La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) en un 22,3%, hasta los 900 euros en catorce pagas, que el Gobierno pactó con Unidas Podemos, fue recibida con alarma por parte de distintas instituciones y organismos de análisis. El Banco de España, el más pesimista, calculó que se destruirían 125.000 puestos de trabajo, y BBVA Research habló de 60.000.
Otra de las instituciones que hizo una previsión fue la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que cifró en 40.000 los empleos que podrían perderse al obligar a las empresas a elevar los salarios de sus trabajadores hasta ese mínimo. Este jueves, fuentes del organismo que preside José Luis Escrivá han reconocido que “se pasaron de negativos”.
Tras realizar numerosos contrastes, “explotando al máximo los datos existentes”, es decir, afiliación a la Seguridad Social, contratos y demandantes de empleo por nivel formativo, edad, comunidades autónomas, ocupados según la EPA...concluyen que, en sus primeros cuatro meses de aplicación, no se aprecia ningún impacto negativo “a corto plazo” de la subida del SMI.
Según la ratio que mide la importancia relativa de la subida del salario mínimo por comunidades autónomas debido a sus salarios vigentes, Extremadura, Canarias, Región de Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía deberían haber sido las más afectadas. Y si el SMI hubiera tenido un impacto negativo en el empleo, la creación de puestos debería haber sido inferior a la de la serie histórica (2001-2018).
Sin embargo “los datos disponibles no indican ningún impacto especial en la contratación en CCAA con salarios más bajos”, asegura ahora la AIReF. No obstante, la Autoridad matiza que serán necesarios análisis más extensos en el tiempo y con más datos. “Hay una serie de factores que nos impiden hacer un análisis tan preciso como querríamos por el momento”, detallan.
En todo caso, las fuentes recuerdan que si se compara con otras economías desarrolladas, la subida del salario mínimo supone converger con el conjunto de países avanzados en la ratio SMI/salario mediano.
El empleo subirá más en construcción
La AIReF ha presentado este jueves su análisis sobre la actualización del plan de estabilidad 2019-2022. En el mismo, la autoridad fiscal evalúa las previsiones hechas por el Gobierno ante Bruselas y explica si las considera adecuadas. Respecto al empleo, opinan que las previsiones del Ejecutivo son factibles.
Su opinión es que la creación de puestos de trabajo continuará a medio plazo, aunque a ritmo decreciente, y que al final del periodo 2019-2022 el paro podría bajar a niveles cercanos al 10%. Creen que existe margen para el crecimiento del empleo en los sectores ligados al boom de la construcción del anterior ciclo.
Creen que los ingresos serán menores
Además, la AIReF prevé que el déficit público se sitúe en el 0,5% del PIB en 2022, en lugar de lograr el equilibrio presupuestario en ese ejercicio como espera el Gobierno. Sí opinan que es “factible” la reducción del déficit prevista entre los ejercicio 2019 y 2021, cuando se situaría en el 0,4% del PIB.
La Autoridad puntualiza que esta evaluación se basa en el cuadro macroeconómico que maneja la institución, más optimista que el del Gobierno. En opinión del organismo, el consumo interno y la inversión en construcción serán mayores que lo que prevé el Ejecutivo. Sin embargo, ven un menor peso de la demanda exterior.
Para este año, prevé un crecimiento económico del 2,3 %, una décima por encima de la del Gobierno, en un entorno en que los riesgos del sector exterior podrían estar “disipándose” a pesar de que mantiene como principal riesgo una posible crisis de deuda en Italia, informa Efe.
La AIReF cree que las medidas de ingreso adoptadas y anunciadas por el Gobierno tendrán un impacto menor del esperado, lo que se traducirá en que en 2022 el peso de los ingresos sobre el PIB será tres décimas inferior a lo que estima el Gobierno.
Este desfase se produce sobre todo por menor crecimiento esperado del IRPF -5% frente al 6,1% del Ejecutivo-, mientras que la AIReF prevé un repunte del IVA mayor. A pesar de ello, ve factible la previsión de ingresos recogida en el documento.
En cuanto a los gastos, aunque la AIReF ve factible la reducción prevista, espera que se sitúen cinco décimas de PIB por encima de lo que calcula el Ejecutivo por el peso de las inversiones, la remuneración de los asalariados y las transferencias sociales en especie.
La Autoridad ve “coherente” la previsión de gasto en pensiones, aunque señala que la materialización del peor escenario del Gobierno en materia demográfica implicaría la necesidad de adoptar “medidas urgentísimas”.
Asimismo, espera un mayor gasto en remuneración de los asalariados desde 2021, ya que cree que las subidas salariales a partir de ese ejercicio rondarán el IPC mientras el Gobierno calcula que serán del 1% anual.
También prevé un mayor gasto en inversión pública, aunque coincide en el gasto sanitario, que logrará ahorros de 1.500 millones por aplicación de medidas de eficiencia tras la revisión del gasto realizada por la propia AIReF, que califica esta cifra de “prudente”.
En cuanto a la deuda, la AIReF prevé que en los cuatro años de estudio se reduzca un 6,5%, menos del 8,4% que estima el Ejecutivo.