Las aerolíneas piden más Policía para evitar las largas colas en los controles de los aeropuertos
El sector aéreo vuelve a los niveles de ocupación prepandemia y las previsiones para este verano indican que España regresará a los datos de 2019, aunque depende mucho de los destinos. Esa previsión, sumada a los mayores controles en los aeropuertos por cuestiones sanitarias, hace que las colas en los controles de los aeropuertos sean considerablemente mayores.
“Se necesita más Policía Nacional en los controles de pasaportes. Sobre todo en los aeropuertos con gran tráfico internacional. Solo en Semana Santa, 3.000 viajeros han perdido sus conexiones en el aeropuerto de Madrid - Barajas”, ha asegurado el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara, en rueda de prensa.
Esos retrasos y pérdida de conexiones condicionan la operativa de las aerolíneas, pero también “afectan negativamente a la imagen de España como destino”, ha indicado el responsable de la asociación que integra a las mayores compañías del sector. “Esas imágenes pueden hacer que se vayan a algún país vecino en lugar de España”.
¿Y cuánta dotación policial se necesita? “Es algo que no es nuevo. Pasó el verano pasado. Lo que decimos es que el control de pasaportes sea más ágil, sobre todo donde son controles internacionales a terceros países de fuera de la Unión Europea; que haya la dotación suficiente. ¿Cuánta? Eso lo desconozco. Lo tiene que decidir la Policía”, ha reconocido el responsable de ALA.
Problemas de congestión, costes de la pandemia y mascarillas
Esos retrasos, este verano, además se pueden ver incrementados por los cambios en la operativa aérea en Francia, que pueden derivar en más congestión del espacio aéreo. “Va a haber un cambio en el sistema de control de Reims; que se va a desplazar a Marsella; y eso va a impactar sobre todo en los vuelos de Cataluña y Baleares”, ha indicado Gándara. “Si no damos una solución veremos los mismos retrasos del verano de 2018 y 2019.
“El 80% de los retrasos que afectan a España no es por lo que ocurre en España. Influye mucho lo que ocurre en el espacio aéreo francés, que es especialmente problemático, por huelgas o por otros motivos. Este año, como se va a desplazar el control a Marsella, va a haber una presión adicional. Estamos trabajando para que el impacto sea lo menor posible”.
En cuanto a la pandemia, el sector se queja de que Aena traslada a las aerolíneas el coste de las medidas sanitarias que se han tomado en los aeropuertos por el COVID. Hasta septiembre de 2021, 150 millones de euros.
“Aena repercute esos costes a las aerolíneas y los puede asumir el Estado. Son actuaciones de seguridad sanitaria, que deberían pagar todos los ciudadanos a través de Presupuestos o con los fondos europeos”. En este sentido, indica que el sector aéreo se ha quedado fuera del reparto de fondos y de ayudas como consecuencia de la guerra en Ucrania. “Es un agravio”.
Más aún, apunta, porque el coste del combustible se ha duplicado en el último año. El responsable de ALA asume que las aerolíneas van a sufrir más o menos en función de las coberturas financieras que tengan al precio del combustible, aunque no prevé aumentos de precios. “No tengo ninguna duda de que nos ha costado democratizar el transporte aéreo y el sector va a seguir haciendo todo lo posible para que los vuelos sigan siendo asequibles”.
Lo que no desaparecen, de momento, son las mascarillas en la mayoría de los vuelos. “Cada país tiene una reglamentación distinta. Hay aerolíneas, por ejemplo, en Reino Unido donde no es obligatorio en los vuelos interiores, cuando son a otros países sí. Las aerolíneas nos tenemos que adaptar a los distintos países a los que volamos”, ha asegurado Gándara.
Previsiones optimistas pero no en todos los destinos
Lo que ya percibe el sector es una clara recuperación. En marzo, el nivel de ocupación de los vuelos de pasajeros fue del 78%.
Recuperación que se verá, sobre todo, en verano. Para esta temporada estival hay programados 212 millones de asientos, un millón menos que en 2019.
Sin embargo, la recuperación no es igual en todos los mercados. “Hay un 8,1% más de asientos en Canarias, 10,6% en Baleares”, ha apuntado el responsable de ALA. “Sin embargo, para los vuelos a Madrid, son un 7,5% menos; o Barcelona, un 11,2% menos”.
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