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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Zoido describe como “uno de los alborotadores” al migrante muerto en Archidona y niega responsabilidades

El ministro del Interior ha mantenido su línea de defensa del encierro de más de 500 migrantes en la cárcel-CIE de Archidona, donde murió Mohamed Bouderbala tras 18 horas de aislamiento. Zoido, que no ha querido mencionar el nombre propio del fallecido “por respeto”, ha descartado cualquier responsabilidad del Gobierno y ha enfatizado que el joven argelino era “uno de los cabecillas” y “alborotadores” de una protesta surgida la noche anterior al hallazgo de su cuerpo “en cuclillas con una sábana en el cuello y anudada a uno de los percheros”.

Zoido ha comparecido en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados sobre el encierro de alrededor de 500 migrantes en el centro penitenciario de Archidona y el fallecimiento de Mohamed Bouderbala. Aunque horas antes el interno se había autolesionado, el titular de Interior ha admitido que la Policía no comprobó su estado hasta la mañana anterior.

También ha reconocido que 11 menores fueron encerrados en la cárcel-CIE hasta que, tras la insistencia de sus abogados y ONG, “se les realizaron las pruebas de la edad”.

En la misma línea mantenida desde el anuncio del encierro de migrantes en Archidona, Zoido ha reiterado que el centro penitenciario “no es” en realidad una cárcel. “Niego la mayor. Yo digo que no es una cárcel. Todavía no es una cárcel. Es un espacio mejor y más moderno que otros CIE que fueron anteriormente centro penitenciarios y otros gobiernos los transformaron en CIE cuando quedaron obsoletos”, ha indicado.

Qué pasó a noche anterior a la muerte de Bouderbala

El ministro ha detallado la versión policial de lo ocurrido el 28 de diciembre, el día anterior a la muerte de Bouderbala. “Cuando terminó la comida, varios se tiraron al suelo y se autolesionaron con los cubiertos de plástico que habían utilizando, increpando a los agentes y mostrando una actitud agresiva”, ha iniciado Zoido.

Entonces, según ha proseguido, “se inició un despliegue y los internos fueron trasladados al patio exterior. Allí arrancaron los palos de la portería, una papelera…”. Hasta que “todos los internos empezaron a atender las indicaciones” de la Policía, indica.

Los agentes policiales identificaron a “12 varones como cabecillas del motín”. Entre ellos, ha destacado el titular de Interior, se encontraba “la persona que falleció al día siguiente”. El ministro, sin mentar el nombre del joven hallado muerto, ha insistido en que “era uno de los alentadores del motín”. Por esta razón, añade, “fue trasladado por dicho indicativo a la habitación 141”.

Desde este momento, según la versión de Interior, se desconoce lo ocurrido en el interior de la celda donde el joven argelino permaneció aislado durante 18 horas. “En los CIE no hay vigilancia en las habitaciones de los internos”, ha zanjado Zoido., que ha añadido que los agentes policiales no visitan las celdas a no ser que los internos “avisen” o haya algún incidente.

No fue el caso. Según ha explicado el responsable de Interior, no fue hasta la mañana siguiente cuando los agentes policiales procedieron a “dar el recuento de los alborotadores”, que se encontraban aislados en otro módulo, entre los que se encontraba la persona fallecida.

Cuando estos acudieron a la celda 141, “observan que se encontraba en cuclillas con la sábana en el cuello”. Tras acceder a la “habitación”, un agente de la UIP “decide cortar la sábana para poder atenderlo, detectando que el mismo carecía de constantes vitales”.

Críticas al trato a los familiares del fallecido

Tras las denuncias de los familiares del fallecido sobre las trabas a la identificación del cuerpo de Bouderbala, Zoido ha asegurado que la Policía “contactó con el abogado del interno y al mismo tiempo se le comunica a el fallecimiento”. Una vez trasladado el cadáver al instituto legal de Málaga para la realización de la autopsia. “Una vez concluida, el juez dio traslado a la familia. Él fue quien llevó todas las relaciones con la familia y cuando se dieron todas las prácticas de la autopsia, se pusoel cuerpo a disposición de la Embajada y la familia para trasladarlo”.

Después de leer los detalles de la autopsia, que concluye el suicidio como causa de la muerte, Zoido ha defendido la actuación policial: “Algunos pueden seguir empeñados en teorías conspirativas pero esto es lo que dice el informe judicial. Comprendo el dolor de su familia pero no se deben buscar culpables donde no los hay y menos dudar en la profesionalidad de enormes profesionales para hacer cumplir la ley”.

A lo largo de su comparecencia, mientras el ministro de Interior relataba la sucesión de los hechos previos a la muerte de Bouderbala, Zoido ha destacado en diversas ocasiones los “importantes destrozos del mobiliario” reigistrados durante las protestas de los centenares de personas encerradas sin haber cometido ningún delito. “90 cristales rotos, 80% de las cortinas, colchones destrozados, espalderas del gimnasio... ”, ha insistido. Según asegura, harán falta “160.000 euros para reparar que va a retrasar la apertura del centro penitenciario”.