ENTREVISTA Alberto Gaitán, vicepresidente de Ceuta

El vicepresidente ceutí: “El reparto es la única manera de que Ceuta no se convierta en una cárcel de menores”

Gabriela Sánchez

Ceuta —

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Son días de constantes reuniones extraordinarias en el Ayuntamiento de Ceuta. Las constantes llegadas de adolescentes migrantes a la ciudad autónoma, que acoge 508 chavales, mantiene al área de menores del Gobierno local en búsqueda constante de espacios, literas, baños y soluciones a la sobreocupación de sus centros de acogida. El consejero de Presidencia encargado de las políticas de infancia, Alberto Gaitán (PP), atiende a elDiario.es tras posponer la entrevista en tres ocasiones minutos antes de la cita pactada. A la tercera, se sienta en la sala de prensa del Consistorio y pide disculpas. Son, dice, días de mucho trabajo impredecible.

El día anterior a la entrevista han llegado a los centros de acogida locales una decena de niños. El anterior, 19. El anterior, más: 40. A medida que su departamento coloca camas para los recién llegados, en un momento cuya saturación supera el 470%, cada nueva llegada les empuja a reestructurar. Buscan baños, buscan duchas, buscan más espacios para alojar a los chiquillos que pisan la orilla de Ceuta empapados, después de nadar durante horas desde Marruecos entre la niebla.

Ponen parches en su tensionada red de acogida, dicen, mientras siguen pidiendo al Gobierno central y a las comunidades autónomas una solución estable para poder trasladar a un número de menores migrantes suficiente a otros puntos de la península, tras el bloqueo de la reforma de la Ley de Extranjería por parte de PP y Junts.

¿Cuál es la situación actual de los menores en Ceuta?

Estamos teniendo un aumento de la presión migratoria muy importante. Fundamentalmente en este mes de agosto, han entrado en lo que llevamos de mes más de 300 menores y, por tanto, los recursos los tenemos sobreocupados. Con una ocupación de 475 menores, lo que supone una sobreocupación de los recursos ordinarios del 477%. En el año han ingresado más de 700 menores, mientras por estas fechas del año pasado lo habían hecho unos 112 . Por tanto, hay un incremento de cerca del 520% con respecto al año anterior. Desde un primer momento hemos solicitado al Gobierno de la nación un apoyo, ante esta situación que desborda nuestras capacidades. Ceuta no puede afrontarla sola. Estamos hablando de una ciudad de 18 kilómetros cuadrados y  85.000 habitantes, con una densidad de población de las más altas de España. Se trata de una situación crítica porque los menores continúan entrando y el número sigue subiendo. 

Hace dos semanas hicieron un llamamiento urgente al Gobierno y a las comunidades autónomas. ¿Por qué han subido el tono en este momento? 

Porque estábamos viendo que estaban entrando una media de 20 o 25 menores por día. Teniendo en cuenta que nuestra capacidad ordinaria son 88 menores y estábamos ya en unos 40, vimos que la situación se podría complicar, como de hecho se está complicando. Pusimos en conocimiento de quien puede darnos la ayuda, que es el Gobierno de la nación, en definitiva, la situación que estábamos viviendo y recabando por tanto la colaboración por parte del resto del Estado para poder afrontar esta situación que debe de abordarse con una derivación de menores al resto de España.

¿Cómo está afectando esa saturación que ha trasladado en cifras, en la atención que da la ciudad a esos menores?

La atención la estamos dando a través de organizaciones del tercer sector que nos ayudan en la cobertura de esta emergencia. Pero la disponibilidad de terrenos en nuestra ciudad y la capacidad de los recursos para poderlos cobijar están llegando ya a su límite. La ciudad de Ceuta no dispone de mucho más espacio donde poder alojar a más menores si siguen continuando las entradas como están continuando.

Ya entre febrero y marzo tuvimos unas entradas importantes de menores. Desde ese momento empezamos a buscar determinados recursos. Los pocos que hay en la ciudad de Ceuta se han podido abrir: cinco centros en lo que va de año. Hemos intensificado, sobre todo en el mes de agosto, la apertura de un nuevo espacio y, por tanto, ahora mismo sí que tenemos dónde poder ubicar a esos menores. Pero es verdad que todos los centros ya están en el límite de su capacidad. A partir de ahora va a ser muy difícil o casi imposible poder encontrar nuevas ubicaciones.

¿Son recursos en los que no pueden estar mucho tiempo? ¿Qué características tienen hacen que no sea un lugar adecuado para estos niños, como han dicho en algunas ocasiones?

Tenemos un terreno que es al aire libre, donde se han colocado una serie de módulos y no son las condiciones más idóneas para poder tener a los menores. También se ha dispuesto de una nave en la que se han establecido una serie de cabañas dentro de la misma o de tiendas en donde los menores también pueden habitar. No son los mejores recursos, pero son los únicos de los que dispone la ciudad de Ceuta.

Realmente, si entran y entran en exceso para las capacidades que tenemos, no hay más solución que la salida. Es la única manera para que Ceuta no se convierta en una cárcel de menores.

En julio, las comunidades autónomas pactaron el reparto de  470 menores desde Canarias y Ceuta. En concreto, a Ceuta le corresponde la salida de 87 niños y adolescentes. ¿Cuántos menores han sido trasladados desde entonces?

De los 87 menores que la Ciudad de Ceuta tenía que derivar a otras comunidades autónomas, han salido alrededor de 30 menores. Han ido sobre todo a Andalucía y a Cataluña. Pero también, en números más bajos, a Extremadura. Van a salir en los próximos días a otras comunidades como Galicia, Navarra y Murcia. Estamos hablando con los gobiernos autonómicos para acelerar los trámites. Y también estamos hablando con distintos gobiernos para trasladar a menores a otras regiones a través de otra vía, manteniendo Ceuta la tutela y dando la guarda a entidades del  tercer sector. Lo estamos explorando con el Ministerio y con las comunidades autónomas, especialmente Andalucía y Extremadura.

Hablan de que están pidiendo también la aceleración de esos trámites. Una de las cuestiones que se ha criticado de este sistema de reparto voluntario es que es insuficiente y, también muy lento.

En cuanto a los trámites que debe hacer la Ciudad de Ceuta, todos los menores tienen que estar reseñados. Tiene que estar también vigilado por el fiscal y deben tramitarse los decretos de traslado correspondientes. Luego, las comunidades autónomas de recepción también tienen que tener sus mecanismos establecidos donde poder ubicar a sus menores y hacer la recogida de esos menores.

¿Y dónde se encuentra el problema? 

La verdad es que nosotros estamos teniendo una respuesta rápida por parte de las comunidades autónomas, pero son cifras insuficientes. 

Hablaba de la otra vía para trasladar a menores en la que trabajan con el Ministerio de Infancia para planteársela al resto de comunidades autónomas. Esa que consiste en ceder la guardia provisional a una ONG y mantener la tutela en la ciudad. ¿Han aplicado esta fórmula alguna vez? ¿Cómo funciona?

Esa vía se da ya con menores que tienen algún tipo de alguna enfermedad para la que en Ceuta no tenemos los medios disponibles para darle el tratamiento. Ya nos ha ocurrido con algún menor que necesita ir a algún centro especializado en la península. La ciudad mantiene la tutela de ese menor y la guarda se le cede a la organización o al lugar donde vaya el menor. 

Es cierto que planteamos esta propuesta para agilizar los traslados en el plan de respuesta que nosotros solicitamos en el mes de febrero, cuando entraron menores. El Ministerio trabajó ya en esta alternativa de mantener la tutela de los niños pero ceder la guarda provisional a una organización del tercer sector en la península.  Eso no prosperó en aquel momento -por la negativa de las comunidades autónomas-, pero nosotros creemos que es una vía de salida. Lo hemos hablado con Andalucía y  con Extremadura. Están dispuestos a trabajar en esa línea y estamos en contacto con ellos para ver si podemos, por esa vía, llevar más menores a estas comunidades. 

¿Lo sabe el Ministerio? 

El Ministerio  también ve bien esta alternativa y lo que hay que hacer es darle forma.

El Gobierno central y el canario plantearon como posible solución más estable la reforma de la Ley de Extranjería, precisamente para agilizar ese tipo de traslados cuando haya una situación de emergencia. ¿Creen ustedes que era una buena fórmula para responder a la situación?

No voy a desvelar nada porque en su momento ya nos posicionamos porque veíamos que era necesario un traslado de menores de manera ágil a las diferentes comunidades autónomas. Esa podría ser una medida adecuada para la salida de menores hacia la península. 

¿Cómo sentó que cayese su tramitación en el Congreso, que fuese tumbada su tramitación por parte de Junts y por el PP?

Quiero decir que probablemente se debía haber abordado esa reforma de otra manera. Es evidente que esto es un problema, que no afecta solo a la ciudad de Ceuta. No afecta solo a Canarias, no afecta solo a Baleares, no afecta solo a Andalucía. Es un fenómeno que afecta a toda España y como tal hay que dar una solución coordinada en toda España, también en Europa. Probablemente aquí, antes de que la norma hubiera ido al Congreso, tenía que haber habido ese acuerdo de los partidos mayoritarios para que la modificación hubiera salido adelante. Eso por las causas que fueran, no se hizo en su momento y yo creo que si no había ese consenso era muy difícil que eso pudiera prosperar en el Parlamento.

¿Están en conversaciones con el propio Partido Popular para que pueda valorar ceder en algunos de esos puntos que exigían que el Gobierno veía inasumibles?

El Partido Popular no puso mayores inconvenientes que debía tenerse en cuenta una financiación adecuada para las comunidades autónomas para hacer frente a la manutención y alojamiento de los memory la convocatoria de una Conferencia de Presidentes para tratar este asunto. Yo creo que poco más fue lo que puso sobre la mesa el Partido Popular.

Hay una cosa más en que no sé si ustedes, viviendo de cerca el fenómeno, están de acuerdo. El PP pedía que estos menores fueran trasladados después de haber determinado su edad, después de la prueba y el trámite de la Fiscalía, algo a lo que se oponía Canarias debido a que, con la gran cantidad de menores que tiene, se retrasarían esos desplazamientos.

Por supuesto. Para nosotros eso no es problema. De Ceuta salen todos con su edad determinada, todos. En Ceuta se hace de manera inmediata. Todos los menores que entran hoy mismo están en el fiscal para iniciar ese procedimiento y los servicios sanitarios correspondientes están haciendo las pruebas. 

¿Tienen información sobre los factores que hacen que se esté dando un aumento de llegadas a nado a Ceuta?

El motivo exacto no lo tenemos, lo desconocemos, pero es verdad que hay un efecto de salida del país vecino. Esa es una realidad. La gente sale hacia Europa y, en camino, lo primero que se encuentran son las Islas Canarias, Ceuta y Melilla, etc. 

¿Se teme que esté habiendo menos control por parte de Marruecos?

No, no, a nosotros nos consta que Marruecos está controlando. Por lo menos es la noticia que a nosotros se nos hace llegar.

A medida que ven que los espacios de acogida se van saturando cada vez más, como estos días pasados, que están llegando unos 20 al día, o incluso más, ¿temen encontrarse con situación de acogida como la vivida en 2021?

Esperemos que no lleguemos a esa situación. Por eso hemos lanzado el llamamiento. Queríamos poner en conocimiento del Gobierno central y las comunidades autónomas la situación que está atravesando Ceuta. 

¿Van a renovar la declaración de emergencia próximamente?

Ahora mismo estamos en declaración de emergencia, seguimos con la de 2021 pero la vamos a actualizar dentro de poco.

¿Cuál es el perfil de los niños que están llegando?

Estos chicos tienen fundamentalmente alrededor de 17 años. Y el comportamiento está siendo bueno. Los centros de acogida no nos trasladan ningún tipo de conflicto.

¿Cómo cree que está reaccionando la sociedad ceutí al aumento de la llegada de menores?

El comportamiento es ejemplar, como siempre lo hace Ceuta. Es una circunstancia que vivimos por ser frontera con Marruecos, pero el ejemplo que está dando la ciudad de Ceuta es admirable. Y también es de alabar el trabajo que hacen los cuerpos y fuerzas de seguridad.