Pese a que la afluencia de personas ha disminuido, la tensión sigue siendo patente en la frontera ceutí del Tarajal, entre Marruecos y España. Las entradas de migrantes, promovidas por Marruecos en represalia por la hospitalización en La Rioja de un dirigente del Frente Polisario, han desencadenado la mayor crisis diplomática en décadas entre ambos países. En mitad de estas tensiones geopolíticas, la vida de miles de personas, con cuyas esperanzas de un futuro mejor ha jugado Rabat para desestabilizar el tablero político español.