Garamendi, candidato a presidir la CEOE, dice que las cuotas obligatorias de mujeres pueden restar competitividad

El presidente de la patronal de las pymes, Cepyme, Antonio Garamendi, y único candidato por el momento a suceder a Juan Rosell al frente de la CEOE, ha afirmado este miércoles que obligar por ley a las empresas a cumplir con cuotas para aumentar el número de mujeres en sus órganos de gobierno “puede llevar a la pérdida de competitividad”.

La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Igualdad, Carmen Calvo, defendió ayer martes que la presencia de mujeres en puestos de liderazgo de las empresas no sea un asunto de “debate”, sino una exigencia que vendrá plasmada en la Ley de Igualdad Laboral que ya se ha registrado en el Congreso. Calvo adelantó que la nueva norma que quiere aprobar el Gobierno empezará pronto su tramitación, que podría ser por la vía de urgencia.

Antonio Garamendi, actualmente vicepresidente de la CEOE, ha afirmado que es partidario de promocionar a las empresas que cumplan con criterios paritarios en sus órganos de gobierno, pero no de obligar a las compañías por Ley. “En este país se hace mucha demagogia. Hay muchos más problemas y tenemos que trabajar en esa línea, pero no como obligación legal”, ha precisado.

En una entrevista en Antena 3, el empresario ha afirmado “que alguien que no está en el mundo de la empresa diga 'ahora es así', pues yo sinceramente, creo que puede ser perder competitividad”. El líder empresarial de las pymes ha añadido que “esto de que por ley dos y dos son cuatro, pues no sé en política a veces dos y dos son siete”.

Garamendi ha pedido también al Ejecutivo “rigor presupuestario”, que realice “los experimentos con gaseosa” y que estudie bien los excesos de gasto porque España ya no cuenta con vientos de cola que tiren de la economía.

En este sentido, ha criticado el impuesto a la banca, que es considerada “el malo de la película” pero que es la que “inyecta la sangre” al sistema, y ha asegurado que esta figura supondrá una doble imposición a su negocio internacional que les aporta el 20% de sus beneficios, lo que les obligará a “deslocalizarse”.

También ha mostrado su rechazo sobre las medidas fiscales anunciadas sobre el diésel, porque asegura que ya están teniendo un impacto sobre la actividad y el empleo, y ha valorado el plan Renove puesto en marcha en Alemania como una alternativa para la sustitución de los vehículos más contaminantes.