El recargo que se le cobra al usuario como “gastos de gestión” en una compra a través de Internet supone para las asociaciones de consumidores “una cláusula abusiva”. Este tipo de coste extra que se encuentra el comprador justo antes de finalizar el proceso de compra online es habitual en la venta de billetes para transporte o entradas para espectáculos. Productos que en la mayoría de ocasiones no tienen ningún recargo si la adquisición se hace acudiendo a las taquillas o ventanillas.
La compra de entradas y billetes online es uno de los servicios de venta más utilizados en la red. “Es mucho más cómodo poder comprar los tickets desde casa que tener que desplazarte hasta la taquilla”, señalan algunos usuarios. Para el portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Enrique García, “se trata de un recargo abusivo. No se entiende por qué se hace un cobro adicional de gastos de gestión si la venta se hace por internet y sin embargo no existe recargo alguno por este servicio cuando se hace de manera presencial, donde la empresa incurre en unos gastos de personal, explotación del establecimiento y otros costes mucho más elevados”. El miembro de OCU añade que “se trata de una contradicción cobrar por la autogestión”.
El portavoz de la Asociación de Consumidores FACUA, Rubén Sánchez, también sostiene que “se trata de una cláusula abusiva. No se puede repercutir un coste en el usuario que debería ser imputable a la empresa e ir incluido dentro del precio final del servicio o producto que ofrece”. Para el portavoz de FACUA “la empresa no está prestando un servicio ya que el 100% de la gestión la realiza el comprador desde su casa con su ordenador, su conexión a Internet, su impresora y su papel para realizar el proceso”. Por otra parte, Sánchez apunta que “cuando uno entra en una web donde se venden estos productos debería especificarse el coste total al inicio del servicio. El precio de un billete o entrada que aparece al principio del proceso de pago no puede cambiar y aparecer con recargos adicionales justo al final”.
Existen muchos ejemplos de empresas que cobran directamente esta tasa online que no existe en la venta presencial. La compañía de transporte Alsa cobra por defecto la tasa de “gastos por gestión” justo al finalizar el proceso de compra. En el viaje Madrid-Barcelona, el importe de un billete para una plaza en el autobús es de 32,01 euros y 2,6 euros más de gastos por gestión si la compra es online. También cobra 2,6 euros a mayores el Teatro Real por gastos de gestión en la compra por internet. En este caso la comisión corresponde a la compra de una butaca que cuesta 125 euros. En el viaje de Madrid a Valencia, la empresa Auto-Res Avanzabus cobra por un billete sencillo 26,80 euros y 2,50 euros más por los gastos de gestión en la compra online. Tampoco en este último caso se informa de este gasto hasta el final del proceso.
Por el contrario, existe algún caso en el que la venta por internet que gestiona el propio usuario con sus propios medios supone un ahorro en el precio final. Una entrada para el Zoo de Madrid autogestionada por Internet vale 22 euros mientras que si la gestión la hace de manera presencial la propia empresa el precio final es de 22,90 euros.
Situación legal
Situación legalEl representante de los servicios jurídicos de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU), Eugenio Ribón, señala que “no es lo mismo aquellas empresas que subcontratan la venta online de sus productos a plataformas especializadas (ticketmaster, entradas.com, etc.), donde estaría justificado el cobro de una cantidad aparte por la gestión online, que cuando la comisión por gestión la cobra directamente la propia empresa que vende el producto”. “En el segundo caso no se puede entender que existan gastos de gestión; deberían ir añadidos al precio total del producto”, subraya. Para Rubén Sánchez de FACUA “este servicio de venta por Internet, sea a través de terceros o no, debe asumirlo la empresa que presta el servicio, en ningún caso el consumidor”. El propio portavoz apunta que “se debería clarificar de dónde provienen los ingresos de estas plataformas intermediarias. Se podría estar dando la situación de que estuvieran cobrando un recargo al usuario en cada compra y a la vez cobrar a la empresa que ofrece el producto por dar el servicio de venta online”.
La OCU señala que en ocasiones no se informa de este recargo y se cobra igualmente, “ahí sí se estaría incurriendo en una ilegalidad”, aclara.
Otra cuestión que denuncian tanto FACUA como CEACCU es que en determinados casos no se le da la posibilidad al usuario de obtener las entradas o billetes sin tener que pagar este tipo de recargo por gestión. “Te lo cobran en la venta online y también en la gestión que se hace de manera presencial. No existe posibilidad de adquirir los billetes directamente” advierten estas asociaciones. El representante jurídico de CEACCU va más allá “es inadmisible que algunas compañías de avión anuncien un coste extra si se quiere pagar con tarjeta de crédito, cuando no existe otra posibilidad de pago, por lo que en la práctica es obligatorio el uso de la tarjeta”. Sobre este último punto señala que “el caso se encuentra en los tribunales y visto para sentencia”.