Aeropuertos Estatales y Navegación Aérea (Aena) tiene previsto gastarse 13,17 millones de euros (más IVA) en las próximas semanas en diversos informes de “asistencia técnica” que la empresa, cuyo mayor accionista es el Estado (51%), ha sacado a concurso tras el nombramiento como primer ejecutivo, el pasado 13 de octubre, del ex secretario de Estado de Comercio Jaime García-Legaz.
La mayor parte de ese importe (más de 10 millones), se ha licitado en los últimos días y en el lapso de apenas una semana. El pasado día 2, Aena sacó a concurso un servicio de “Asistencia técnica para la redacción de proyectos, control y vigilancia y dirección de obra de actuaciones descentralizadas en aeropuertos. Fase II” por un importe de 8,53 millones de euros y con un plazo de recepción de ofertas muy ajustado, hasta el 26 de febrero.
La documentación de la licitación no está disponible en la web de Aena “debido al volumen de este pliego” y hay que recogerla en la sede física de la empresa.
Lo mismo ocurre con el estudio que Aena licitó el 27 de enero para analizar, por 797.500 euros, “actuaciones de remodelación” de las zonas comerciales de la T4 de Madrid Barajas, cuyas tiendas ya fueron reformadas hace solo tres años.
Y otro tanto con un contrato de objeto similar para las terminales 1 y 2 del aeropuerto madrileño (705.400 euros) licitado también el 27 de enero. Ese día salió también a concurso, por medio millón, un servicio de asistencia técnica “para la elaboración de estudios y seguimiento de la capacidad aeroportuaria” cuyo pliego tiene fecha 7 de noviembre.
Aena también tiene pendiente adjudicar, entre otros estudios que ha sacado a concurso tras el aterrizaje de García-Legaz, un “contrato de consultoría y asistencia técnica para la realización de actuaciones jurídicas administrativas de carácter patrimonial” por un importe de 1.672.433,33 euros; y otro de “asistencia técnica de dirección de obra y control y vigilancia (ATDOCV) para la remodelación de la facturación” de las terminales 1, 2 y 3 de Barajas, con un presupuesto de 313.500 euros.
La empresa, que cotiza en el Ibex 35 y tiene un valor bursátil de unos 24.400 millones de euros, no ha respondido a las preguntas de eldiario.es sobre este asunto. Legaz es su presidente y consejero delegado ejecutivo porque el Gobierno le eligió para sustituir al dimitido José Manuel Vargas.
El Ejecutivo de Rajoy le repescó de la empresa semipública Cesce y le propuso a través del grupo público Enaire (Ministerio de Fomento), en un nombramiento simultáneo a la entrada de Josep Piqué, exministro con José María Aznar y exconsejero de, entre otras, Vueling y Airbus, como consejero independiente de Aena.
Primeras decisiones
Nacido en Murcia en 1968, técnico comercial del Estado y con una trayectoria que incluye ocho años (2004-2011) como directivo de la FAES de José María Aznar (una etapa que no consta en su currículum oficial en la web de Aena), las primeras decisiones de García-Legaz en la empresa semipública han sido pujar en solitario por el Aeropuerto ‘fantasma’ de Corvera (Murcia), que Aena se ha comprometido a abrir y a explotar durante 25 años, y colocar, con cierta polémica, a dos afines en la empresa semipública: Juan Carlos Alfonso Rubio, nuevo secretario general y del consejo, y Óscar Arizcuren Pola, vicepresidente de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y nuevo director de Políticas Públicas y Relaciones con Europa de Aena.
Entre los retos que afronta García-Legaz en su mandato se encuentran potenciar la expansión internacional de la compañía aprovechando las oportunidades de negocio que surjan en Latinoamérica, Europa y Estados Unidos, fundamentalmente, y mantener los costes a raya, tras la decisión del Gobierno de bajar un 11% las tarifas aeroportuarias hasta 2021, lo que limita el crecimiento de sus ingresos.
En el ámbito inmobiliario, Legaz también tiene la opción de activar el plan que guardaba Vargas en la recámara para desarrollar 2.000 hectáreas alrededor de los aeródromos de Madrid y Barcelona.