¿Ricos más ricos y pobres más pobres? Nuestra sociedad está llena de brechas que incrementan las diferencias entre unos y otros. (Des)igualdad es un canal de información sobre la desigualdad. Un espacio colectivo de reflexión, análisis y testimonio directo sobre sus causas, soluciones y cómo se manifiesta en la vida de las personas. Escriben Teresa Cavero y Jaime Atienza, entre otros.
La importancia de decir ‘no’ a las sentencias machistas
Todos los días escuchamos noticias sobre casos de violencia machista, violaciones a mujeres y niñas, matrimonios infantiles, feminicidios y un largo etcétera. La violencia contra la mujer, tristemente, no es algo novedoso en los medios de comunicación. Lo que quizá mucha gente no sabe es que cuando las mujeres o sus familiares deciden acudir a los tribunales, muchas veces no encuentran la justicia que esperaban.
En muchos casos son maltratadas una vez más por los tribunales, que dejan sus casos en la impunidad y dictan sentencias judiciales plagadas de estereotipos que lo único que hacen es volver a convertirlas en víctimas. Sí, la justicia también puede ser machista.
Sin ir más lejos en los Premios Género y Justicia al Descubierto de la organización internacional Women’s Link Worldwide, que premian las mejores y las peores decisiones judiciales para los derechos de las mujeres y las niñas, la sentencia elegida como la peor de este año ha sido la del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que rebajó la pena de un hombre que asesinó a su ex pareja de 30 puñaladas porque consideró que no había ensañamiento. ¿Cuántas puñaladas hubieran sido necesarias? Como yo, centenares de personas debieron de preguntarse lo mismo y votaron a través de la página web de la organización para decirle al tribunal que se equivocó emitiendo una sentencia tan machista.
¿Por qué son tan importantes iniciativas como esta que nos animan a estar pendientes de las buenas y las malas decisiones judiciales? Porque lo que no se se hace visible, no existe. Porque es importante reconocer el trabajo de los tribunales que visibilizan la desigualdad y discriminación que han vivido las mujeres a lo largo de la historia y ponen de su parte para acabar con ella. Pero también es necesario estar alerta y denunciar las sentencias negativas, llenas de estereotipos y discriminatorias que hacen que en la balanza de la justicia tenga más peso la desigualdad. Es imprescindible que la sociedad se involucre y haga llegar el mensaje a las juezas y jueces de que estamos pendientes de sus decisiones.
Solo si nos comprometemos a seguir trabajando juntas y juntos para vigilar que la justicia no discrimine y defienda los derechos de las mujeres y las niñas, lograremos que los tribunales caminen hacia la igualdad. De hecho, ya tenemos muy buenos ejemplos, como el caso del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, también premiado en los Premios Género y Justicia, que ha definido por primera vez qué significa juzgar con perspectiva de género y ha reconocido que la violencia de género no es un problema que afecta al ámbito privado. Todo un éxito y un gran paso adelante.
Aún nos queda un largo camino por recorrer hacia la meta, pero estoy segura de que lo lograremos y pronto podremos vivir en una sociedad igualitaria sin tribunales machistas.
Todos los días escuchamos noticias sobre casos de violencia machista, violaciones a mujeres y niñas, matrimonios infantiles, feminicidios y un largo etcétera. La violencia contra la mujer, tristemente, no es algo novedoso en los medios de comunicación. Lo que quizá mucha gente no sabe es que cuando las mujeres o sus familiares deciden acudir a los tribunales, muchas veces no encuentran la justicia que esperaban.
En muchos casos son maltratadas una vez más por los tribunales, que dejan sus casos en la impunidad y dictan sentencias judiciales plagadas de estereotipos que lo único que hacen es volver a convertirlas en víctimas. Sí, la justicia también puede ser machista.