MindGeek, un gigante del porno que amenaza desde el Reino Unido a las productoras independientes del cine erótico feminista

Los usuarios de pornografía en Internet suelen caer en la red de plataformas de MindGeek. Sólo a Pornhub, una de sus páginas de vídeos pornográficos, acuden al día 81 millones de personas. Pero MindGeek es mucho más que Pornhub. También está detrás de poderosas plataformas como Youporn, Redtube, Gaytube o Tube 8 y de productoras como Twistys, Digital Playground o Brazzers. No en vano, algunos la llaman ya el 'Facebook' del porno.

Puede que ese estatus cuasi-monopolístico suene aún exagerado para la firma con sede en Montreal. Sin embargo, está por ver la evolución de la actividad de esa empresa en el Reino Unido. Desde allí, MindGeek se puede acabar convirtiendo en una compañía absolutamente dominadora del sector.

Mucho se temen que así sea la española Paulita Pappel y la mexicana Lina Bembe, dos emprendedoras de la pornografía alternativa afincadas en Berlín. Ellas son dos figuras muy activas en la escena de este otro porno, también llamado “feminista” o “ético”. En él, el papel de las mujeres va más allá del típico “mujer-objeto” que se promueve en la pornografía mayoritaria o “mainstream”, según los términos del sector. Ésta última es la que más abunda en Internet, especialmente gracias a empresas como MindGeek.

Los temores que expresan Pappel y Bembe cuando hablan de la firma canadiense vienen dados por el papel que ha adoptado la compañía en el Reino Unido. En aplicación de la Ley de Economía Digital de 2017, el Gobierno de Londres ha situado al Consejo Británico de Clasificación de Películas (BBFC) al frente de una gran reforma de la pornografía en suelo del Reino Unido. La idea del Ejecutivo de la conservadora Theresa May es proteger a los menores del acceso al porno en Internet.

En esa reforma, MindGeek se perfila como la autora del programa encargado de verificar la edad de los usuarios de las páginas. Para ello, la compañía canadiense ya ha creado una herramienta. Se llama Age-ID. Fue presentada el pasado mes de marzo. Age-ID funciona de manera que puede confirmar que los usuarios tienen más de 18 años antes de dejarles ver el contenido de las páginas para adultos. Aún está por implementar, pero que eso ocurra preocupa a quienes hacen pornografía alternativa.

El controlador de edad de quienes se mueven en el tráfico hacia las páginas web de contenido erótico, según la Ley de Economía Digital, tendrá la obligación y el derecho de pedir a los usuarios demostrar su edad. De no hacerlo, se denegará el acceso. Es más, la ley contempla sanciones para los usuarios que contravengan la norma. También habrá castigos para las páginas de Internet que no respeten la nueva normativa y se abstengan de utilizar la herramienta de verificación de edad. De entrada, esas webs serán cerradas. Además, podrían afrontar una multa de hasta 250.000 libras (unos 280.000 euros).

Aparato de censura o herramienta bienintencionada

“Aunque parezca que han creado una herramienta bienintencionada, están creando un aparato de censura nunca visto”, dice Pappel a eldiario.es. “MindGeek controla el mercado del porno mainstream no ético, tiene una tercera parte de su tráfico procedente del Reino Unido y, para no perderlo, ha ofrecido la solución tecnológica a un Gobierno británico que, como buen gobierno neoliberal, deja a una empresa ocuparse del tema”, expone Pappel.

Ella viajó recientemente al Reino Unido para informarse de la mano de productores independientes del sector, abogados, expertos y periodistas sobre la situación en el país. Presentó sus conclusiones hace unas semanas en un podcast para la plataforma de contenido erótico y feminista Earsties. En ese programa radiofónico de Internet también participa Bembe.

“Es terrible lo que quieren hacer en el Reino Unido. El Gobierno debería actuar de manera democrática, en lugar de lavarse las manos que es lo que están haciendo, dejando el tema en manos de la iniciativa privada”, dice la actriz mexicana a eldiario.es.

Tanto ella como Pappel están preocupadas por varios motivos. Uno de ellos es de carácter eminentemente económico. Porque el sistema que impulsa la legislación británica de la mano de MindGeek obliga a las páginas que realizan verificaciones de edad de usuarios a pagar por cada una de esas comprobaciones. Se habla de un precio que puede llegar a 1,5 libras (unos 1,6 euros) por verificación.

“El sistema de verificación no cuesta dinero al usuario. Este sistema cuesta a la página por cada entrada de usuario. Si la página tiene un día 100 usuarios a costear a 1 libra o así, va a pasar que las páginas pequeñas van a tener que acabar pagando un dinero que no tienen”, dice Pappel. “Va a ser una fatalidad para las empresas pequeñas”, añade.

Problemas a la vista para pequeñas empresas del porno

Cierto es que plataformas como la suya, a saber, Lustery, donde parejas documentan sus encuentros sexuales, pueden verse en dificultades ante un sistema como el que quiere aplicar el Reino Unido. MindGeek tiene menos limitaciones financieras. Hasta 460 millones de dórales (unos 400 millones de euros) tuvo en ingresos la compañía en 2015, según ha podido saberse este año.

“Si eres un productor de pornografía indie no vas a poder pagar lo que ellos piden para instalar su sistema de verificación; por eso lo que van a hacer las pequeñas será: desaparecer o salir del Reino Unido”, mantiene Bembe. En sus palabras y en las de Pappel se percibe preocupación porque una reforma cómo la que ha puesto en marcha el Reino Unido siente un precedente y se replique posteriormente en otros puntos de la Europa continental.

Bembe y Pappel también señalan que hay un aspecto en el que MindGeek resulta cuestionable: la ciberseguridad. Según el Grupo de Derechos Abiertos, una ONG británica especializada en la protección de datos y privacidad con sede en Londres, entre 2012 y 2017, MindGeek ha sufrido al menos cinco filtraciones importantes de datos. La empresa, que existe en su forma actual desde 2010, ha tenido que lidiar con importantes crisis de ciberseguridad prácticamente cada año y medio.

La postura del misionero y poco más

“Es muy peligroso que este tipo de información de los usuarios pueda salir a la luz. Es un tema de seguridad enorme que el Gobierno británico parece no estar teniendo en cuenta”, apunta Pappel. “MindGeek va a acabar teniendo una base de datos con nombre y apellidos de usuarios, datos muy concretos sobre lo que ven y lo que no ven los usuarios en Internet. Han tenido filtraciones, historias con hackers y 'malware', y claro, es muy peligroso que datos personales de los usuarios puedan salir a la luz”, asevera Pappel.

Por último, pero no por ello menos relevante para Bembe, esta emprendedora y actriz mexicana alerta de las posibles consecuencias para el sector de dejar a MindGeek en una posición de ultra-liderazgo en términos de contenidos de pornografía. Su preocupación se argumenta también en que la Ley de Economía Digital de 2017 del Reino Unido contiene una definición de “pornografía” según la entienden los legisladores británicos.

“Creo que todos tenemos derecho a una diversidad, a elegir qué tipo de porno queremos ver. Lo que se está haciendo es una imposición, que consiste en filtrar muchas cosas”, comenta Bembe. “Sólo las compañías grandes van a seguir pagando el sistema de verificación y, normalmente, lo que hacen estas compañías es porno heterosexual. Todo lo que sea más alternativo, lo más feminista, lo queer o lo fetichista que esté en desacuerdo con el Gobierno puede estar en peligro. Van a dejarnos únicamente con porno heterosexual en el que se vea una pareja haciendo el misionero y poquito más”, concluye.