Un agente de la Guardia Civil golpea con una porra a una persona de origen subsahariano que parece estar colgado de una cuerda y provoca su caída desde unos tres metros de altura. Otros efectivos agreden a los inmigrantes mientras tratan de trepar por la valla fronteriza. Human Rights Watch ha difundido unas imágenes que muestran las agresiones de agentes de la Guardia Civil en la valla de Melilla tras el intento de salto que tuvo lugar el pasado 13 de agosto, cuando cerca de 80 personas permanecieron encaramadas en lo alto de la alambrada durante más de siete horas con la esperanza de quedarse en territorio español.
Este el momento en el que un agente de la Guardia Civil golpea a una persona colgada de la valla de Melilla hasta tirarlo:
Ese mismo día, después de las agresiones denunciadas, la Guardia Civil devolvió de forma ilegal a todas las personas que resistieron hasta 15 horas en lo alto de la valla de Melilla sin efectuar la apertura de un expediente de expulsión, algo irregular según la legislación española e internacional. Human Rigth Wath ha condenado estas expulsiones irregulares, a las que la organización ya había dedicado un amplio informe.
“El derecho de España de proteger sus fronteras no le da carta blanca para abusar de los migrantes”, ha sentencuado Benjamin Ward, subdirector de Europa y Asia Central de Human Rights Watch. “El gobierno central y las autoridades locales en Melilla tienen que parar las deportaciones ilegales y emprender acciones contra cualquier agente de la Guardia Civil que haga uso excesivo de la fuerza contra los migrantes”.
El vídeo, grabado por un periodista, documenta las agresiones ejercidas por agentes españoles en la zona intermedia entre las dos vallas fronterizas. Según explica la organización a través de un comunicado, el camara y otro periodista aseguraron a Human Rights Watch que algunos migrantes heridos permanecieron en el suelo durante horas después de caer de la valla, sin recibir asistencia médica“. Se desconoce el estado de salud de las personas agredidas por los agentes del Instituto Armado.
El material audiovisual también muestra a efectivos del Instituto Armado dos personas que están siendo arrastradas a la fuerza por agentes de la Guardia Civil en el lado español de la frontera, hacia una puerta en la valla y devueltas a Marruecos de forma inmediata.
Human Rights Watch documentó en febrero el abuso a migrantes por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes y las deportaciones sumarias de España a Marruecos desde sus enclaves de Ceuta y Melilla en el informe “Abusados y expulsados”. Human Rights Watch hizo un llamamiento al gobierno español para que detuviera las deportaciones sumarias a Marruecos y se abstuviera de expulsiones forzosas hasta que Marruecos cumpliera con los estándares internacionales de trato humanitario para inmigrantes y solicitantes de asilo. España ha ignorado la recomendación.
“Devolver migrantes a Marruecos sin respetar el debido proceso podría poner vidas en peligro”, ha lamentado Ward. “España debe terminar con estas expulsiones ilegales sin demora”, ha exigido el subdirector para Europa de HRW.