“Hemos dado visibilidad a nuestras condiciones laborales”, afirma Douglas Harper, trabajador de Amazon y miembro de CCOO, tras ocho meses de conflicto con la compañía de comercio electrónico que han tenido un punto culminante en la huelga convocada en plena campaña de Reyes. Finaliza la octava huelga –en menos de un año– de los trabajadores del mayor centro logístico de Amazon en España (San Fernando de Henares). Los paros de 32 horas se han saldado con un 70% de seguimiento en el turno de mañana y un 60% en los turnos de tarde y noche, según cifran los sindicatos. La compañía, por su parte, niega estas cifras: “no se ajustan a la realidad”, señalan fuentes de Amazon, sin ofrecer datos propios.
La convocatoria en plena campaña de Reyes ha finalizado marcada por “importantes retrasos en las entregas” y por la “desviación de una parte de los pedidos a otros centros logísticos del país”, entre ellos, Barcelona, explica Moisés Fernández, presidente del comité de empresa por CGT. El objetivo de la huelga era retrasar la llegada de los pedidos de Reyes y, con ello, que “el compromiso de entrega de Amazon con los clientes se vea afectado”, contaba Harper al eldiario.es al inicio de la convocatoria.
A pesar de haber ejercido una de las “mayores medidas de presión” para visibilizar el conflicto con la dirección del centro, los trabajadores no han recibido ninguna propuesta de negociación específica por parte de la compañía, la cual sostiene reiteradamente que mantiene “un diálogo abierto y directo” con los empleados. “No hay diálogo, ni mesa de negociación”, rebate Fernández.
El intento de Amazon de “boicotear” la huelga
Además del desvío de la paquetería a otros centros logísticos, no es la primera vez que la empresa de Seattle intenta paliar los efectos de las huelgas de su plantilla. Uno de los trabajadores que forman parte de la plantilla fija del centro de San Fernando de Henares cuenta a este medio que “Amazon ha llegado a convocar a trabajadores para suscribir su contrato indefinido el mismo día de una convocatoria de huelga”. Como consecuencia, “muchos empleados no han firmado el contrato” para ejercer su derecho a la huelga, asegura.
Los representantes de los trabajadores también denuncian contrataciones de personal a través de ETT para reducir el impacto de los paros convocados. La compañía, por su parte, no reconoce las cifras de seguimiento de los paros ofrecidos por los sindicatos ni la “contratación adicional para suplir a los posibles huelguistas”.
Las reivindicaciones de los trabajadores
El motivo de estas jornadas de paros es la imposición “unilateral” del convenio sectorial por parte de la empresa, que supone la rebaja de derechos adquiridos con su antiguo convenio de empresa como “la pérdida de ciertas categorías profesionales y del complemento retribuido al 100% en caso de baja por contingencia común”, apunta Marc Blanes, miembro de CGT. Los trabajadores exigen que no empeoren las condiciones ya existentes y que los sindicatos puedan negociar un convenio propio adaptado al trabajo en la compañía.
La aplicación del nuevo convenio también supone recortes en los derechos adquiridos de los trabajadores de la plataforma. Uno de ellos es la desaparición de la cláusula de revisión salarial. Los trabajadores demandan un compromiso de subidas salariales para los próximos años, este incremento tendría que haberse aplicado el 1 de enero de 2019, “pero ahora mismo la dirección no quiere asegurar el aumento”, subraya Blanes.
Los trabajadores del centro logístico están a la espera de que se celebre un juicio contra la empresa –aplazado desde el pasado septiembre– que tendrá lugar el 19 de febrero, según informan fuentes sindicales. Los representantes de los empleados demandaron a la compañía de comercio electrónico por la “imposición unilateral” del convenio sectorial y la pérdida de derechos laborales que suponía este cambio. “Vamos a demostrar que somos mayoría y que podemos recuperar nuestros derechos”, advierte el sindicalista.