¿Ricos más ricos y pobres más pobres? Nuestra sociedad está llena de brechas que incrementan las diferencias entre unos y otros. (Des)igualdad es un canal de información sobre la desigualdad. Un espacio colectivo de reflexión, análisis y testimonio directo sobre sus causas, soluciones y cómo se manifiesta en la vida de las personas. Escriben Teresa Cavero y Jaime Atienza, entre otros.
Dormíamos, despertamos
En estos días de debates en torno a programas, promesas, negociaciones y pactos políticos, parece que se van quedando en el camino las luchas y las alternativas que han florecido en nuestras primaveras de años atrás. En las respuestas a esta entrevista de 2013, la antropóloga y activista Yayo Herrero cita de manera sucinta la mayor parte de las reivindicaciones que a lo largo de estos años de crisis económica, política, social y de valores de un modelo de desarrollo que aniquila la vida humana, hemos podido escuchar en diversos foros.
La encontramos rebuscando en San Google algún artículo que haga mención a las alternativas a este modelo hegemónico que se abrieron paso tras el 15-M, y que además se haya publicado en un gran medio de comunicación. Por ejemplo, en El País. No hallamos mucho, solo en esta entrevista firmada por Joseba Elola. Es un síntoma de las lagunas informativas en torno a las alternativas a un sistema caduco, y por esto creemos que aún nos queda mucho por contar y mucha gente a la que llegar con esta diagnosis de nuestro tiempo y, lo más importante, llegar a estos otros medios y públicos con las alternativas para transformar el modelo en uno más vivible para todas.
Y llegar con estos debates a estos otros espacios y gentes más allá de los escenarios que han abierto el telón a estas clases magistrales de grandes profesionales, como es el caso de Yayo Herrero, que están compartiendo su preciado tiempo y su conocimiento estos días en el Teatro del Barrio de Lavapiés. Hablamos de la “Universidad del Barrio”, una iniciativa que ha tomado el relevo de las asambleas en las plazas, donde en los días del ya histórico 15-M se improvisaron aulas de la “Universidad Indignada” o la “Universidad Popular” para abrir la teoría y la praxis a las calles, esparcir el conocimiento por las acampadas a los pies de los ministerios, los ayuntamientos, la Bolsa y los bancos o los hospitales. Lo llamamos en su momento “Toma la Plaza”, “Toma la Bolsa”, Marea Verde, Marea Blanca, Marea Naranja y tantas otras que ayudaron y mucho a construir un argumentario colectivo que caló rápidamente en aquella marea indignada de gentes, de todas las edades y condiciones sociales, pero todas ellas igualmente tocadas por la crisis de una u otra manera: con hipotecas, sin empleo, “sin futuro y sin un duro”, sin “derecho a curar”, sin casa, en precario, sin poder pagarse la Universidad, sin poder salir siquiera al extranjero, casi sin dignidad.
Este 2016 en el que, por primera vez en nuestra débil democracia, la sociedad ha votado un “compónganselas para gobernar” sin que los políticos hayan encontrado aún la fórmula para atender a esta demanda y estar a la altura de las circunstancias, se conmemora el año quinto de aquella revolución de la que salimos más cultivadas y organizadas como sociedad civil. En este 2016 en el que se abren tantos nuevos escenarios como se cierran viejos por falta de aforo. En el que quizá asistamos a la primera investidura fallida y celebremos nuevas Elecciones Generales. Incluso la gran pantalla exhibe hoy esos procesos jóvenes pero maduros en sus cinco años de vida: No estamos Solos, Informe General o En el mismo barco. En este año en el que tendremos nuestra placa en Sol: “Dormíamos. Despertamos”.
Como subrayaba la propia Yayo Herrero en la primera sesión de la Universidad del Barrio, “no es verdad que no haya alternativa. Desde hace muchísimo tiempo, hay personas trabajando en todos los ámbitos del conocimiento: economía, industria, urbanismo, agricultura y pesca, que llevan planteando, teorizando y proponiendo con datos cómo poder reconvertir el conjunto de este metabolismo económico. Poder hacerlo siempre implica meterle mano a los obscenos beneficios y la obscena propiedad que tienen unos cuantos”.
A modo de conclusión, Herrero cita el artículo “Definir un espacio seguro y justo para la humanidad” de Kate Raworth, , para subrayar que el 15M fue el germen de la puesta en práctica de un estilo de vida digno, donde quepamos todos, y donde seamos capaces de construir una vida buena a partir de menor uso de energía y de materiales, y desarrollando otro tipo de bienes como las relaciones humanas. Ese estilo de vida requiere planificación y auto-organización, una democracia profundísima, una disputa de la hegemonía cultural para desmontar conceptos capitalistas insostenibles.
El programa de la Universidad del Barrio continuará estas clases magistrales a lo largo de los próximos meses.
El Teatro del Barrio se abre hoy al programa informativo “Hora 25”, de la Cadena Ser presentado por Àngels Barceló, para debatir sobre “las políticas que nos han traído hasta aquí y, con expertos en todas las áreas, desde la medicina a la justicia, desde la educación al arte, escucharemos a los afectados de los desahucios, la desigualdad, la Sanidad, la Educación y la Cultura.”
En estos días de debates en torno a programas, promesas, negociaciones y pactos políticos, parece que se van quedando en el camino las luchas y las alternativas que han florecido en nuestras primaveras de años atrás. En las respuestas a esta entrevista de 2013, la antropóloga y activista Yayo Herrero cita de manera sucinta la mayor parte de las reivindicaciones que a lo largo de estos años de crisis económica, política, social y de valores de un modelo de desarrollo que aniquila la vida humana, hemos podido escuchar en diversos foros.
La encontramos rebuscando en San Google algún artículo que haga mención a las alternativas a este modelo hegemónico que se abrieron paso tras el 15-M, y que además se haya publicado en un gran medio de comunicación. Por ejemplo, en El País. No hallamos mucho, solo en esta entrevista firmada por Joseba Elola. Es un síntoma de las lagunas informativas en torno a las alternativas a un sistema caduco, y por esto creemos que aún nos queda mucho por contar y mucha gente a la que llegar con esta diagnosis de nuestro tiempo y, lo más importante, llegar a estos otros medios y públicos con las alternativas para transformar el modelo en uno más vivible para todas.