Las autoridades de Andorra tras la auditoría realizada por PwC ha determinado que Banca Privada de Andorra (BPA) tenía 923 clientes presuntamente sospechosos de blanqueo de capitales. Esta cantidad representa el 3% de los casi 29.200 clientes de la entidad, entre titulares de cuentas e intervinientes, y suponen unos 1.000 millones de euros en volumen de negocio (donde se computa tanto la inversión crediticia, como los depósitos o los activos bajo gestión fuera de balance) es decir, el 19% del volumen total de negocio de BPA. Banca Privada de Andorra era la matriz de Banco Madrid, intervenido hace un año.
El informe concluye que de estos 923 clientes, hay unos 100 expedientes donde se combinan todos los factores de mayor riesgo AML, como coincidencias con listas de blanqueo, operativa sospechosa o vinculación a casos de lavado de dinero que se encuentran en sede judicial.
A partir del informe presentado, las AREB -la agencia estatal de resolución de entidades bancarias- concluye que unos 27.000 clientes, es decir, el 92,6% del total, ya están en condiciones para ser traspasados a Vall Banc, la nueva entidad. En el 7,4% restante, unos 2.165 clientes, se incluyen los 923 presuntamente sospechosos, mientras los otros 1.242 podrían finalmente revelarse como “aptos” en caso de que en un futuro presentaran la documentación necesaria para avalar la legitimidad de sus cuentas y operaciones.
El análisis realizado por la consultora ha revisado las operaciones de más de 37.000 cuentas realizadas durante los últimos siete años. En total, se han analizado 15 millones de transacciones y se han recibido y contrastado más de 60.000 documentos remitidos por los clientes para justificar la legitimidad de sus cuentas.
Un año después de la intervención de Banco Madrid
Este informe se publica un año después de la intervención de Banco Madrid, filial en España de la andorrana BPA, con su situación lejos de resolverse y, aunque la mayoría de los depositantes e inversores han recuperado su dinero, no se ha producido la liquidación y permanecen abiertos varios frentes judiciales. El 10 de marzo de 2015 el Instituto Nacional de Finanzas de Andorra (INAF), el regulador financiero del país, intervenía la Banca Privada d'Andorra (BPA), propietaria del 100% de Banco Madrid, a la que se investigaba en Estados Unidos por canalizar presuntamente fondos del crimen organizado.
Doce meses después de estos sucesos ni BPA ni Banco Madrid, que poco antes había sido elegido como la mejor entidad de banca privada de España por la revista Capital, además de mejor entidad de gestión de patrimonios de España por la publicación Global Banking & Finance Review, han resuelto su futuro, aunque si ha habido importantes avances. Por lo que respecta a Banco Madrid, que tras la intervención solicitó el concurso voluntario de acreedores por el fuerte deterioro sufrido por la retiradas de fondos de clientes, antes del verano podría culminar la liquidación emprendida por los administradores concursales.
Prácticamente todos los inversores y depositantes han recuperado su dinero, después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendiera temporalmente los reembolsos de los fondos de inversión y Sicav (Sociedades de Inversión de Capital Variable) gestionados por la gestora de Banco de Madrid e inmovilizaba los fondos de unos 15.000 clientes con casi 700 millones depositados.
Entre ellos se encontraban clientes tan conocidos como el exjugador del Real Madrid Roberto Carlos, cuya sicav contaba con un patrimonio de 2,8 millones a cierre de 2014, o el inversor de origen indio Ram Bhavnani, afincado en Tenerife, con 11,4 millones.
Sólo a través de su gestora, Banco Madrid contaba con unos 78.000 clientes, cuyo patrimonio supera los 3.000 millones a través de más de un centenar de fondos, según datos de Inverco.