A bordo de una barca de búsqueda y rescate de Open Armas. “La misma que ha estado en cientos de rescates, han estado hombres, mujeres, niños rescatados, y que volverá a salir al mar a recogerlos”, ha descrito Anabel Montes, de Open Arms, en ekl Parlamento Europeo en Estrasburgo. A bordo de esa barca ha llegado el equipo de la ONG a la Eurocámara, por los canales de la ciudad francesa, y con el eurodiputado de Podemos, Miguel Urbán: “Hemos venido en una barca de rescate y búsqueda, por los canales de Estrasburgo, con la finalidad de que desembarcara el debate de la criminalización en el Parlamento Europeo”.
“Queríamos que desembarcara este debate porque Europa no hace sus deberes”, ha dicho Urbán: “La UE debería tener una guardia costera pública que evitara las muertes, y en lugar de eso favorece la criminalización de las ONG, que hacen el trabajo que tendría que hacer una UE que permite que matones fascistas como [Matteo] Salvini [líder de la Lega y hombre fuerte del Gobierno italiano] puedan amenazar a estas ONG”.
Anabel Montes, de Open Arms, ha insistido en que “las organizaciones estamos actuando donde los Estados, que son responsables, no lo hacen. Y queremos denunciar que en España hemos pasado de la cooperación y la labor humanitaria a que este mismo Gobierno nos amenace con multas de entre 300.000 y 900.001 euros. Pero no va a hacer que paremos. Tenemos que decidir entre ser cómplices de asesinato o pagar una multa que es poner precio a la vida de personas no blancas ni europeas. Y nosotros lo tenemos claro: preferimos ser presos antes que cómplices”.
Montes ha presentado una carta de Sea Watch y Open Arms en la que reclaman unas “bases mínimas: parar la criminalización de las organizaciones, asegurar la vida de estas personas, y que los Estados se hagan responsables de sus zonas de competencia”.
Urbán ha insistido en que “Frontex no hace esa labor, no cumple una labor de búsqueda y rescate, que se hacía con operaciones anteriores en el Mediterráneo central. Hemos ido hacia atrás”. Y ha añadido: “La criminalización de las ONG es también de testigos incómodos de las políticas de la UE. Desde 2016 la frontera europea está en el Sahel, se están externalizando las fronteras a cambio de la ayuda al desarrollo, lo cual es una vergüenza”.