División en la CNMC por un recorte de 266 millones a Red Eléctrica por las líneas anteriores a 1998
El pleno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) afronta dividido la aprobación de la Circular que establece la nueva metodología de retribución de la actividad de Transporte de electricidad, uno de los proyectos normativos que prevé aprobar el organismo en las próximas dos semanas, en el marco de sus nuevas atribuciones, y que va a tener un significativo impacto para Red Eléctrica (REE), dueña de la red de alta tensión.
El pasado 5 de julio, la CNMC sacó a consulta pública esa circular, que entre otras cosas propone extender de manera individual (instalación por instalación) la vida útil de las líneas de REE puestas en servicio antes de 1998, y siempre y cuando la empresa realice inversiones en renovación y mejora para una línea concreta.
El argumento es que esas infraestructuras, conocidas en el sector como “líneas Lázaro” (“Mueren y resucitan continuamente”, explica un experto en regulación), están ya más que amortizadas y REE ha recuperado sobradamente el valor de esos activos, cuya vida útil se agota, en principio, en 2023.
Según la memoria de esa circular, con la metodología propuesta por la CNMC “desaparece” el mecanismo transitorio establecido en la reforma eléctrica de 2013 a través de un Real Decreto, el 1047/2013, “para las instalaciones anteriores a 1998, según el cual un incremento de inversión en renovación y mejora en unas instalaciones ampliaba la vida útil del conjunto”.
Con ese decreto, se trató a esas líneas pre-1998 como si fueran una bolsa común, sin diferenciar entre unas y otras, para alargarles su vida por un periodo de 10 años, hasta 2023. “Con esta circular la cuantía a reconocer es individual y para las inversiones en renovación y mejora para una instalación concreta”, dice la memoria de la CNMC.
El recorte, según las estimaciones de la CNMC, supondría una rebaja de hasta 266 millones en la retribución del transporte de electricidad en el año 2023, actividad por la que REE va a recibir este año 1.656 millones con cargo al recibo de la luz que pagan los consumidores.
Sin embargo, fuentes conocedoras del asunto explican que las sesiones preparativas del consejo de la CNMC para abordar esta cuestión “están siendo duras”. REE, que tiene como mayor accionista (20%) al Estado, se está moviendo para seguir cobrando por esas instalaciones partidas adicionales a las que, con el modelo propuesto, recibiría por la operación y mantenimiento de las líneas. Para ello, ha recabado apoyos de varios vocales que piensan que hay que hacer más “gradual” el recorte y “modularlo”, explican fuentes con conocimiento directo del asunto.
El presidente de la CNMC, José María Marín Quemada, que junto con la mitad del pleno está de salida (tienen el mandato caducado), está entre los consejeros que apoyan las tesis de la Dirección de Energía de la CNMC a favor de recortar la retribución de estas infraestructuras de REE con un argumento que una fuente resume así: ponerse del lado de la empresa que preside Jordi Sevilla equivaldría “a decir que cuando te compras un coche y pides un crédito debes seguir pagando a la financiera una vez saldado el préstamo”.
Esas líneas anteriores a 1998, según la propia REE “suponen un porcentaje significativo de la red de transporte”, que asciende a unos 44.000 kilómetros de líneas. A cierre de 1997, REE tenía en servicio unos 18.000 kilómetros de líneas, según su memoria de ese ejercicio.
“Deterioro real y gradual”
La empresa, que no ha querido hacer comentarios, señaló en las alegaciones que remitió a Competencia en agosto respecto a la “extensión de vida útil de activos que agotan su vida regulatoria” que las medidas contempladas en la circular, “al no establecer un incentivo real para mantener las instalaciones en servicio, pueden devenir en un deterioro real y gradual de unas instalaciones necesarias para garantizar la continuidad del suministro y la integración de energías renovables requeridas por la Transición Energética”.
“Ante un problema de esta magnitud, que afecta a un porcentaje significativo de la red de transporte en servicio en la actualidad, se requieren soluciones que verdaderamente den respuesta a esta problemática e incentiven la extensión de su vida útil efectiva más allá de su vida útil retributiva”, argumentaba .
Para evitar “una excepcional caída de ingresos” en 2023, que podría derivar en un “grave problema de estabilidad económico-financiera”, según REE, la empresa reclamó “que se apliquen medidas extraordinarias, como puede ser el tratamiento gradual a la caída de los ingresos, de forma que su impacto pueda ser laminado en varios años en línea con lo establecido en las orientaciones de política energética” por el Ministerio para la Transición Ecológica.
Precisamente, en uno de sus últimos tuits, en el fin de semana del gran apagón canario, Jordi Sevilla arremetió contra los “hachazos” que en su opinión deterioran el servicio prestado por las empresas del sector. La circular de la CNMC, que no ha entrado en vigor todavía, debería hacerlo en enero.