Argentina anuncia que ha llegado a un acuerdo con el FMI para pagar su deuda
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció este viernes que llegó a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar el préstamo de más de 44.000 millones de dólares que el organismo le otorgó al país en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri.
“Sufríamos un problema, ahora tenemos una solución”, dijo Fernández en un mensaje difundido en los canales oficiales. “Teníamos una deuda impagable que nos dejaba sin presente ni futuro y ahora tenemos un acuerdo razonable que nos va a permitir crecer y cumplir con nuestras obligaciones a través de nuestro crecimiento”.
“Este acuerdo no restringe, no limita ni condiciona, los derechos de nuestros jubilados que recuperamos en el año 2020. No nos obliga a una reforma laboral. Promueve nuestra inversión en obra pública. No nos impone llegar a un déficit cero. No impacta en los servicios públicos, no relega nuestro gasto social y respeta nuestros planes de inversión en ciencia y tecnología”, dijo el presidente argentino.
El Gobierno argentino debía afrontar, entre este viernes y el martes próximo, los vencimientos por unos 1.100 millones con escasas reservas de dólares del Banco Central.
Si bien existen muchos puntos que todavía que no se conocen, como los plazos y los montos de desembolsos, el entendimiento esquiva la receta clásica, sostenida en una reforma estructural y baja en el gasto, según los especialistas. “Sale del manual de estilo del Fondo pero por las buenas razones”, dice Emmanuel Álvarez Agis, economista argentino y exviceministro de Economía en 2013.
“El FMI tiene dos formas clásicas de solucionar un problema como el actual: lo hace con un ajuste fiscal drástico o con reformas estructurales. En este acuerdo no aparecen ninguna de esas dos opciones. La duda es si el Gobierno podrá conseguir el financiamiento externo que necesita el país para financiar el sendero de convergencia fiscal”, dice Álvarez Agis a elDiario.es.
Este entendimiento llega después de casi dos años de negociaciones, en las cuales el Gobierno buscaba extender los plazos de pago en medio del complicado en un escenario económico delicado que el país arrastra desde hace cuatro años.
“El acuerdo es positivo. Había mucha incertidumbre sobre el tema. Argentina tuvo que ceder en su plan fiscal. Si tenía la idea llegar al equilibrio en 2027 este acuerdo lo apresura, pero no es un programa de shock sino muy gradual”, dice a este medio Santiago Bulat, economista argentino de la consultora Invecq.
La caída de las reservas en el Banco Central, la alta inflación y una creciente devaluación de los últimos cuatro años han venido golpeando el salario real y la calidad de vida de los argentinos.
“Es posible que calme las variables financieras. Haber pagado los 700 millones de dólares que había que pagar ahora sin tener idea de que podía llegar a pasar con el acuerdo podía ser para Argentina bastante vertiginoso. Por eso, esto ayuda a darle aire a los mercados”, explica Bulat.
El paso siguiente es que el acuerdo pase por el Congreso para ser aprobado. “Necesitamos que apoyen este convenio y apelo así al compromiso nacional de todos y todas”, dijo Fernández. “Sin el acuerdo, las posibilidades comerciales económicas y de financiación que nuestra Nación necesita estarían seriamente limitadas”.
Durante estos dos años de presidencia, la agenda política de Alberto Fernández estuvo centrada en responder al impacto de la pandemia y en negociar con los acreedores la deuda de 44.000 millones de dólares que entre 2018 y 2019 el FMI le entregó al gobierno de Mauricio Macri, el préstamo más grande de la historia del organismo.
“La historia juzgará quién hizo qué, quién creó un problema y quién lo resolvió. Los invito a mirar hacia adelante sin olvidar el pasado”, dijo Fernández.
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