443.000 fijos discontinuos estaban inactivos en diciembre, más de la mitad cobrando prestación de desempleo
Primeros datos sobre cuántos fijos discontinuos se encuentran inactivos desde que este tipo de contrato haya aumentado desde la reforma laboral. El pasado diciembre, 443.078 trabajadores con esta modalidad contractual estaban inactivos sin trabajar, de los que algo más de la mitad (268.402 empleados) estaban cobrando la prestación por desempleo, según la respuesta del Gobierno a una pregunta del PP en el Senado que ha adelantado El Mundo.
El Gobierno ha facilitado datos sobre los fijos discontinuos inactivos que demandaban empleo en el SEPE a lo largo del año pasado. En enero, cuando aún no habían aumentado estos trabajadores, el dato era de 246.076 trabajadores fijos discontinuos inactivos de los que 175.060 cobraban el paro. En diciembre, las cifras alcanzaron los 443.078 y 268.402 empleados, respectivamente.
En el Ministerio de Trabajo sostienen que las cifras enviadas por el Ejecutivo son “un dato bruto del registro, que no refleja adecuadamente la realidad y por eso está siendo sometida a un proceso de revisión técnica profunda por el SEPE”. “En cuanto estén depurados y la estadística actualizada, el Ministerio hará públicos los datos”, añaden en el departamento de Yolanda Díaz.
Por otro lado, en Trabajo añaden que “la cifra está muy condicionada, además, por la estacionalidad, ya que precisamente varía según la temporada turística, el curso escolar o las temporadas agrícolas, fundamentalmente”.
Cómo funcionan los fijos discontinuos
El fijo discontinuo es una modalidad de contrato indefinida, pero pensada para trabajos estacionales o intermitentes donde no siempre hay trabajo y durante ciertos momentos los empleados están suspendidos a la espera de volver a ser llamados. En este tiempo, se dan situaciones muy variadas: los trabajadores pueden trabajar en otros lugares, dedicarse a otra cosa (como estudiar) o demandar empleo para que les lleguen ofertas de colocación, a veces cobrando el paro mientras no trabajan si han cotizado para ello.
Con la reforma laboral se impulsó este tipo de contrato para dar más estabilidad a puestos estacionales e intermitentes que antes se cubrían con temporales, ya fueran las mismas personas encadenando varios contratos o con diferentes empleados. Desde la nueva norma, se han incrementado notablemente: en diciembre de 2022 había unos 833.600 trabajadores fijos discontinuos afiliados de alta a la Seguridad Social de media, más del doble que un año antes (382.000).
Debido a este incremento, varias entidades económicas, expertos en el mercado laboral y la oposición han reclamado que se publique más información sobre estos contratos.
El Ministerio de Trabajo anunció hace unos meses que publicaría más información, pero todavía no la ha incluido en sus estadísticas mensuales (la última hace unos días, correspondiente a febrero), ya que explican que siguen “depurando” la información.
Polémica sobre el “maquillaje” del paro
Las cifras conocidas este martes son relevantes porque hasta la fecha solo sabíamos cuántos fijos discontinuos están en alta trabajando, mes a mes, pero no el número de aquellos que se encuentran inactivos y que demandan empleo.
Tampoco el de las personas en esta situación cobrando el desempleo, que no figuran como parados en la estadística del SEPE porque no lo son (tienen un empleo en vigor), pero sí están sin trabajar y cobrando una prestación, algo que es relevante para conocer la intensidad laboral de estos contratos en auge y de los trabajadores que los firman.
Desde la oposición, como el PP, están utilizando en cambio los fijos discontinuos para atacar al Gobierno, al que acusan de “maquillar” las cifras del paro. En el Ministerio de Trabajo recuerdan que la estadística no se ha variado, los fijos discontinuos inactivos no cuentan como parados en el SEPE ni ahora ni cuando gobernaba el PP.
El paro registrado se situó en diciembre de 2022 en unas 2,8 millones de personas, tras descender ese mes en 43.700 personas desempleadas menos apuntadas al SEPE. El dato concluyó 2022 por debajo de la barrera de los tres millones según este registro, aunque no según la EPA (Encuesta de Población Activa), que lo situó en las 3.024.000 personas en el último trimestre del año. Esta última fuente sí tiene en cuenta a los fijos discontinuos sin trabajar que cumplen los requisitos para ser considerados como desempleados.
Fuera de la batalla partidista, varias voces expertas en el mercado laboral insisten en que, ahora que los fijos discontinuos son muchos más, facilitar más información pública sobre estos trabajadores sería favorable para hacer un buen seguimiento del empleo y de las nuevas dinámicas que genere la legislación aprobada por el Gobierno a finales de 2021.
Por ejemplo, para saber qué intensidad laboral tienen estos empleados indefinidos, es decir, cuánto trabajan realmente con los contratos en vigor, así como si las empresas están utilizando estos contratos correctamente y no hay abusos en su firma y en las altas y bajas a la Seguridad Social.
Uno de los actores que ha pasado a firmar fijos discontinuos tras la reforma son las ETT (Empresas de Trabajo Temporal) y, de hecho, estos han pasado a suponer una parte importante de los contratos de empleados a disposición a otras compañías. Las ETT han perdido peso tras la reforma, con un 20% menos de trabajadores en el último año, pero el tiempo dirá cómo se adaptan finalmente a la nueva legislación. En UGT ya han señalado posibles irregularidades en la utilización de estos contratos por las compañías especializadas en empleo temporal.
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