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Cómo 80.000 personas ahorrando son capaces de transformar su ciudad

Lidia Ucher

Comunicación de Ecooo Revolución Solar —

Estas reflexiones son las que impregnaron de cambio y buena energía el foro celebrado en la soleada mañana del 21 de enero en Rivas. “Y ahora vamos con la parte más interesante: la de la energía que no se mide en kilovatios-hora, sino en personas”. Así daba paso Luis Alonso, responsable de Mantenimiento del Ayuntamiento de Rivas, a sus compañeros y compañeras de equipo en la jornada de reflexión colectiva Rivas, Luz Verde.

La iniciativa busca transformar el modelo energético de la ciudad desde un cambio consciente de hábitos, no solo de consumo: de formas de participar, de implicarse y actuar colectivamente para generar ahorros que repercutan en todos y cada una de las personas que residen, estudian y trabajan en municipios como Rivas, Rubí, Madrid, Rota o Valencia, por poner algunos ejemplos de ciudades donde se han iniciado estos cambios. Se trata de activar en la ciudadanía una cultura participativa, imprescindible para que los cambios en su entorno local perduren, más allá de los gobiernos de turno. Solo de esta manera es posible una transformación real y sostenible en el tiempo.

Rivas, Luz Verde, y la iniciativa Ecooolocal, que nace para cambiar el modelo energético en los municipios con el protagonismo de la ciudadanía, es precisamente esto: el de las personas que se ponen en marcha para buscar SOLuciones.

Vamos a lo concreto. En Rivas viven 80.000 personas. Que han decidido, por ejemplo, medir durante una semana los consumos de un edificio municipal. Al mismo tiempo, se forma a las personas usuarias sobre cómo generar ahorro y ser más eficientes, y volver a medir los consumos para comprobar con una práctica real el ahorro conseguido mediante sencillos cambios de hábitos. Es la Semana de la Energía.

Otro ejemplo: los equipos energéticos. Formado por alumnado, profesorado y personal de comedor, limpieza o conserjería de los colegios, centros deportivos y culturales: Toda una comunidad escolar que decide y pone en marcha medidas de ahorro: desde quitar luces que no hacen falta a regular la calefacción o programar el apagado y encendido de aparatos.

Y aquí viene lo más interesante: la mitad del ahorro conseguido se invierte en nuevas medidas de eficiencia energética, la otra mitad se dedicará, mediante subvenciones directas, a lo que decidan las personas que usan y disfrutan estos espacios. Se conoce como el proyecto 50/50.

Cuánto más ahorro, más incentivo para seguir adelante en estos nuevos hábitos que nos hacen más personas, más ciudadanas y más transformadoras. Solo con el poder que nos da la información, la participación en la puesta en marcha de medidas y la capacidad de ahorro fruto de decisiones propias. Sin olvidar la sensación poderosa de recuperar el control sobre nuestro consumo.

Y así es como también se lucha contra la pobreza energética: dando herramientas a cada una de las vecinas y vecinos para que sepan cómo aislar o reducir la potencia, y así generar ahorro y bajar tanto consumo como gasto.

En definitiva, que la energía deje de ser el negocio de unas pocas grandes empresas y pase a manos de la ciudadanía. Esto es lo que propone Ecooolocal, una herramienta de lucha contra la desigualdad desde el ámbito de la energía con la que todos podemos y debemos tomar el control de nuestras vidas.

La energía, así tomada, es solidaridad y justicia social, no el negocio de unos pocos.

Estas reflexiones son las que impregnaron de cambio y buena energía el foro celebrado en la soleada mañana del 21 de enero en Rivas. “Y ahora vamos con la parte más interesante: la de la energía que no se mide en kilovatios-hora, sino en personas”. Así daba paso Luis Alonso, responsable de Mantenimiento del Ayuntamiento de Rivas, a sus compañeros y compañeras de equipo en la jornada de reflexión colectiva Rivas, Luz Verde.

La iniciativa busca transformar el modelo energético de la ciudad desde un cambio consciente de hábitos, no solo de consumo: de formas de participar, de implicarse y actuar colectivamente para generar ahorros que repercutan en todos y cada una de las personas que residen, estudian y trabajan en municipios como Rivas, Rubí, Madrid, Rota o Valencia, por poner algunos ejemplos de ciudades donde se han iniciado estos cambios. Se trata de activar en la ciudadanía una cultura participativa, imprescindible para que los cambios en su entorno local perduren, más allá de los gobiernos de turno. Solo de esta manera es posible una transformación real y sostenible en el tiempo.