El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu inicia hoy la ronda de declaraciones a nueve testigos en la causa en la que investiga el agujero contable de Bankia con la que tratará de dilucidar el papel que pudieron jugar las autoridades económicas en la crisis de la entidad.
La tanda de testificales, que se prolongará hasta el próximo día 21 con la del presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, arrancará a partir de las 16:30 horas con las de los expresidentes de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Julio Segura y Blas Calzada.
A partir del miércoles, comparecerán el que fuera subgobernador del Banco de España Francisco Javier Aríztegui, que dará paso el jueves a una de las declaraciones más esperadas, la de su entonces “número 1”, Miguel Ángel Fernández Ordóñez y, por último, a su sucesor en el cargo, Luis María Linde, el viernes.
Para el lunes de la próxima semana estaba citado el ministro de Economía y Competitividad, Luis De Guindos, aunque, dada su condición de miembro del Gobierno, ha optado por hacer uso de su derecho a declarar por escrito, voluntad que ya trasladó la semana pasada al juez.
El martes, comparecerá Jaime Castellanos, presidente en España de Lazard, la entidad que asesoró a Bankia en su salida a bolsa, y el miércoles está llamado el socio de Deloitte, Francisco Celma, encargado de las auditorías de la entidad.
De esta forma, Andreu tratará de despejar los diversos interrogantes que abrió el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, el pasado 20 de diciembre, cuando desveló que el Gobierno le había pedido un nuevo plan de viabilidad pocos días después de que el Banco de España aprobara el Plan de Recapitalización y el Plan Estratégico de BFA-Bankia hasta 2015.
Rato afirmó además que después de su marcha, el 7 de mayo, Deloitte seguía sin presentar el informe de las cuentas de 2011 aunque poco antes el auditor le “juró” que el documento estaría “aunque tuviera que trabajar toda la noche”.
Sin embargo, el auditor sí estuvo presente en la última reunión de los 33 exconsejeros de Bankia imputados para justificar la reformulación de las cuentas que pasaron de reflejar unos beneficios de 309 millones a arrojar unas pérdidas de 2.979 millones, ya bajo la presidencia de José Ignacio Goirigolzarri.
A este respecto, el exconsejero delegado de Bankia, Francisco Verdú, que había dado por buenas las primeras cuentas, defendió posteriormente ante el juez una reformulación que para la experta en contabilidad Araceli Mora fue incorrecta.