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El Asesor Económico de la CNMC ficha por una empresa del Opus Dei y vulnera la normativa de incompatibilidades

Marín Quemada y el entonces ministro Luis de Guindos, en una imagen de archivo.

Antonio M. Vélez

El economista y profesor universitario Francisco Javier García-Verdugo, Asesor Económico y estrecho colaborador del presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, ha sido nombrado recientemente consejero de Instituto de Educación e Investigación SA (IEISA), una empresa vinculada al Opus Dei, vulnerando la normativa de incompatibilidades de los empleados públicos.

García-Verdugo, que no es alto cargo, pero sí funcionario (en la CNMC ha conseguido el nivel 30, el más alto de la Administración), figura en el Registro Mercantil como miembro del máximo órgano de gestión de esa empresa desde el 5 de noviembre. El nombramiento se ha hecho sin el preceptivo permiso de la Oficina de Conflictos de Interés, que autoriza las actividades privadas de los funcionarios, según confirma el Ministerio de Política Territorial y Función Pública, al que está adscrita.

La explicación que da García-Vergudo, doctor en Economía con Premio Extraordinario (su director de tesis fue el actual presidente de la CNMC), es que le nombraron consejero de esa sociedad sin él saberlo.

El asesor de Marín Quemada, que tiene, según explica en su LinkedIn, “la responsabilidad de prestar apoyo al Presidente en la gestión estratégica de la institución”, explicó el pasado viernes por la tarde, en conversación telefónica, que le habían propuesto ser patrono de la fundación sin ánimo de lucro IEISA, que tiene el 100% de esa empresa, pero que no tenía “ni idea” de que su cargo conllevaba ser nombrado consejero de la mercantil IEISA, algo que no contemplan los estatutos de esa fundación de la órbita del Opus.

Según su versión, el cargo de patrono, no retribuido, consistiría en “tres o cuatro reuniones al año” para “echar una mano en un asunto relacionado con becas de estudiantes universitarios”, un mundo que conoce ya que es profesor titular de la UNED, la universidad de la que procede Marín Quemada. En su web, la Fundación IEISA dice haber financiado becas en esa universidad por importe de 4,7 millones entre 2005 y 2015.

García-Verdugo asegura que realizó una consulta sobre la compatibilidad de ese nombramiento en la fundación con su actual puesto a la asesoría jurídica de la CNMC el 24 de octubre, sin obtener respuesta. Y, según él, IEISA le habría nombrado administrador sin su permiso, hasta el punto de que, asegura, desconocía que era consejero de esta empresa, que a cierre de 2017 tenía, según sus últimas cuentas, 31.170.625 euros en activos y 17,5 millones en inversiones en sociedades cotizadas en bolsa.

El mandato de García-Verdugo como consejero de esa sociedad ha durado once días. El viernes por la mañana, un día después de que eldiario.es preguntara por este asunto a la CNMC, a la Oficina de Información del Opus Dei en España y a la Fundación IEISA, el asesor de Marín Quemada envió una carta al director general de la fundación, Javier Valverde, en la que expresa su “sorpresa” por su nombramiento en esa empresa y renuncia a sus cargos en ella y en la fundación.

“En la medida en que mi nombramiento como consejero de una sociedad implica el ejercicio de una actividad mercantil, mis actuales responsabilidades me impiden aceptar tal nombramiento”, dice la misiva.

El episodio no va a tener, en principio, consecuencias. La Oficina de Conflictos de Intereses argumenta que “no tiene potestad de averiguación” en este caso, porque no es alto cargo y debe ser la CNMC la que inste la apertura de un expediente. Eso no va a ocurrir. Según el director de Control Interno del organismo, Carlos Balmisa, la irregularidad cometida “no tiene consecuencias porque no ha habido ningún acto ni ha tomado decisiones” en ese cargo.

Su situación contrasta con la de la consejera de la CNMC Pilar Canedo, que sí es alto cargo, y que tiene abierto un expediente de la Oficina de Conflictos de Interés por dar clases gratis en una universidad.

No es lo mismo

IEISA, al igual que la fundación del mismo nombre, tiene su sede en el número 117 de la calle Castelló de Madrid. Ese edificio (número 115), alberga la sede de la Asociación Vitruvio, responsable de la Oficina de Información del Opus Dei en España y titular de su web española. ¿Son IEISA, su fundación y el Opus lo mismo?

“Jurídicamente, no”, dice García-Verdugo, que subraya que el Opus “no aparece como persona jurídica” en IEISA, aunque “indudablemente tienen algo de relación porque tienen cierto interés en ayudar a la Universidad de Navarra”, que pertenece a la prelatura. Por su parte, la Oficina de Información del Opus señala que “la Obra no se identifica con las actuaciones de sus miembros, que son libres en su actividad profesional, solidaria, etc”.

IEISA tiene el 47,5% de Ediciones Rialp, una editorial del Opus, y liquidó el año pasado su participación del 96% en la sicav Anzares Inversiones, que fue dada de baja en la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV) en septiembre y que, según los registros del regulador bursátil, antes de su liquidación manejaba un patrimonio de 4,8 millones en bonos y acciones de empresas españolas y extranjeras.

En el pasado, IEISA también canalizó la participación de la fundación del mismo nombre en Unión Europea de Inversiones, vehículo que familias y fundaciones del Opus utilizaron históricamente para participar en Banco Popular, del que tenían un 2,94% en el momento de la quiebra e intervención de esta entidad en junio del año pasado. Uno de los tres liquidadores de Unión Europea de Inversiones es Javier Valverde, director de la Fundación IEISA, que no ha atendido a eldiario.es

La empresa IEISA fue creada en 1981 por miembros del Opus encabezados por el exministro franquista Gregorio López-Bravo, que durante años ayudó al empresario siderúrgico José María Aristrain a ocultar en varios paraísos fiscales parte de su fortuna, como reveló la investigación de Los Papeles de la Castellana. El año de su creación, IEISA recibió del fallecido empresario José María Ruiz-Mateos, fundador de Rumasa y entonces miembro de la Obra, un préstamo sin intereses de 1.500 millones de pesetas, como contó El País en 1983.

Tal y como informó Vozpópuli, ese préstamo a interés cero de Ruiz-Mateos figura en las cuentas de IEISA en concepto de créditos “concedidos para garantizar el cumplimiento de los fines y actividades de carácter social que motivaron la constitución de la sociedad, instrumentados en seis efectos financieros por importe de 10,6 millones, con un vencimiento único del 31 de diciembre de 2057”.

IEISA (la empresa y la fundación) siempre ha estado administrada por personas del Opus. En mayo, Alberto Horcajo, ex consejero delegado de Telxius, filial de infraestructuras de telecomunicaciones de Telefónica, sustituyó en la presidencia a Luis Herrando Prat de La Riba, hermano de Ramón Herrando Prat de la Riva, vicario regional del Opus Dei en España y exconsejero de Banco Popular.

Hasta fechas recientes, en su consejo han estado también el fundador de la ingeniería Sener, Enrique Sendagorta (fallecido en enero y otro de sus impulsores originales), Pedro Pasquín (ejecutivo del banco de inversión Lazard) y Ramón Mora-Figueroa Domecq, una de las grandes fortunas andaluzas y vinculado a las bodegas Domecq y a la antigua embotelladora de Coca-Cola en Andalucía, Rendelsur. Ahora, la entidad ha tenido por unos días en su máximo órgano de gestión al principal asesor del presidente del denominado 'súperregulador' de los mercados.

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