Ciudadanos va desvelando poco a poco su programa económico. El partido de Albert Rivera ya ha hecho públicos dos dosieres en los que habla fundamentalmente de empleo, desigualdad, desarrollo e innovación, e incentivos empresariales.
Con el economista Luis Garicano como experto de cabecera, el programa de Ciudadanos adopta algunas medidas polémicas como el contrato único y apuesta por otras que han sorprendido: acabar con las inversiones en AVE y reorientar esas partidas para financiar proyectos de innovación. El partido presentará próximamente otro documento en el que desarrollará su propuesta de reforma fiscal.
1. Contrato único. El primer documento de Ciudadanos propone lo que en la práctica sería una nueva reforma laboral que aplicaría el contrato único. Por un lado, eliminarían los contratos temporales (no los que estén en vigor, sino los nuevos) porque consideran que se usan mayoritariamente en fraude de ley. Por otro, todas las nuevas contrataciones se harían con un contrato indefinido de indemnizaciones crecientes: a más tiempo en ese empleo, más indemnización. Todo ello acompañado de una rebaja de cotizaciones sociales que el partido no ha concretado, salvo para decir que favorecería la estabilidad de las plantillas.
Se trata de una propuesta que polariza a los expertos: defendida desde hace tiempo por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) y por otros foros, que ven en ella la forma de acabar con la dualidad del mercado de trabajo, es rotundamente rechazada por sindicatos y por un sector de expertos, que aseguran que se trata de una forma de reducir en la práctica las indemnizaciones por despido y de reducir los problemas del mercado laboral a un mero enfrentamiento entre trabajadores indefinidos y temporales.
La propuesta incluye, además, la creación de un 'seguro contra el despido', que se crearía con las aportaciones empresariales a una cuenta individual de cada trabajador con el 1% de su salario. Cada persona podría disponer de ese dinero si es despedida o bien en el momento de su jubilación. En esta cuenta, los trabajadores también podrían recibir directamente las ayudas a la formación u otras subvenciones.
Aunque no hablan de tocar el sistema entero de prestaciones por desempleo, lo cierto es que esta fórmula se parece al llamado modelo austriaco, también muy controvertido: un sistema de prestaciones por desempleo individualizado –es decir, cambiar el actual sistema de reparto por uno de capitalización–, que vaya acumulándose para cada trabajador, que podría disponer del dinero no solo en caso de despido, sino también para formarse.
2. Complemento salarial para las rentas más bajas. El nombre técnico es “Complemento Salarial Anual Garantizado” y parece ser la apuesta de Ciudadanos para competir con las propuestas de rentas mínimas y trabajo garantizado de otras formaciones. Esta ayuda –de cuantía no especificada– complementaría los ingresos laborales de los hogares con salarios bajos. “Tendrán derecho a percibirlo los hogares en los que las personas principales hayan obtenido rentas salariales y/o ingresos del trabajo por cuenta propia, sin llegar a alcanzar una cuantía mínima anual”, dice el documento. Es decir, no es ayuda para personas que hayan perdido su empleo o que no tengan ingresos, sino solo para trabajadores de sueldos bajos, aunque sin concreción.
El partido de Albert Rivera defiende que este complemento sirve como protección frente al empleo precario y combate la desigualdad. Asegura que, contando con las peores previsiones, su coste sería inferior al 1% del PIB, “y será fácilmente financiable con las reducciones que se prevé se produzcan en las prestaciones por desempleo”, una reducción de la que no ofrece más explicaciones. Para Ciudadanos, esta es la alternativa a la subida del salario mínimo interprofesional, una opción que considera menos deseable porque “expulsa del empleo a los trabajadores peor pagados” o que una renta garantizada, “que desincentiva el trabajo”.
3. Segunda oportunidad “para todos los españoles”. O lo que es lo mismo, un nuevo marco jurídico “que permita que aquellas personas físicas que se hayan endeudado demasiado puedan tener una segunda oportunidad”. Se refieren sobre todo a familias y empresarios individuales y hablan de varias medidas. Por ejemplo, una dación en pago que no saldaría, sin embargo, toda la deuda contraída, sino solo la que equivalga al valor del inmueble al precio de mercado actual. La deuda remanente podría ser renegociada o incluso extinguida, en función de un nuevo mecanismo extrajudicial.
En este nuevo mecanismo, la persona deudora se debería dirigir a una institución aún por determinar para presentar una solicitud de convenio extrajudicial con sus acreedores. Esta institución designaría a un profesional independiente para que analice la situación y proponga un convenio de reestructuración de deudas. Ese convenio puede contemplar la reducción de deudas, su extinción, cambios en los tipos de intereses o en los plazos de pago... Ciudadanos especifica que las medidas no deberán ser “excesivamente gravosas para los bancos y entidades acreedoras”.
4. Innovación en lugar de AVE. El programa incluye una apuesta por la innovación empresarial que el partido de Albert Rivera propone financiar con las partidas que ahora se destinan al AVE. Entre las propuestas está la creación de una red de investigación para difundir tecnologías punteras a empresas y fomentar la investigación aplicada, y también la puesta en marcha de una red de institutos tecnológicos. “Una nueva vía por la que se lleva el conocimiento tecnológico a las empresas”, precisan. Cada instituto –Ciudadanos habla de unos treinta– estaría especializado en un área de la ciencia aplicada o la tecnología.
Su presupuesto anual, estiman, sería de unos mil millones de euros, que, calculan, equivalen a 70 kilómetros de AVE. Con estos fondos prevén también atraer talento. Para financiar esta y otras propuestas sobre innovación, Ciudadanos quiere reorientar la inversión pública desde las infraestructuras a la innovación. Y fijan su atención en el AVE: “Debemos dar por concluida esta enorme inversión tras haber conseguido que España tenga la segunda red de AVE más extensa del mundo después de China [...]. El AVE solo tiene sentido en lugares con altísima densidad de población, cosa que no ocurre en casi ningún corredor en España”.
Proponen terminar las obras ya en marcha, pero alargar los plazos de finalización, y no seguir adelante con los proyectos que estén en fase de planificación o contratación. “Evitaremos, además, aceptar sobrecostes y modificaciones de presupuesto”, puntualizan. Actualmente el Ministerio de Fomento tiene en fase de estudio o proyecto unos 2.800 kilómetros de AVE y trabaja en el desarrollo de varios corredores, como las conexiones de Sevilla con Cádiz y Huelva o la línea entre Alcázar de San Juan y Jaén.
5. Que los autónomos paguen cuotas en función de su facturación. Ciudadanos propone que los autónomos coticen en función de sus ingresos. Quien ingrese por debajo del salario mínimo interprofesional no tendría que darse de alta como autónomo (algo que en la práctica ya sucede por una norma no escrita). Al final del año, a estas personas se les cobraría el 7,2% de sus ganancias netas en concepto de cuota a la Seguridad Social. Estos autónomos tampoco liquidarían el IVA, sino que declararían todos sus ingresos en la declaración anual de IRPF, para evitar costes y trámites burocráticos. El partido reconoce que este último cambio necesitaría autorización europea.
En el caso de los profesionales que facturen por encima del salario mínimo, las cuotas a la Seguridad Social crecerían conforme lo haga su facturación, hasta el tope que se paga en el Régimen General. Habrá incentivos para que los hogares pidan facturas, como una desgravación de hasta 300 euros al año en servicios, o multas más elevadas por no emitirlas.
Bajo el epígrafe de 'Políticas para favorecer el crecimiento de la empresa', Ciudadanos hace una mención poco clara a la negociación colectiva. Habla de la necesidad de “eliminar las regulaciones” que afectan a las empresas a medida que crecen. “Toda la normativa fiscal, laboral, etc., que discrimina en función del tamaño debe flexibilizarse y evitar los escalones numéricos”, dicen. Y hablan, como ejemplo, de que las empresas de más cincuenta trabajadores tengan comité de empresa (las de menor tamaño pueden tener delegado sindical y, superados los treinta trabajadores, tres delegados).