Ana Patricia Botín se enfrenta a uno de los días más difíciles de su vida, como ella misma ha reconocido al tomar posesión del cargo de presidenta del Banco Santander. No solo debe soportar el dolor del repentino fallecimiento de su padre, sino que es más que posible que sea la jornada más importante de su dilatada carrera como banquera. La primogénita del banquero de España pilotará a partir de ahora al mayor banco del euro. La decisión se ha tomado por unanimidad en el consejo de administración que se ha celebrado la misma tarde de comunicarse la muerte de su padre. La transición ha sido ordenada.
La poderosa saga de banqueros a la que pertenece esta mujer se remonta a su bisabuelo, el primer Emilio Botín que lideró Santander. Llegó al cargo en 1909 y fue sucedido por su hijo, también llamado Emilio, que había fundado el Banco Intercontinental Español, actual Bankinter. Otro de sus hijos también fue primer ejecutivo de la compañía, Marcelino Botín. Por su parte, el tío de Ana Patricia, Jaime Botín, es también un destacado financiero; tras ocupar la vicepresidencia de Santander, se convirtió en presidente de Bankinter.
Ana Patricia ha sido entrenada como sucesora del hombre que durante casi treinta años ha ocupado el sillón de la presidencia de Santander. Nació hace 53 años en la capital de Cantabria y es la primera de los seis hijos del fallecido presidente con Patricia O'Shea. Su formación académica ha estado dirigida desde los inicios a la banca y la internacionalización, las nuevas señas de identidad del negocio familiar. Se licenció en Economía en el Bryn Mawr College de Filadelfia y realizó un posgrado en Maestría en Administración de Negocios en la Harvard Business School.
Al término de sus estudios, comenzó su carrera profesional en JP Morgan, donde trabajó durante siete años, de 1981 a 1988. Tras su paso por el banco de inversión, se incorporó al negocio familiar y es directora general de Santander desde 1992. Tres años antes había sido nombrada consejera del banco por primera vez, cargo que ha renovado en siete juntas generales sucesivas, la última este mismo año. Está casada con Guillermo Morenés Mariátegui, nieto del primer marqués de Borghetto y heredero de este título desde 1994. De profesión, banquero, como la familia política.
La heredera del imperio cántabro se convirtió en 2002 en una de las primeras mujeres en liderar un banco, al ser nombrada presidenta de Banesto, ahora propiedad de Santander. Abandonó el banco madrileño en 2010 para dirigir la filial británica de Santander -la segunda más grande del grupo en servicios financieros- tras la marcha de su entonces presidente, Antonio Horta-Osório. En julio del pasado año se incorporó al Consejo de Administración de Coca-Cola.
Esta misma semana, la heredera de Santander ha sido incluida en la lista de los 50 banqueros más influyentes del mundo publicada por Bloomberg Markets. Esta no es la primera vez que se reconoce su gran influencia en los negocios, ya que en 2005 se colocó en el puesto 99 de la lista de las cien mujeres más poderosas del mundo que elabora la revista Forbes y en 2008, cuando aún lideraba Banesto, llegó al 51. Financial Times la incluyó en 2005 y 2006 en la clasificación anual de las empresarias más destacadas de Europa. Recientemente, una encuesta de la BBC la nombró tercera mujer más poderosa de Reino Unido (solo por detrás de Isabel II y la ministra del Interior británica, Theresa May). Un currículum extenso y plagado de reconocimientos que podría sumar esta tarde la presidencia del banco más potente de Europa.