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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Dos años sin convenio en Paradores: “Es indignante que haya sueldos que ronden los 1.000 euros”

Paradores cerró 2022 con los mejores ingresos de su historia, más de 300 millones de euros. La pandemia fue un golpe para sus resultados, pero los números rojos han quedado atrás y, en el último año, su beneficio rozó los 11 millones de euros. Sin embargo, la positiva evolución en lo económico no se ve reflejada en una mejora de las condiciones de su plantilla, según critican los representantes de los trabajadores.

El motivo, que empresa y sindicatos llevan casi dos años sin cerrar la renovación de un convenio colectivo que data de 2018. “Se prorrogó en 2020, por la pandemia y, desde entonces, estamos sin convenio actualizado”, indica Marcos Gutiérrez, secretario general de Política Institucional y Comunicación de CCOO Servicios.

Este martes se retoma la negociación, tras el parón veraniego, y los sindicatos piden que, en esta ocasión, se encauce el diálogo para tratar de llegar a un consenso en los próximos meses. Más aún cuando el sector hotelero está pendiente de la renovación del Acuerdo Laboral de ámbito estatal que, si no se sella, puede abrir la puerta a movilizaciones.

De cara a esta negociación, elDiario.es ha hablado con los tres sindicatos presentes en la mesa (CCOO, UGT y CSIF). Paradores no ha respondido a las solicitudes de información sobre cuáles son sus propuestas de cara al encuentro de la próxima semana.

Unos salarios “propios del siglo XX”

La plantilla de Paradores ronda los 5.000 empleados en una empresa pública que cuenta con 95 establecimientos hoteleros. Dos de ellos -el Parador de San Marcos, en León; y el Hostal dos Reis Católicos, en Santiago de Compostela- de cinco estrellas, cuentan con convenio propio y condiciones laborales al alza respecto al resto de establecimientos.

El principal punto de fricción en la negociación son los salarios. “Los sueldos en Paradores son propios del siglo XX. En el base estamos por encima del salario mínimo interprofesional (SMI) gracias a los complementos”, explica Jorge González Vega, responsable sectorial de Hostelería, Restauración Social y Turismo de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT Castilla y León. “Es indignante que haya sueldos que ronden los 1.000 euros”, añade. 

“Lo más difícil en la negociación son las retribuciones porque llevamos bastantes años así. Paradores requiere una base salarial más justa, porque los sueldos están obsoletos. Estamos hablando de una empresa que es pública”, argumenta José Manuel García, delegado sindical de CSIF en Paradores.

Las últimas tablas salariales de Paradores recogen que su plantilla de nivel 5, donde entraría, por ejemplo, el puesto de ayudante de cocina, el salario base se sitúa en 906,54 euros. Este se complementa con dos pagas extraordinarias. Cada una, por un importe próximo a los 1.000 euros. Y a estas se suman otros extras, como nocturnidad o plus de distancia.

Para mejorar esos sueldos entran en juego dos variables, según explican los representantes de los trabajadores. Por un lado, la imposibilidad de subir la masa salarial de Paradores porque aún pesan sobre la compañía las restricciones que se impuso al sector público en la última crisis económica. Por otro, la prima de producción, un complemento salarial en función de los ingresos brutos de cada establecimiento.

En cuanto a los problemas para subir la masa salarial, el representante de CCOO lo liga a las restricciones presupuestarias que se impusieron hace una década. Una crisis económica que, en Paradores, se saldó con un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectó a 350 personas.

“[El ex ministro de Hacienda, Cristóbal] Montoro estableció una normativa para la crisis financiera, de contención salarial en el ámbito público, que aún no se ha eliminado”, indica Marcos Gutiérrez. “Paradores tiene lo peor del sector público y, también, lo peor del privado”.

De ahí, que los sindicatos reclamen mejorar la prima de producción y evitar que la plantilla cobre menos en los meses de temporada baja, los de invierno, que en el periodo estival.

“Hemos propuesto que, sin subir el techo de la masa salarial, se eleve la prima de producción”, indica el responsable de UGT. “Pedimos consolidarla dentro del salario base, para que no haya diferencias salariales de un mes a otro”, ahonda el delegado de CSIF. 

Un año muy positivo

De momento, los representantes sindicales no ponen cifras a las mejoras salariales que reclaman, a la espera de que la empresa presente sus propuestas económicas. El argumento para pedir mejoras es que a Paradores le va bien.

Si nada se tuerce, la empresa pública puede lograr en este 2023 los mejores resultados de su historia. De entrada, el primer semestre del año ya apuntaba en esa dirección. La compañía presidida por Pedro Saura llegó al 1 de julio -el inicio de la temporada alta- con un aumento de ingresos del 7%, hasta 140 millones de euros. La ocupación, del 65,4%, la más alta en dos décadas. 

Más allá de lo financiero, en la mesa de negociación hay otras cuestiones. Entre ellas, avanzar hacia la jornada laboral de 35 horas, redefinir la figura de los contratos a tiempo parcial, el sistema de promoción o las jornadas de libranza, entre otras.

Paradores, según indican los sindicatos, es una buena escuela de hostelería. “Se forman, porque la formación es buena, y se van a otro lado”, asumen. Una pérdida de talento que coincide con un momento complicado para el sector de la hostelería, donde se calcula que 32.000 camareros han dejado su trabajo en los últimos cuatro años.

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