de embarazo forzado --un eufemismo de embarazo tras violación-- también prestó declaración de forma anónima, como la testigo P-0214, y contó que Ongwen le ordenó que fuese a su habitación.
“Ella se negó a ir, pero vio a tres escoltas con palos”, se dice en la sentencia, y decidió obedecer. “P-0214 sintió dolor y miedo porque nunca antes se había acostado con un hombre” añadieron los jueces. Tras repetidas violaciones, la víctima dio a luz a una niña en diciembre de 2005.
Estas testigos son solo dos de las siete mujeres sometidas a abusos sexuales por Ongwen entre 2002 y 2005. Las siete mujeres “eran objeto de palizas con bastones y palos a las órdenes de Dominic Ongwen” y algunas de ellas terminaron “inconscientes, incapaces de caminar y con cicatrices permanentes”, añadió el magistrado Schmitt. Otros delitos cometidos por el excomandante del ERS son ataques contra la población civil, asesinato, tortura, persecución, esclavitud y reclutamiento de niños soldado.
El equipo legal de Ongwen, que tiene la posibilidad de presentar un recurso de apelación, había argumentado que su cliente fue una víctima del ERS, pues fue enrolado al grupo armado cuando era un niño y decía obedecer ciegamente a su líder, Joseph Kony. El tribunal con sede en La Haya dará a conocer en una vista posterior cuántos años deberá pasar en prisión Ongwen, que fue trasladado al centro de detención de la CPI en enero de 2015
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