Los autónomos podrían cotizar por primera vez con bases mínimas inferiores a los asalariados
El Gobierno contempla una situación inédita para en el inicio de 2019: que los trabajadores autónomos tengan bases mínimas de cotización por debajo de los asalariados. El presidente del Gobierno se ha comprometido a que la subida del 22,3% del salario mínimo pactada con Unidos Podemos no incremente las bases mínimas de cotización de los autónomos, como sí ocurrirá con las de los empleados por cuenta ajena. El Ejecutivo maneja dos escenarios, según fuentes de la Administración: la reforma del sistema de cotización de los autónomos para que entre en vigor en enero de 2019 y, si no da tiempo a aprobarla dado el escaso margen, que las bases mínimas de estos trabajadores no se toquen a principios del próximo año.
La voluntad del Gobierno, como aseguró la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, pasa por modificar la legislación para que los trabajadores autónomos coticen en función de sus ingresos y que esta reforma entre en vigor el 1 de enero. En la actualidad, los autónomos pueden elegir su base de cotización a la Seguridad Social, independientemente de cuánto ingresen por su actividad, y más del 85% de ellos opta por cotizar según la mínima.
Esa posibilidad de elección, que no tienen los trabajadores por cuenta ajena, es la razón fundamental de que sus bases mínimas sean superiores a las de los asalariados.
Las bases de cotización son las cuantías sobre las que se aplican los “tipos de cotización” y de las que resulta la cuota a pagar a la Seguridad Social. A mayores bases de cotización, más dinero se aporta a las arcas públicas y más derechos de protección se obtienen, como en la cuantía de las pensiones.
Un ejemplo: la base mínima del Régimen de Autónomos está establecida en los 932,70 euros al mes, de modo que al aplicar uno de los tipos de cotización más común –del 29,80% (que incluye protección en caso de Incapacidad Temporal)–, se obtiene la cuota a pagar por el autónomo a la Seguridad Social: 278,88 euros al mes.
El efecto del incremento del SMI
La organización de autónomos ATA puso el foco sobre las bases mínimas de cotización de estos trabajadores esta semana a raíz del anuncio del aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) a los 900 euros mensuales en el acuerdo presupuestario con Unidos Podemos. La ley de la Seguridad Social establece la base mínima de cotización de los asalariados en el SMI y que las diferentes bases mínimas deben incrementarse en función de su subida anual, salvo que se acuerde legalmente lo contrario.
Así, de aprobarse los Presupuestos de 2019 con el incremento anunciado del SMI, las bases mínimas de los diferentes grupos de cotización –once en el caso de los asalariados en el Régimen General– se incrementarán un 22,3%. Por ejemplo: la base mínima del grupo de “auxiliares administrativos” actualmente es de 858,60 euros al mes y pasaría a los 1.050 euros.
Desde ATA se opusieron a que este incremento se aplicara a las cotizaciones de los autónomos. Celia Ferrero, vicepresidenta de la organización, explica que para que la base mínima de los autónomos se incrementase simplemente hasta esos 1.050 euros (lo que supone un alza de algo más del 12%), los trabajadores por cuenta propia que cotizan por la mínima verían aumentar notablemente sus cuotas a la Seguridad Social, “del pago de unos 279 euros al mes a los 313 euros”.
Después de que los partidos de la oposición recurrieran a este incremento para atacar al Gobierno, el presidente Pedro Sánchez afirmó que la subida del SMI no incrementaría las bases mínimas de los autónomos y que se procedería a reformar ya su sistema de cotización. Fuentes de la Administración confirman a este medio que, si no da tiempo a que entre en vigor la cotización según los ingresos el 1 de enero, las bases mínimas de los autónomos “no se van a mover de donde están”.
En ATA consideran que el aumento del SMI, de aprobarse, plantearía también un problema para muchos autónomos empleadores, por lo que piden al Gobierno medidas como bonificaciones a pequeñas empresas para que el incremento de las bases mínimas no afecte al empleo. Sobre la reforma del sistema de cotización, la organización recuerda que si se camina a un modelo en el que los autónomos contribuyan más, también deben mejorar su protección, como en los casos por cese de actividad (ya que en la actualidad es muy complejo acceder a la ayuda) y por enfermedad.
Un “hito histórico” en la cotización
Con el mes de octubre bien avanzado, desde las organizaciones de autónomos y los sindicatos reconocen a este medio que el Gobierno va muy justo de tiempo para echar a andar esta nueva legislación. La vicepresidenta de ATA explica que “hay mucha prisa para llevar a cabo esa reforma” y considera además que, si debe estar aprobada antes de enero, la subcomisión parlamentaria que ha estudiado la reforma del RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) no habrá podido concluir con sus recomendaciones.
Carlos Bravo, secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, destaca que “estamos a dos meses” para acometer esa modificación y que “el Gobierno debe despejar dudas muy relevantes” en este tema. “Hasta ahora nos había anunciado previsiblemente que iba a subir la base mínima de autónomos y también las bases máximas, ahora no dice nada”, añade.
Desde la organización de autónomos UATAE son más optimistas con los tiempos y llaman al Gobierno a ponerse a trabajar en la reforma para que los autónomos coticen según sus ingresos, “una reivindicación histórica de nuestro colectivo”, recuerda su presidenta, Mª José Landaburu. En el caso de no terminar la reforma legal, tanto UATAE como ATA toman la palabra al presidente para que no suba las bases mínimas hasta que esté diseñado el nuevo modelo de cotización.
Este escenario crearía de manera temporal “un hito histórico, que la base mínima del sistema de autónomos estaría por debajo de la de los asalariados”, reconoce Celia Ferrero. Esta medida supone “aumentar la brecha” de contribución y derechos con los trabajadores por cuenta ajena, afirma la vicepresidenta de ATA, pero en la organización se decantan por esta medida frente a la subida de la base mínima.
En Comisiones Obreras, Carlos Bravo considera que dejar la base mínima de los autónomos por debajo de los asalariados es un “disparate” en estos momentos, aunque prefiere no entrar a valorar escenarios hipotéticos y exige al Gobierno claridad. Más adelante, cuando los autonomos coticen en función de sus ingresos, la diferencia en la base mínima ya no estaría justificada, sostiene Bravo. Unai Sordo, secretario general del sindicato, ha advertido esta semana de la posibilidad de que estas ventajas de cotización promuevan la aparición de más falsos autónomos.
La diferencia en las bases de cotización mínimas también plasmaría algunas desventajas de los asalariados respecto a los autónomos, ya que contribuirían más a la Seguridad Social y después en algunos casos podrían beneficiarse de los mismos derechos. Es el caso de los trabajadores que obtienen una pensión mínima, a veces complementada para llegar a ese nivel por parte del Estado. Respecto al total de pensiones de autónomos, un 37% de ellas son complementadas a mínimos, el régimen que más requiere de este añadido a cuenta de los Presupuestos.