Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Feijóo confía en que los jueces tumben a Sánchez tras asumir "los números"
Una visión errónea de la situación económica lleva a un freno del consumo
OPINIÓN | La jeta y chulería de Ábalos la paga la izquierda, por Antonio Maestre

El drama de los empleados temporales: las empresas los echan por el coronavirus y sin acceso a ayudas del Gobierno

Una trabajadora de Inditex explica que en su tienda han anunciado a todos los temporales que no les renuevan los contratos.

Laura Olías

13

Los ERTE se han convertido en algo muy cotizado para muchos trabajadores estos días. Son temporales a los que sus empresas están finalizando sus contratos, adelantando la extinción o dejando que concluyan sin renovarles en sus puestos. Esta práctica, “generalizada” según CCOO y UGT, deja a estos empleados en la calle sin acceso a las ventajas aprobadas por el Gobierno para los expedientes temporales. “Si estuviera en un ERTE, al menos tendría paro asegurado y la garantía de volver a mi puesto. Ahora estoy desamparada”, cuenta Inma (nombre ficticio), periodista de una revista a la que le habían asegurado que por fin iba a dar el salto al contrato indefinido tras superar el periodo de contrato en prácticas. Así era hasta hace unos días, pero todo ha cambiado con el coronavirus.

La situación de Inma está lejos de ser anecdótica, aseguran los sindicatos. En CCOO y UGT sostienen a eldiario.es que estas extinciones de contratos temporales están siendo muy numerosas en estos días, de “manera generalizada en muchos sectores, por ejemplo en los centros de formación”, afirma Lola Santillana, secretaria de Empleo de CCOO. Sin todavía número de los afectados, en los sindicatos recuerdan que España es un país de una altísima temporalidad, la mayor en la UE, con casi un 27% de los empleados con contratos temporales.

Sonia (nombre ficticio) es dependienta del grupo Inditex y explica a este medio que en su tienda, en Madrid, han comunicado a todos los trabajadores temporales que no les renovarán sus contratos. “Nos dijeron que iban a hacer un ERTE y luego que no. Quedaron muy bien, pero ahora resulta que todos los temporales, que seremos la mitad, al menos en mi tienda, nos vamos a la calle. Pues era mejor un ERTE”, explica la trabajadora, que no tiene derecho a paro porque no ha cotizado aún lo mínimo para ello. La dependienta lleva encadenando contratos temporales de un mes desde septiembre. “La regla no escrita es que Inditex no te hace fijo hasta que pase un año, en el que estás con contratos temporales. Pasado ese tiempo, muy pocos se quedan como indefinidos”, explica.

Fuentes de Inditex responden a este medio que “ERTE solo se va a hacer en caso de que estado de alarma se prorrogue más allá del 15 de abril” y que, si llegara esa siituación la empresa se compromete a complementar la prestación de desempleo para que los trabajadores no pierdan ingresos respecto a sus salarios. Sobre qué pasará con los temporales que vean concluir sus contratos en estos días, la multinacional no ha respondido a este medio. Desde CGT sostienen a eldiario.es que “al menos en Zara en Madrid” desde Recursos Humanos han comunicado al sindicato que “los contratos que finalicen no los van a renovar. Que en esta situación, en la que no se está generando beneficio, no pueden hacer eso”. CGT sostiene que en tiendas la temporalidad es muy alta, “de más de un tercio del personal, casi la mitad”.

Las camareras de piso, limpiadoras de habitaciones de hotel conocidas como 'kellys', también se están quedando en la calle en estas circunstancias, asegura una portavoz de las Kellys Madrid. A menudo externalizadas, subcontratadas a través de terceras empresas, muchas de ellas tienen contratos precarios y temporales y con la crisis del coronavirus “las empresas están finalizando sus contratos y las están dejando en la calle, no las están metiendo en ERTE”, explica esta portavoz, que pide no ser identificada. Su caso es un ejemplo de ello: estaba trabajando como gobernanta en un hotel durante la temporada de nieve, pero los clientes dejaron de llegar y la empresa le ha adelantando el fin de su contrato. “A mí me lo han adelantado una semana y a las camareras de piso unos diez días. Nos han pagado vacaciones y demás y han extinguido los contratos. Ahora tengo que ver si tengo derecho a paro o no”, apunta.

Sonia no sabe cómo va a poder pagar el alquiler si esto se alarga. En su piso, a su pareja la han echado de la empresa de marketing online en la que trabajaba y a otra compañera, camarera, “le han hecho cogerse vacaciones y a ver qué pasa. Tres personas en un mismo piso y mira cómo estamos, esto da mucho miedo y mucha incertidumbre, porque encima no puedes hacer nada. En otra situación saldrías a echar currículum, pero ¿ahora?”, explica la dependienta de Inditex.

En la casa de Inma, con un niño pequeño, a fin de mes se llegaba justito y ahora las cuentas salen para pagar el alquiler el próximo mes gracias a que su pareja está echando horas extra. “Pero porque le obliga la empresa ahora que les hace falta, si el mes que viene esto sigue así y no hay para horas extra, no sé cómo vamos a hacer”, afirma la periodista.

Piden al Gobierno protección para estos trabajadores

Los sindicatos exigen no dejar en la estacada a estas personas. “Lo que estamos diciendo es que las empresas podrían estar incluyendo a los trabajadores temporales en los ERTE, pero vemos que no lo están haciendo. Las propias ETT podrían hacer ERTE también y no está siendo así”, asegura Mari Carmen Barrera, secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT. Las medidas del Ejecutivo sobre los ERTE permiten a las empresas de menos de 50 trabajadores no pagar durante el expedientes las cuotas de los empleados a la Seguridad Social y aquellas con más plantilla solo deberán abonar el 25% de las cotizaciones.

Los sindicatos mayoritarios reclaman a las empresas que incluyan a los trabajadores temporales en los ERTE, lo que les permitirá acceder a las medidas aprobadas por el Gobierno en este sentido: cobrar paro aunque no hubieran cotizado lo mínimo para ello y sin consumir su derecho a la prestación de desempleo para el futuro. La pandemia del Covid-19 ha paralizado muchas actividades de manera transitoria, pero después volverán a funcionar “y los trabajadores siguen siendo necesarios”, recuerdan en las centrales sindicales.

Fuentes de la patronal CEOE sostienen que aún no tienen datos sobre las extinciones de contratos temporales ni sobre los ERTE que están aprobando las empresas y añaden que esto son “decisiones propias” de cada compañía en función de su situación y las herramientas disponibles. “No hay recomendación por parte de la patronal”, añaden, sobre si estás deben aplicar ERTE.

Además de esta petición al sector privado, CCOO y UGT exigen al Gobierno ampliar la protección de los trabajadores con un segundo paquete de medidas. Las organizaciones de trabajadores reclaman que se garantice una renta de ingresos a los colectivos que se han quedado desamparados en esta crisis, como aquellos que consuman el desempleo y se queden sin ingresos, las trabajadoras del hogar (sin derecho a paro a día de hoy y para las que Trabajo última una prestación) y los temporales como Inma y Sonia, que tampoco pueden acceder a ninguna ayuda extraordinaria, entre otros.

Fuentes del Ministerio de Trabajo afirman que “se están estudiando más medidas” y, aunque aún no entran al detalle de las mismas, indican que en general estarán dirigidas a “personas que se queden sin ningún tipo de prestación”. Mari Carmen Barrera confía en que el Ejecutivo apruebe lo antes posible medidas “homogéneas” para estos trabajadores y desempleados (una prestación y que no consuma derecho de paro) ya que, “si no, se estaría produciendo un agravio comparativo” entre unos colectivos y otros, advierte la representante de UGT.

Un ejemplo muy claro de las diferencias que pueden producirse entre trabajadores similares, dependiendo de la empresa que los contrata, se ha producido en un call center de GSS Line en Ateca (Zaragoza), explica Marta Laiglesia Gracia, secretaria general CCOO Servicios Aragón. “Los trabajadores que estaban adscritos a las portabilidades dependen de cinco ETT diferentes. Como el Gobierno ha suspendido las portabilidades en el estado de alarma, una ETT mandó a los trabajadores a casa con un permiso retribuido, pero las otras cuatro les extinguieron los contratos de obra y servicio”, explica la sindicalista.

“Con dos de ellas hemos conseguido que reculen y los han metido en un ERTE, son unas 30 personas. En otras dos ETT, Nexian e Iman Temporing, de las que dependen unos diez trabajadores, no hemos obtenido respuesta”, explica Laiglesia Gracia. eldiario.es trató de contactar con GSS Line, Nexian e Iman Temporing antes de publicar el artículo, pero no recibió respuesta. Este miércoles, fuentes de Nexian informan de que finalmente esta mañana “se ha informado tanto a CCOO como a los trabajadores” que forman parte de Nexian de que “han sido readmitidos y entran en un ERTE, tal y como se ha acordado con el cliente” (GSS Line).

Extinciones “ilícitas en muchos casos”

Más allá de si las empresas podrían haber tomado decisiones más favorables para los trabajadores, ¿son legales estas extinciones de contratos temporales? El abogado laboralista del Colectivo Ronda Nacho Parra explica que hay que estudiar cada caso concreto, pero en muchas ocasiones, “diría que incluso hasta el 90% de los contratos temporales, los propios contratos son fraudulentos”. Y, por tanto, sus extinciones también lo son. El motivo: son contratos que no están motivados realmente por causas temporales, sino que cubren puestos estructurales en el centro de trabajo.

A la cooperativa de abogados Colectivo Ronda lo que más están llegando estos días son extinciones de contratos de trabajadores en periodo de prueba. En este caso, salvo que se esté vulnerando un derecho fundamental (como la rescisión del contrato de una mujer embarazada o de una empleada por haber hecho huelga), la empresa tiene derecho de desistimiento libre. “Aunque personalmente me parece que es discutible en una situación como esta, en la que se aprueban medidas para mantener el empleo, que una empresa pueda echar a los trabajadores en periodo de prueba y luego se acogiera a un ERTE para el resto de la plantilla”, opina Nacho Parra.

El laboralista considera que, si el contrato de trabajo iba a continuar de no ser por esta situación excepcional, las empresas deberían mantenerlos e incluir a estos empleados en suspensiones temporales de contrato. Por ejemplo, Parra valora que la mencionada extinción de los contratos de los trabajadores que se dedican a portabilidades es “ilícita, porque la obra no se ha terminado, solo se ha suspendido temporalmente”. En general, los trabajadores temporales no suelen denunciar los abusos en sus contratos, explica el abogado, “porque muchos están pendientes de si vuelven a ser contratados por las empresas más adelante”. Es el caso de Sonia, que confía en que la vuelvan a llamar de su tienda de Inditex cuando todo pase, “aunque a saber”, dice con incertidumbre la dependienta.

Etiquetas
stats