“Había mucha gente en el agua. He visto en la playa los cuerpos de tres compañeros ahogados”. Kone –nombre ficticio– relata por teléfono a eldiario.es el intento de salto a Ceuta de esta madrugada desde el autobús de las fuerzas auxiliares marroquíes que probablemente le trasladará, junto a decenas de inmigrantes subsaharianos, lejos de la frontera con la ciudad autónoma.
Según los testimonios recogidos por la ong Caminando Fronteras, unos 200 inmigrantes han intentado esta madrugada cruzar a Ceuta a través del espigón de Benzú. Unos intentaban saltar la valla. Otros, desde el mar, probaron suerte bordeando el espigón. Tres de ellas han muerto, según informan testigos y la ong Caminando Fronteras.
Fuentes de la gendarmería marroquí afirman que “no hay constancia de ahogamientos” y que los inmigrantes “interceptados –que no arrestados– están pendientes de la decisión de las autoridades”.
Por otra parte, una patera con 17 personas a bordo ha alcanzado con éxito la ciudad autónoma esta mañana, en la playa de la Potabilizadora, en la bahía sur de la ciudad. Ninguna requirió traslado hospitalario, aunque todas presentaban cuadros de hipotermia, según ha informado Cruz Roja, que ha atendido a los inmigrantes. Se trata de 15 personas de Guinea Conakry (entre ellas, una mujer) y dos procedentes de Mali.
Kone salió con sus 200 compañeros a las cinco de la mañana de los bosques marroquíes de Bel Younech y cuenta que consiguió llegar al otro lado de la valla, escalando, junto a otras seis personas: “Hemos cruzado la valla. Hemos llegado a España y nos han entregado a los marroquíes”, asegura antes de colgar.
No quiere que los agentes marroquíes le vean hablando por teléfono. “Llegué con otros nueve compañeros a Ceuta, a través del agua, pero la Guardia Civil nos sacó de allí, nos golpeó y nos entregó a Marruecos”, explica a eldiario.es otro joven camerunés, Eyoum, que a esta hora permanece a bordo de uno de los autobuses de las fuerzas auxiliares en la localidad de Fnideq.
Lo que describen ambos jóvenes es una 'devolución en caliente': las fuerzas policiales expulsan de manera sumaria al otro lado de la frontera a los inmigrantes una vez que han llegado a suelo español, sin ningún tipo de garantías. No les preguntan el nombre, ni les prestan asistencia letrada, ni les dan opción a pedir asilo. Según la legislación y tratados internacionales, y como ha recordado Acnur, este procedimiento es ilegal.
Denuncias de devoluciones en caliente
La versión de la Guardia Civil es distinta. Fuentes del Instituto Armado han explicado a este medio que “la intervención ha sido sólo de Marruecos” y que no ha sido necesaria la acción de las fuerzas de seguridad españolas porque nadie ha conseguido entrar en la ciudad autónoma.
Durante toda la noche, la Guardia Civil tenía desplegados a los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) en el perímetro fronterizo del espigón de Benzú. Aseguran que fueron las fuerzas marroquíes quienes intervinieron y detuvieron a los subsaharianos en la localidad fronteriza de Beliones, donde los marroquíes formaron un cordón policial en la playa para impedir la entrada a Ceuta de los inmigrantes.
Como es habitual después de un salto, decenas de agentes de las fuerzas auxiliares marroquíes han peinado la zona de los bosques de Bel Younech para arrestar a los inmigrantes que han intentado huir y esconderse. “Nos han dicho que había más de 300 militares en el bosque, que los inmigrantes estaban escondidos, con mucho miedo” cuenta Helena Maleno, responsable de Caminando Fronteras.
Según el relato de los inmigrantes, a muchos de ellos les han registrado y requisado los teléfonos, un procedimiento habitual. “Éramos unas 200 o 250 personas esta mañana, intentando cruzar. Ahora hay decenas de personas arrestadas. Nos han subido a los autobuses aquí en Castillejos (Fnideq) pero todavía no hemos emprendido la marcha”, explica Eyoum. El joven cuenta que en la playa vio el cuerpo sin vida de un compañero ahogado. “Es guineano”, asegura.
Redadas y heridos
Durante el intento de cruzar a Ceuta y en la redada posterior, varios inmigrantes han resultado heridos. “Nos cuentan que hay muchos con heridas. A los que tenían fracturas los han llevado al hospital”, explica Maleno. Marruecos no ha ofrecido hasta el momento ninguna información oficial al respecto.
Las redadas en el norte de Marruecos, en las fronteras de Ceuta y Melilla son casi semanales desde el pasado mes de octubre. Cada vez son menos los que se aventuran a cruzar, pero siguen llegando pequeños grupos que se esconden en los montes cercanos a Ceuta. Cambian con frecuencia el lugar donde pernoctan y así logran esquivar los arrestos.
El último intento de salto a Ceuta lo protagonizaron más de 300 personas el pasado 25 de diciembre. 185 consiguieron llegar por el mismo lugar, el espigón de Benzú. Dos personas murieron, cuyos cuerpos fueron recuperados en la zona marroquí. Los inmigrantes elevan la cifra a cuatro fallecidos, según indica Caminando Fronteras. Un cuerpo más fue encontrado por la Guardia Civil el 2 de enero y, según apuntan las primeras informaciones, podría formar parte de las personas que intentaron llegar a la ciudad autónoma el día 25.