El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) lleva dos años sin publicar las actas de inspección de las centrales nucleares que supervisa. Es un retraso inédito desde que comenzó a publicar esta información hace más de diez años y algunas fuentes creen que supone incumplir el Estatuto del organismo. Este lo atribuye a “incidencias” en su plantilla y dice que se va a corregir “en un tiempo corto”.
El CSN es el organismo público que evalúa, inspecciona y regula la seguridad nuclear y la protección radiológica en España. El artículo 15 de su Estatuto establece la publicidad de sus actuaciones, que incluye difundir las actas del Pleno y las de inspección.
Estas últimas muchas veces sirven al Pleno para apercibir o sancionar a los titulares de las centrales por incumplimientos de la normativa. Son documentos de elevada complejidad técnica que recogen el resultado de las visitas de los inspectores del organismo a las centrales. Las actas de inspección de instalaciones nucleares que se pueden consultar en la web del CSN abarcan hasta el año 2006. Las más recientes tienen ya más de dos años. En el mejor de los casos, datan de marzo de 2019.
Fue entonces cuando fue nombrado el actual presidente del organismo, Josep María Serena i Sender, en un proceso de renovación del Pleno que dio carpetazo a la polémica etapa de Fernando Marti, primer secretario de Estado de Energía del Gobierno de Mariano Rajoy, cuyo cese al frente del regulador nuclear llegó a pedir el Congreso con el PP en el poder por su negativa a rendir cuentas a esa Cámara.
El CSN acostumbraba a publicar esas actas una vez incluidas las alegaciones de las eléctricas y tras eliminar los datos personales y aquellos declarados confidenciales. Una tarea que, en condiciones normales, lleva como máximo dos meses y para la que, según el organismo, “se requiere un número significativo de recursos humanos”.
“En un tiempo corto”
A preguntas sobre este asunto, el CSN señala que en los últimos años “ha sufrido incidencias en lo referente a la disponibilidad de recursos humanos dedicados a labores administrativas”, que han “impactado en la realización de estas labores de preparación previa a la publicación de las actas de inspección”.
“Por ese motivo se van a llevar a cabo actuaciones de contingencia que permitan en un tiempo corto publicar las actas de inspección pendientes”. Probablemente, en el primer semestre, aunque “no se considera prudente establecer una fecha fija”.
A esos problemas de plantilla en el ente, que cuenta con más de 400 efectivos, se suma la crisis sanitaria: “Esta labor precisa que los trabajadores del CSN estén en modo presencial en la sede del organismo dado que requiere la utilización de equipamiento solo disponible en las dependencias del CSN”, que tiene a más del 70% de su personal trabajando en remoto desde marzo de 2020. El año pasado, el organismo realizó un total de 307 inspecciones de las que 19 fueron de manera total o parcialmente telemática en instalaciones nucleares por la pandemia.
El CSN niega ese posible incumplimiento de su estatuto. Recuerda que esa norma señala, además de la obligación de dar publicidad a sus actos, que la información difundida se traslade a la opinión pública tras resolver sobre los aspectos confidenciales que pueda presentar su contenido y respetando la Ley de Protección de Datos.
“El CSN como organismo de servicio público debe hacer, ineludiblemente, un análisis de equilibrio entre la rapidez en publicar la información y la calidad, en cumplimiento de la normativa vigente, de lo publicado”, dos componentes “esenciales”. Y como hay plazo para hacerlo, “no se aprecia incumplimiento del Estatuto porque el CSN mantiene su intención de publicar todas las actas de inspección”.
Además, “adicionalmente a la publicación de las actas, el CSN tiene otros canales o vías que permiten que la ciudadanía disponga de información actualizada sobre el avance de sus actividades y sobre el funcionamiento de las instalaciones y actividades sobre las que tiene competencias, como es el caso del Informe Anual al Congreso de los Diputados y al Senado, las notas de prensa, las actas de las sesiones del Pleno, las actas de las reuniones del Comité Asesor, las publicaciones monográficas específicas, etc.”.
Asimismo, “cuando alguna persona, o colectivo, ha solicitado acceder al contenido de algún acta de inspección no publicada se han habilitado las medidas necesarias para que pudiesen hacerlo accediendo a las oficinas del CSN donde se les ha facilitado la lectura de las mismas, salvaguardando el cumplimiento de las obligaciones legales ya mencionadas”.
“Confianza y liderazgo”
El Plan Anual de Trabajo aprobado en octubre por el Pleno del organismo incluye “publicar en la web del CSN de forma continua las actas de inspección” entre las actividades previstas para antes de que acabe 2021 y dar cumplimiento al Plan Estratégico 2020-2025. Este señala que “la transparencia y la comunicación proactivas son claves para conseguir confianza y liderazgo y para alcanzar buenas relaciones con los grupos de interés y con la sociedad en general”.
Desde su nombramiento, el presidente del CSN, que tiene pendiente presentar en el Congreso los informes anuales de 2018 y 2019, solo ha comparecido en esa Cámara para explicar, el pasado 12 de abril, las presiones recibidas por la empresa minera Berkeley para lograr el visto de bueno del organismo a la mina de uranio que quiere abrir en Retortillo (Salamanca).
“Creo que debemos poner especial énfasis en mejorar los niveles de transparencia y comunicación”, dijo Serena en la comparecencia en la que en febrero de 2019 se examinó ante los diputados tras ser propuesto para el cargo. La transparencia fue un tema recurrente en aquella sesión.
La Asociación Profesional de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección Radiológica (ASTECSN) apunta como “responsable” de la no publicación de las actas al secretario general desde 2017, Manuel Rodríguez Martí, de quien depende el área de Inspección en el organigrama del CSN, y cree “llamativo” que dejaran de publicarse cuando llegó el nuevo Pleno.
La presidenta de ASTECSN, Nieves Sánchez, señala que publicar esa información es algo “básico e imprescindible para la transparencia institucional”. “No comprendemos que este asunto no se haya arreglado en dos años. Evidentemente es mucho tiempo. No hay un motivo explicable y razonable”.
El apagón informativo se produce en un momento clave para el sector, embarcado en un proceso de renovaciones de las licencias de los reactores del para cumplir el calendario de cierre escalonado pactado por Gobierno y eléctricas hace dos años. En febrero, el Pleno informó favorablemente a favor de renovar hasta 2030 la licencia de la central nuclear de Cofrentes (Valencia), que cumplirá 40 años de operación en 2024. En junio pasado hizo lo propio con la de Vandellòs II (Tarragona).
El CSN recuerda que en ambos casos, publicó las propuestas de dictámenes técnicos en las que el Pleno basó su decisión, sendos informes de cerca de 400 páginas cada uno. “Por tanto, no se aprecia un déficit significativo en el cumplimiento por parte del organismo de su obligación de informar a la ciudadanía” en relación con estos expedientes.
Las nucleares, llamadas a tener un papel clave como respaldo de las renovables en la próxima década, han clamado en los últimos meses contra los impuestos que soportan. En especial cuando el año pasado el bajón del consumo eléctrico por la pandemia hundió los precios del mercado mayorista. Una situación que se ha revertido en las últimas semanas, en las que se ha situado en niveles inusualmente altos para un mes de abril por el alto coste de los derechos de emisión del C02, hasta precios muy superiores a los que, aseguran las eléctricas, necesitan estas plantas para ser rentables.