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El aeropuerto de Madrid-Barajas pierde 10 millones de viajeros

Los ajustes del Gobierno por la crisis, la política de retirada de Iberia tras la fusión con British Airways y la espectacular subida de las tasas realizada por su propietario, AENA, hunden el tráfico en el aeropuerto de Barajas. Las cifras no dejan lugar a engaños. En 2007 el número de pasajeros que recibió el aeropuerto de Madrid fue de 52,1 millones, lo que suponía un 13,8% más que en el ejercicio anterior. El número de vuelos (se cuenta en despegues y aterrizajes) fue de 483.292 con un crecimiento del 11,1%. Ello convertía al aeródromo en el cuarto mayor de Europa, con los que aportaba a la Comunidad de Madrid el 12% de su PIB.

Cinco años después con cifras reales acumuladas al mes de octubre, el número de pasajeros es de 38,9 millones, el de operaciones ha caído a 318.176, con lo que a final de año se habrán perdido 10 millones de viajeros y más de 100.000 vuelos.

La pérdida de uno de cada cinco pasajeros y uno de cada cuatro vuelos se produce en un período que coincide con la vida útil de una de las mayores inversiones realizadas por AENA en la infraestructura aeroportuaria del país: la Terminal 4, su satélite y las tres nuevas pistas (fueron inauguradas en 2006). Una inversión de 7.000 millones que todavía no ha sido amortizada.

El factor principal que justifica este hundimiento es la brutal contracción de la operación de Iberia durante este período. En 2007 la aerolínea (a la que se asignó el uso prioritario de la T4 y su satélite) realizó 174.064 despegues y aterrizajes en Madrid-Barajas. A octubre del año en curso la cifra se ha reducido a 89.234 con lo que a final del ejercicio se habrá consolidado un ajuste en el número de vuelos cercano al 50%. Si entendemos que estas cifras no contemplan las nuevas restricciones del 15% en operaciones contempladas en el plan de viabilidad de Iberia que patrocina Willie Walsh y que fue presentado en noviembre último, podremos calibrar cuál será el tamaño del desastre en Barajas en 2013.

La contracción de las operaciones de Iberia en su principal centro de distribución en el mundo se ha visto compensada parcialmente por la sustitución de los vuelos de la matriz con las operaciones de su nueva filial Iberia Express, nacida el 25 de marzo de 2012. A octubre había realizado 13.872 operaciones y había transportado 1,7 millones de pasajeros.

El ajuste en Iberia no es la única causa del hundimiento del tráfico en Barajas. En 2007 Spanair fue la segunda aerolínea por número de vuelos con 63.601 operaciones. Su desaparición en enero de 2011 ha dejado a cero su casilla en este año. Air Nostrum, la empresa de vuelos regionales que aporta tráficos para Iberia también ha contraído su operación, pero en mucha menor medida; en 2008 tuvo 57.419 vuelos y a octubre de este año llevaba ya 49.014. El mismo comportamiento se reconoce en Air Europa. La compañía de la familia Hidalgo realizó 32.550 despegues y aterrizajes en Barajas en 2008 y en octubre de 2012 ya llevaba 30.368.

Una buena parte del tráfico que Iberia ha perdido en Barajas ha sido recogido por las compañías de bajo coste. Ryanair, por ejemplo, en 2007 realizó 8.199 operaciones y a octubre de 2012 llevaba ya 30.688. EasyJet ha pasado de 15.852 a 20.062 en el mismo período. La low cost del grupo Iberia, Vueling, por el contrario, ha reducido también su presencia. En 2007 realizó 15.310 operaciones, mientras que a octubre de este año contabilizaba 8.606.

Subida de tasas

Otro de los factores que lastran el tráfico de Madrid-Barajas en los últimos años, pero de manera especial desde octubre es la evolución de las tasas aeroportuarias. Las tasas son los precios que las compañías aéreas pagan por aterrizar, despegar, aparcar, por cada pasajero, por el uso de las pasarelas, por la seguridad, por repostar combustible y, en fin, por cualquiera de las mil operaciones que han de realizar en cada escala. La política de los ministerios de Fomento con los últimos Gobiernos, tanto del PSOE como del Partido Popular, ha consistido en elevar dichos precios de un modo exponencial.

Aceta y ALA, patronales del sector aéreo, estiman que el alza media del 18,7% de los precios que pagan por los servicios en los aeródromos públicos aplicada en 2012 desde octubre penaliza de manera “dramática” a los principales aeropuertos de la red con incrementos del 50,27% en el aeropuerto de Madrid-Barajas y del 53,59% en el de Barcelona-El Prat.

Como consecuencia de esta evolución, la aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair ha amenazado con reducir un 35% y un 23% la oferta de vuelos que tiene en Madrid y Barcelona. Por su parte, Easyjet ha decidido cerrar su base en el aeropuerto de Barajas a partir de enero. Afirma que las tasas aeroportuarias son muy altas, y que existe un exceso de oferta. Seguirá operando en España pero desde sus otras bases europeas y reducirá sus vuelos en España un 7%.

AENA justifica la evolución al alza de sus tasas por el elevado endeudamiento que arrastra, por encima de los 14.500 millones. De ellos, unos 12.000 han ido a parar a las ampliaciones de terminales y pistas en Madrid-Barajas, Barcelona-El Prat, Málaga y Santiago de Compostela. Asegura además que Barajas, debido a su endeudamiento de 6.000 millones, registra pérdidas anuales de 300 millones.