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Varoufakis: “La intoxicación de la política y el estancamiento económico se han normalizado en Europa”

Varoufakis en la conferencia del CFA

Marina Estévez Torreblanca

El exministro griego de Finanzas Yanis Varoufakis ha visitado este martes Madrid. Además de ser diputado en el parlamento de su país desde las elecciones de julio de 2019 con el partido MeRA25, mantiene su labor como conferenciante en foros tan diversos como la Conferencia Europea de Inversión, organizada por el instituto CFA en el Hotel Palace. Sin permitir ser grabado por ninguno de los asistentes, pero sí fotografiado y escuchado, el carismático Varoufakis ha sido entrevistado públicamente por un periodista británico.

Su discurso ha sido de gran preocupación por la situación económica y política en Europa. “Si hace diez años alguien hubiera dicho que la extrema derecha crecería así en Gran Bretaña, Francia e Italia habríamos respondido: 'es el Armagedón'”.

Varoufakis cree que el estancamiento en la economía y la intoxicación en la política se están normalizando en Europa. “No vamos por el camino correcto. Por un lado tenemos una crisis de combustión lenta que empezó en 2008. Nunca se fue, se transformó de un gran colapso financiero en una gran recesión y ahora en un gran estancamiento. Y nuestra política se está despedazando. Una vez que se crea una unión monetaria moderna, o se sigue hacia una federación o se termina con un lento proceso de fragmentación”, ha defendido.

Para el heleno, la política de expansión cuantitativa (QE) del Banco Central Europeo (BCE), es decir, la compra de activos en el mercado para inundar el mercado de liquidez, ha sido de algún modo positiva porque de otro modo la eurozona habría colapsado. “La zona euro todavía existe debido a la QE de Mario Draghi”, ha afirmado. Y un escenario de fin de la moneda única, con todos sus problemas, sería “más tóxico de lo se imagina”. A su juicio, dividiría Europa en dos bloques, uno próspero en torno a Alemania y otro mediterráneo, lo que alentaría los populismos.

Pero al mismo tiempo, ha considerado que en lugar de abordar las reformas necesarias, el programa de compra de deuda ha limitado la capacidad de acción del banco central. Y además esta política de compra de activos, ha afirmado, “ya no funciona”. “Es como los antibióticos a los que las bacterias se han adaptado. Entonces, sí, es mejor que nada. No estoy en contra de usar QE. Pero nos estamos moviendo hacia una situación en la que estamos a un 'shock' de no tener amortiguadores”, ha advertido.

Varoufakis ha recordado que en 2017 se dieron “tasas de crecimiento impresionantes según los estándares de los últimos diez años” en la Unión Europea, pero la fuente del crecimiento, las exportaciones netas, “no era sostenible”.

“En el pico máximo del crecimiento teníamos el nivel más bajo de inversión en relación con la liquidez. Es un hecho que estábamos exportando deflación al resto del mundo. Y eso es insostenible porque China comenzará a desacelerarse o alguien como Trump saldrá y dirá, ya no nos vas a vender. Y desde el punto de vista del gasto del consumidor en lugares como España e Irlanda, hubo una explosión de deuda privada ¿Qué había para celebrar en 2017?”, se ha preguntado.

Ahora que el crecimiento económico es próximo a cero en lugares como Alemania, según Varoufakis “necesitamos acción política”, como dijo Draghi cuando pidió a los gobiernos, antes de dejar la presidencia del BCE, que empiecen a elevar su gasto público, si tienen margen para ello. “Hasta los jefes de la industria en Alemania lo dicen. La pregunta es, ¿cómo lo haces?”, se ha preguntado el exministro.

Al respecto, ha recordado que se creó una moneda común con un banco central pero sin ningún estado federal detrás. “En un mundo ideal, los países que tienen espacio fiscal usarían su superávit. Pero el modelo de negocio de la República Federal de Alemania se basa en las exportaciones netas, y si aumentan su gasto, perderán esa ventaja. Por lo tanto, tendría que reconfigurarse todo el modelo industrial alemán para que ocurra lo que es necesario a nivel de la Unión Europea”.

Entonces, para él la única solución es estimular el federalismo, para empezar a través de la puesta en marcha de un sistema común europeo de garantía de depósitos, una cuestión que se debate desde hace años, y sobre la que ha admitido su pesimismo. “Cualquiera que sugiera una Europa federal hoy, solo creará una gran exasperación en los corazones y mentes de la gente. Dirán, sí, claro, nunca sucederá. Moriremos antes de que eso suceda. Pero debemos estimular la federación”.

El Brexit y el referéndum en Catalunya

Varoufakis se ha pronunciado sobre el proceso de salida de la Unión Europea de Gran Bretaña y también, preguntado por ello, sobre la situación en Catalunya.

Respecto al primer asunto, se ha mostrado convencido de que el brexit “va a suceder” y ya ha tenido “graves repercusiones en el continente”. Una de ellas es que, en su opinión, ha roto el eje franco-alemán. Y la segunda repercusión es que “dio una falsa sensación de éxito a quienes tienen el control de la burocracia. Se sienten invencibles porque es cierto que el brexit ha eliminado otro escenario de salida, incluso del euro. El brexit ha asustado a otros partidarios de la salida de la UE. Y no hay nada peor para el euro que el establishment se sienta invencible porque eso termina con toda reforma seria”.

En cuanto a Catalunya, ha afirmado que no se ve “con derecho a opinar” sobre su independencia, porque son los catalanes “los que deben decidir”. Pero sí ha recalcado que a su juicio la Unión Europea se ha lavado las manos.

“Cuando tienes un conflicto tan grande, cuando tienes políticos encarcelados, que la Unión Europea haya dicho que es un asunto interno español es la peor contribución que se puede hacer a la democracia”.

Ha añadido que a él no le gustan las fronteras ni es nacionalista y que prefiere encontrar maneras de unirse que de poner más divisiones. “Pero al mismo tiempo, reconocemos el derecho de los catalanes, de los escoceses, de los cretenses, de tener una discusión entre ellos sobre su nación”. Si la independencia se produjera, a su juicio los ciudadanos de esa zona deberían poder decidir si su nacionalidad es española, catalana o incluso ambas.

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