Cada vez hay más accidentes de tráfico laborales y los datos apuntan a que la culpa es del aumento de la paquetería
El año pasado murieron 249 trabajadores en accidentes de tráfico, sumando a quienes estaban trabajando y a quienes estaban de camino a su puesto. Fue la principal causa de muerte laboral. Ya entonces los sindicatos se alarmaron, sobre todo con los accidentes de tráfico durante la jornada, pues la cifra suponía un aumento del 28% respecto a 2017.
Los números de lo que llevamos de 2019 son más halagüeños respecto a los accidentes mortales —tanto en jornada como de camino al trabajo ha habido menos fallecimientos que en el mismo período del año anterior— pero no en el total, donde vuelve a haber un repunte. Por sectores, el transporte y el almacenamiento es, solo por detrás de las industrias extractivas, el sector que más muertes deja por cada 100.000 trabajadores: 15. También es uno de los sectores que más accidentes provoca y en los que la tasa de incidencia no deja de subir.
¿Qué hay detrás de estas cifras? UGT lo atribuye directamente al “aumento de las compras online”, que a su vez ha producido un auge de empresas de reparto. En una jornada que celebró la semana pasada en Toledo, el sindicato incidió en la necesidad de analizar este ámbito con más detalle para tomar mejores medidas preventivas. La Dirección General de Tráfico indica, por su parte, que desde 2012 las matriculaciones de furgonetas se han duplicado (hemos pasado de 54.700 a 128.300 en 2018) y que lo preocupante viene al ver sus cifras de siniestralidad: aunque solo son el 7% del total del parque de vehículos, suponen el 11% de los accidentes con víctimas y el 13% de los fallecidos.
“Si ves las cifras, los accidentes con furgoneta crecen al doble que el resto. No se trata de criminalizar al sector del reparto, pero la furgoneta tiene un problema: su tamaño”, explica Álvaro Gómez, director del Observatorio de Seguridad Vial de la DGT. “Al ser más grande y tener más masa, deja más víctimas fuera del vehículo que dentro. Y todo esto en un contexto de crecimiento del comercio electrónico. En las jornadas del otro día sobre el riesgo vial de las furgonetas, el presidente de la patronal de logística UNO dijo que para el Black Friday se ha contratado a 8.500 repartidores y que se moverán tres millones y medio de paquetes. Y para Navidad, 80 millones”. Eso es un 10% más que el año pasado.
Grandes plataformas como Amazon subcontratan a sus repartidores a través de terceras empresas (Ara Vinc o Jom Last Mile) o los emplean como autónomos, con su coche particular, en pequeñas franjas de reparto mediante el programa Flex (similar a lo que hacen Glovo o Deliveroo). El problema con estos esquemas laborales, sumado a que las furgonetas no están sometidas al mismo régimen que los camiones, es la dificultad para tener una foto precisa de la siniestralidad.
“Las furgonetas son las grandes olvidadas porque se mueven en un ámbito difuso. El modelo comercial y laboral es diferente al de vehículos más grandes”, continúa Gómez. “No conocemos a los trabajadores ni hay un censo de autorizaciones administrativas, como el de los camiones, solo de matriculación. La furgoneta no necesita tarjeta de transporte”. Respecto a los datos de accidentes laborales, incide en que al haber tantos autónomos en el sector es complicado tener una visión completa. Pero esto está en vías de mejorar: desde enero de 2019 la estadística oficial incluye por primera vez todos los accidentes de autónomos, aunque de momento no están divididos por causa. Hasta entonces, solo se contabilizaban los accidentes de autónomos con cobertura específica de accidentes de trabajo, que suponían en torno al 20%.
También, añaden desde UGT, “los accidentes laborales de tráfico están siendo difíciles de controlar porque no se producen en el centro de trabajo, lo cual dificulta la investigación de la Inspección y provoca que algunos se estén contabilizando indebidamente”.
El caso de Guadalajara
“Nosotros tenemos datos de trabajadores asalariados”, explica Alberto Sánchez, secretario territorial de UGT Toledo. “Este año hemos contabilizado siete accidentes mortales en la provincia. La mayoría de los casos son de paquetería: cuatro al ir o venir al domicilio y tres en reparto”. A esta cifra habría que sumar otros cinco accidentes mortales de autónomos en toda la comunidad de Castilla-La Mancha, de un total de 47 a nivel nacional.
Los datos de Castilla-La Mancha vienen especialmente al caso por una sencilla razón, y es que en esta comunidad es donde se encuentran dos de los principales corredores logísticos de España: el del Henares en Guadalajara, por un lado, y el de la comarca toledana de La Sagra, por otro. En el primero están ubicados los centros de Amazon, Inditex y el de alimentos frescos de El Corte Inglés. En el corazón de Illescas, en La Sagra, hay otro almacén de Amazon y pronto uno de H&M para atender pedidos por internet, además de otro montón de empresas.
El sindicato relaciona directamente estos dos polos con la altísima tasa de incidencia de accidentes laborales (por cualquier causa, no solo de tráfico) en sendas provincias. Desde hace unos años, Guadalajara lidera el ranking provincial de accidentes por cada cien mil trabajadores. Y Toledo queda tercera, solo por debajo de las Islas Baleares. “Es una segunda lectura de los datos”, explica Sánchez. “En Guadalajara están instaladas todas las naves de logística. Y en Toledo, que es la tercera provincia, todo el sur es agrario. Es La Sagra, la zona limítrofe, donde hay actividad”.
Las furgonetas de reparto suelen ir del almacén, en suelo logístico y fuera de las ciudades, al centro. Los datos de la DGT indican que “los accidentes con víctimas en las que están implicadas furgonetas es más elevado en las ciudades” pero donde más víctimas mortales se producen es en las vías interurbanas. Así, tanto la entidad como las ciudades están dando pasos para adaptar su infraestructura a esta nueva invasión. “Nuestra visión de la ciudad es reducir el límite a 30 km/h en calles de un carril por sentido, que son la gran mayoría. Eso beneficiará al peatón, ciclista o motorista”, concluye el director del Observatorio de Seguridad Vial. “Y, por otro lado, la regulación de la carga y descarga”. En este sentido, apunta, tanto Madrid como Barcelona prestan cada vez más atención a la distribución de mercancías.