El 1% de los españoles, los que atesoran las rentas más altas, concentra casi la cuarta parte de la riqueza de todo el país. En concreto, ese porcentaje de españoles suma el 24,2% de la riqueza, cuando hace menos de una década, en 2013, representaba el 21,1%, según los informes publicados por World Inequality Lab, el centro de estudios que coordina Thomas Piketty.
El estudio de este año pone de relieve que ese 1% logra unos ingresos anuales de más de 378.000 euros, mientras que el ingreso medio de un adulto en España es de 30.600 euros y en el caso del 50% que menos percibe se sitúa en 12.900 euros. Unos datos que el centro de estudios francés mide en Paridad del Poder Adquisitivo per cápita (Purchasing Power Parity o PPP) que elimina los desequilibrios de precios entre los diferentes países.
“El 10% más rico de la población española posee el 57% de la riqueza total, mientras que el 50% inferior posee el 7%”, indica el informe publicado este martes. “Durante los últimos 30 años, a pesar de auges y caídas financieras, la participación de la riqueza del 10% más rico se ha mantenido en gran medida estable”, indica el informe World Inequality Report.
“La estabilidad puede explicarse por el hecho de que los españoles más ricos vendieron parte de sus activos inmobiliarios durante el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008”, resume.
El reparto de la riqueza
En cuanto al 1%, con una riqueza media per cápita en España de más de 4,268 millones de euros, la ha incrementado en un 40% respecto a 2013. Entonces, en la recta final de la crisis financiera, la media por adulto de esa pequeña parte de la población se quedaba en 3,02 millones de euros.
¿Qué sucede en otros países de nuestro entorno? En Italia, actualmente, ese 1% de ciudadanos con mayores fortunas concentra el 18% de la riqueza de todo el país, con una media per cápita de 3,3 millones. Mientras, en Francia representa un 27% y, de media, 6,16 millones de euros. Y, en Alemania, es casi el 30% de la riqueza de todo el país, con el equivalente a 4,8 millones por cada adulto de ese 1%.
En cuanto a España, en el caso del conjunto de la población, la riqueza promedio de un adulto -que gana al año los citados 30.600 euros- alcanza los 176.200 euros. Es decir, en estos casi ocho años, esa riqueza media ha crecido prácticamente a la mitad de ritmo que la de la minoría más rica, dado que ha avanzado en un 22%, desde los 144.000 euros de media que publicó el World Inequality Lab con datos de 2013.
El informe de este año resume que el 1% de los españoles copa el 12,4% de todos los ingresos del país por trabajo y capital, mientras el 10% de los más ricos supone el 34,5% de los ingresos. De esta forma, de media, 10 de cada 100 españoles ganan ocho veces más que la mitad de la población que menos percibe.
Reducción de la desigualdad
Esta evolución sitúa a España en “niveles de desigualdad similares a los de Francia y menores que en Alemania”, indica la institución francesa, que es positiva respecto a la evolución de los últimos años.
“La desigualdad de ingresos en España se redujo significativamente a lo largo del siglo XX, siguiendo la tendencia en otros países europeos”, apunta. A principios de ese siglo el 10% más rico acumulaba más del 50% de toda la riqueza y, en la década de los 60 rebajó ese porcentaje al 35%.
En estas últimas cuatro décadas, España ha vivido vaivenes económicos y, después del rápido crecimiento producido entre 1995 y 2005, “la crisis financiera hundió los ingresos medios, incluidos los del 50% que menos gana. Sólo desde 2015, la mitad más pobre de la población ha recuperado sus ingresos medios previos a 2007”, argumenta el 'think tank' francés.
El World Inequality Lab también compara cómo ha ido evolucionando el porcentaje de riqueza en manos privadas respecto al conjunto de la renta o riqueza nacional, para la que suma todos los activos financieros y no financieros, además de deuda, en poder de los Estados. Y ahí, el pico más significativo de España se produjo en la burbuja de 2008, cuando la relación superó el 800%, mientras la media en los países observados era del 550%. El último año, su peso se mantiene al alza, pese a la caída de la riqueza nacional, ligada a la pandemia.
“A pesar de la caída en algunos de los países tras la crisis financiera y la caída de los precios de la vivienda, la tendencia en varias décadas parece haber permanecido prácticamente inalterada”, resume el informe.
“Para 2020, en los países ricos, el valor de mercado de la riqueza privada agregada era típicamente el doble que en 1970. Ha habido variaciones entre países en volumen y niveles entre los países ricos, ejemplificadas por los casos extremos de Japón y España, que experimentaron un aumento espectacular de la riqueza privada en los noventa y mediados de los 2000”, indica. “Esta dinámica refleja los auges de activos (en particular en el mercado inmobiliario), que estallaron después de los picos de 1990 en Japón y 2008 en España”.
El informe World Inequality Lab también constata que la participación de la renta laboral de la mujer representa el 40% del total. Un dato que está por delante del 38% que constata para el conjunto de Europea Occidental y ligeramente por detrás de Francia (41%). En cuanto a cómo ha ido creciendo, en 1990, la participación de las mujeres en los ingresos laborales totales en España era del 24,7%; y en el año 2000, era el 29,2%. “Entre 1990 y 2019, creció en 15 puntos porcentuales, por encima de la tendencia general de Europa Occidental, seis puntos porcentuales durante el período”, resume el informe.