Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Por una Navidad sin reportajes sentimentalistas

Sabemos que las fiestas navideñas son una época importante para la mayoría de las familias españolas. Es época de reencuentros y de sentimientos. Y son momentos emocionalmente difíciles cuando no se puede estar cerca de las personas a las que se quiere. La elevada e incesante tasa de emigración de los últimos años hace que ésta afecte a prácticamente la totalidad de la población española: ¿quién no tiene a alguien de su familia o de sus amistades que haya tenido que irse de España?

Desde Marea Granate, como colectivo de emigrantes organizados, venimos denunciando las causas políticas y económicas que han provocado nuestra situación en particular, así como el deterioro de derechos de la población residente en España en general. No obstante, observamos con cierta perplejidad cómo en estas fechas se nos requiere continuamente para ofrecer testimonios, especialmente televisivos y radiofónicos, de reencuentros familiares; entrevistas en las que no se suele preguntar por las causas que nos han forzado a emigrar, ni tampoco por los recortes de derechos sociales y políticos que nos afectan directamente como colectivo de emigrantes.

Por eso, queremos hacer un llamamiento a los medios de comunicación y apelar a la ética deontológica de los profesionales de la información, para que no se busque incrementar la cuota de pantalla ni conseguir audiencia a nuestra costa, con el simple reclamo emocional, sin mencionar siquiera la raíz del problema.

Más importante que filmar nuestros reencuentros en los aeropuertos es que nos dejen contarles que se cumple un año de nuestra exclusión sanitaria. Más importante que filmar a nuestros seres queridos preparando los paquetes navideños que nos enviarán, es que nos dejen explicarles por qué no podremos votar en las próximas elecciones. Más importante que preguntarnos si echaremos de menos el turrón y los polvorones, es que nos dejen contarles la precariedad laboral que sufrimos y el desamparo por parte de la Administración en el exterior.

Más importante que preguntarnos si en nuestro país de acogida se toman uvas en Nochevieja, es denunciar que no somos ni “aventureros” ni “turistas del bienestar” sino que nos hemos tenido que ir en busca de trabajo. Además, en muchos casos, esa búsqueda es muy difícil y desgasta muchísimo. Y en algunos países como Alemania o Reino Unido, también nos quieren echar si no conseguimos un empleo en un plazo de tiempo concreto. 

Este 2014 ha sido un año muy intenso y complicado en el que hemos visto aumentar el flujo de compatriotas que siguen saliendo de España en busca de una vida digna. Déjennos contarles esto, también ahora. Dennos la voz siempre, no solo cuando podemos ser parte de un espectáculo.

En definitiva, poco adelantamos asumiendo el papel de víctimas y provocando la lágrima fácil; lo que pretendemos, y lo que creemos más eficaz para atajar el problema de raíz, es que nos den voz y luchen a nuestro lado todos los días del año y no solo en Navidad.

Contribuyamos entre todos y todas a un periodismo de calidad. 

Marea Granate

Sabemos que las fiestas navideñas son una época importante para la mayoría de las familias españolas. Es época de reencuentros y de sentimientos. Y son momentos emocionalmente difíciles cuando no se puede estar cerca de las personas a las que se quiere. La elevada e incesante tasa de emigración de los últimos años hace que ésta afecte a prácticamente la totalidad de la población española: ¿quién no tiene a alguien de su familia o de sus amistades que haya tenido que irse de España?

Desde Marea Granate, como colectivo de emigrantes organizados, venimos denunciando las causas políticas y económicas que han provocado nuestra situación en particular, así como el deterioro de derechos de la población residente en España en general. No obstante, observamos con cierta perplejidad cómo en estas fechas se nos requiere continuamente para ofrecer testimonios, especialmente televisivos y radiofónicos, de reencuentros familiares; entrevistas en las que no se suele preguntar por las causas que nos han forzado a emigrar, ni tampoco por los recortes de derechos sociales y políticos que nos afectan directamente como colectivo de emigrantes.