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El Banco Mundial sanciona a ACS por ocultar comisiones en la adjudicación de contratos en Egipto

Central de ciclo combinado Giza North, en Egipto.

Antonio M. Vélez

El Banco Mundial ha sancionado a ACS, la mayor constructora española, por ocultar las comisiones abonadas a un intermediario por la adjudicación de contratos para la construcción de dos centrales eléctricas en Egipto financiadas con cerca de 950 millones de dólares (unos 812 millones de euros, al cambio actual) por esa institución multilateral con sede en Washington (Estados Unidos).

Las sanciones afectan a Initec Energía, perteneciente al área de Servicios Industriales de ACS, y sus subsidiarias en Irlanda y Brasil, y entraron en vigor el pasado 8 de agosto, tras un acuerdo entre las partes por el que se acordó prohibir a esas filiales el acceso a los fondos del organismo durante un periodo de cinco meses “por no revelar los pagos de la comisión de sus agentes en el marco de los proyectos El Tebbin y Giza North Power financiados por el Banco Mundial en Egipto”.

Cumplido ese veto temporal, el Banco Mundial, una institución que se nutre con fondos públicos, centrada en programas financieros y de cooperación para países en desarrollo y de la que España forma parte desde hace 60 años, decidió mantener durante 19 meses a las subsidiarias de ACS en su actual situación, “no inhabilitación temporal”.

Esto “significa que mientras la entidad sancionada cumpla determinadas condiciones” podrá “continuar siendo elegible para participar en las actividades financiadas por el Banco”, según explica el organismo en su web.

Entre esas condiciones están las de “implementar un programa de cumplimiento normativo aceptable por el Banco” y prestar “plena colaboración”. La cuarentena se prolongará hasta el próximo 7 de marzo de 2019.

Las sanciones están relacionadas con dos proyectos promovidos por el Gobierno de Egipto que convirtieron a este país en uno de los principales mercados exteriores de Initec: la construcción de los ciclos combinados (plantas de generación eléctrica que funcionan con gas natural) de Giza North, el mayor de Egipto, con 2.250 megavatios (MW) de potencia, y Tebbin, con una potencia proyectada de 700 MW.

El proyecto de Giza North, a las afueras de El Cairo, fue aprobado por el Banco Mundial en 2010, con una potencia inicial de 1.500 MW que se amplió a 2.250 MW en 2011, lo que supuso aumentar un 8% la potencia del sistema eléctrico egipcio. Su coste total estimado fue de 1.652 millones de dólares, de los que finalmente el Banco Mundial aportó unos 686 millones de dólares a través de dos préstamos.

La central, que también recibió fondos del Banco Europeo de Inversiones (BEI), está plenamente operativa desde diciembre de 2015 y un reciente informe del Banco Mundial calificaba, en líneas generales, de “satisfactoria” la evolución del proyecto, en el que Initec se adjudicó la construcción llave en mano del BOP (Balance Of Plant) mecánico y las tuberías de cada una de las tres turbinas (750 MW cada una).

El último tramo del contrato fue firmado en la sede del Ministerio de Electricidad y Energía de Egipto en 2013 en un acto al que asistió el entonces ministro de Energía, Ahmed Mostafa Emam Shaaban. Un año antes, en su informe anual de 2012 (antes de firmarse esa ampliación del contrato), ACS cifraba los ingresos derivados de este proyecto en 34,9 millones de euros.

Sobrecostes del 56%

En el caso del proyecto de Tebbin, fue aprobado por el Banco Mundial en 2006 y el último informe de evaluación del organismo, de 2013, refleja que a esa fecha solo había llegado a ponerse en marcha la mitad de la potencia prevista (350 MW) debido a un incendio que inutilizó uno de los grupos de la central. La construcción de la planta culminó en 2012, tras dispararse su coste un 56%, hasta 707,5 millones de dólares, de los que el Banco Mundial aportó unos 260 millones a través de un préstamo.

Según explicaba en su informe anual de 2008, a ACS le correspondió la construcción del paquete eléctrico y mecánico de la central, un contrato cifrado entonces en 49 millones de euros.

Initec fue 100% pública hasta su privatización en 2000 y tiene su sede en Madrid. Está dedicada a la construcción de infraestructuras de generación para la industria eléctrica y a cierre de 2016 tenía unos 210 empleados, según sus cuentas de 2016, las últimas presentadas en el Registro Mercantil.

En esas cuentas, la filial declaró una cifra de negocio de 373 millones de euros (más del doble que en 2015) y daba cuenta de la baja de una de las sociedades sancionadas por el Banco Mundial, la brasileña INITEC Energía Engenharia y Construçoes Ltda, que fue “liquidada con fecha 9 de noviembre de 2016” tras apuntarse un deterioro de 26,2 millones. “Dicha baja no ha tenido impacto en el resultado del ejercicio, dado que la Sociedad tenía íntegramente deteriorada el valor de su participación”.

En 2015, Egipto fue el segundo mercado más importante para la filial tras México, con una cifra de negocio de 24,14 millones.

eldiario.es se ha puesto en contacto con ACS y el Banco Mundial para intentar ampliar la información sobre este asunto, sin obtener respuesta. “No vamos a hacer comentarios”, indicó este lunes el departamento de Comunicación de la constructora.

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